Déficit Semántico y Uso de Objetos: Un Estudio Comparativo en Pacientes con Demencia Semántica y Encefalitis


Déficit Semántico y su Impacto en el Uso de Objetos: Un Estudio Comparativo

Comparación entre Pacientes con Distintos Grados de Severidad

Las comparaciones entre pacientes que tenían déficit semántico de distinta severidad, así como su seguimiento, mostraron que la habilidad para usar objetos estaba ampliamente preservada cuando el déficit era medio, pero progresivamente afectada a medida que el déficit se volvía más severo. La nominación generalmente estuvo más afectada que el uso de objetos. La producción de tareas (ejecución de pantomimas y uso de objetos) y las tareas de comprensión (reconocimientos de pantomimas y reconocimientos de acciones), así como el conocimiento funcional sobre objetos, estaban afectados cuando el déficit semántico era severo. Los errores semánticos y no relacionados fueron producidos durante el uso de objetos, pero las acciones siempre fueron fluidas y los pacientes se desempeñaron normalmente con nuevas tareas en las que la demanda semántica era mínima.

Demencia Semántica

Todos los pacientes (GG, CB, CL y RP) presentaron un historial típico de trastornos semánticos, esto es, pérdida progresiva de los significados de las palabras y objetos tanto en las tareas de producción como de comprensión, con preservación relativamente buena de la memoria episódica, las habilidades tiempo-espaciales y de alto nivel, y las actividades diarias. Aspectos fonológicos y gramáticos del lenguaje también están preservados. Todos los sujetos se sometieron a una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) y a un estudio funcional (SPECT) que confirmó daño bitemporal asimétrico (mayor en el lado izquierdo).

Encefalitis

Se observó un déficit severo de la memoria semántica y episódica. La RMN mostró compromiso bilateral de las estructuras temporales profundas primarias en el hemisferio derecho.

Resultados en Pacientes con Demencia Semántica

Todos los pacientes con demencia semántica presentaron el patrón típico de déficit de memoria semántica, con anomias, déficit en la comprensión de palabras y fluidez reducida de palabras categorizadas. La memoria episódica estuvo preservada relativamente en el paciente GG, que tenía un historial clínico de 9 años de la enfermedad. La memoria a corto plazo, las tareas de percepción visual, y la planificación y razonamiento estuvieron ampliamente preservados en RP, mientras que en GG y CL estuvieron afectados de manera moderada. OC (HSE) demostró un déficit medio en las tareas de memoria semántica y las tareas de memoria episódica, así como en el razonamiento y planificación. La comprensión de oraciones estuvo preservada en todos los pacientes. GG y CD obtuvieron puntajes menores que el límite en fluidez léxica.

Los pacientes obtuvieron puntajes normales en las mayorías de las tareas que evaluaron procesamiento visual precategórico y acceso a información guardada, y puntajes patológicos en la mayoría de las tareas semánticas verbales.

Todos los pacientes se desempeñaron normalmente en tareas que exploraron la apraxia ideomotora (inicio del movimiento en la tarea).

Todos los pacientes con demencia semántica (incluso aquellos con demencia severa) obtuvieron un desempeño normal en el test de programas de acción. Estos resultados indican que aun cuando los pacientes sufren de un déficit semántico severo, pueden extraer la información necesaria para organizar los objetos correctamente cuando los manipulan, a partir de las características físicas de objetos nuevos, una tarea en que la demanda semántica es mínima. Sin embargo, algunos trastornos medios emergen cuando el reconocimiento de objetos manipulables se hizo necesario para desarrollar una secuencia compleja de acciones, tal como en el Test de Organización Múltiple (MOT).

Comparación con Controles

Los controles se desempeñaron con puntajes muy altos. Todos los pacientes se desempeñaron peor que los controles en la nominación de objetos y ejecución de pantomima. GG, CD y CL también obtuvieron puntajes patológicos en el uso de objetos. Todos los pacientes tuvieron mejores puntajes en la pantomima que en la tarea de nominación de objetos. Cuando tenían la posibilidad de manipular los objetos, su desempeño mejoraba, y aunque la diferencia no fue significativa, fue mejor que su desempeño en la pantomima.

Análisis de los Resultados

Los resultados demuestran claramente que solo los pacientes con impedimento semántico medio fueron capaces de utilizar objetos correctamente. Los pacientes con déficit semántico más severo no fueron capaces de realizar la mímica del uso y no recibieron ninguna facilitación para su manipulación. Los pacientes produjeron errores semánticos o no relacionados, así como acciones muy generales, pero correctas con los objetos. Este patrón confirma la naturaleza no apráxica de los errores. La pantomima y el uso de objetos fueron sistemáticamente mejores que la nominación de los mismos.

El uso de objetos fue aún mejor que la pantomima en los pacientes con trastornos semánticos medios. Esto es posible dado que los pacientes también pueden tener una información sensorial de apoyo. El reconocimiento del uso del objeto estuvo impedido en pacientes con trastornos semánticos y fue relacionado con la habilidad para usarlo. Los resultados indican que un componente específico del conocimiento semántico, esto es, el conocimiento sobre una función (cómo usar), estaba impedido. El reconocimiento de la pantomima y de la acción también fueron patológicos. Por lo tanto, no solo las tareas motoras involucradas en la manipulación de objetos o pantomima estaban impedidas, sino que también aquellas donde se involucra el reconocimiento de la acción. Esta afectación apoya la hipótesis de que los mismos procesos podrían mediar tanto la producción de las acciones y el reconocimiento como su manipulación de los objetos.

Sin embargo, el comportamiento de los pacientes no fue homogéneo. Aquellos con trastornos semánticos medios obtuvieron puntajes mejores en el reconocimiento de acción que en el reconocimiento de pantomima (mostrando una tendencia similar a los controles), mientras que aquellos con trastornos semánticos severos mostraron un patrón opuesto, esto es, obtuvieron mejores puntajes en pantomima que en el reconocimiento de acción.

Los pacientes con demencia semántica son competentes en las tareas de la vida diaria solo cuando su déficit semántico no es severo. Factores contextuales, familiaridad o proporcionalidad podrían contribuir a inhabilitar a los pacientes para utilizar los objetos en su propio concepto. Nuestras observaciones indican que mientras el déficit semántico se vuelve más severo, los pacientes se vuelven más progresivamente inhábiles para lidiar con objetos que antes del comienzo de la enfermedad resultaban muy familiares.

Comparación entre Déficit Semántico Severo y Medio

Se realizaron algunos reportes acerca de pacientes que, a pesar de la degradación del conocimiento semántico, preservaron la habilidad para usar objetos y mostrar una competencia en las actividades de la vida diaria. La producción de errores semánticos (por ejemplo, usar el cepillo como si fuera un cepillo de pintura), así como algunos comportamientos asociados con el comportamiento de la vida diaria, confirma que no es el esquema motor de ejecución y programación el que está incapacitado, sino la selección del esquema motor en relación con el significado conceptual semántico que se aparea con el objeto y que debía dirigir su uso hacia propósitos convencionales específicos. El desempeño de pacientes con impedimentos semánticos severos no mejoró cuando se les permitió manipular en vez de observar la pantomima de su uso. Más aún, produjeron algunos errores clasificados como genéricos, por ejemplo, mover el objeto de una parte de la mesa a otra o simplemente sostenerlo.

Conclusiones

En conclusión, el uso de objetos requiere conocimiento semántico que pertenece al dominio de la memoria explícita, apoyado por el conocimiento implícito. La naturaleza del conocimiento semántico implicada en el uso de los objetos debería ser más especificada. El así llamado conocimiento funcional, formalmente investigado a través de tareas verbales/visuales en “cómo el objeto debe ser usado”, debería ser considerado un componente de la memoria semántica y distinguirlo de la habilidad para utilizar objetos (“preparación para la acción no es lo mismo que prepararse para describir o responder una pregunta sobre ella”). Recientemente, algunos intentos se han realizado para distinguir la función de la acción en los estudios funcionales. Sin embargo, esta distinción no siempre es suficientemente clara en reportes de neuropsicología.

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