Desarrollo y Condiciones de Vida: Un Enfoque Económico y Social


Desiguales Condiciones de Vida

Miradas sobre el desarrollo y las condiciones de vida

Desde mediados del siglo pasado se estudian las diferencias económicas y sociales entre los países. La Organización de las Naciones Unidas comenzó a analizar el desarrollo de los países desde una perspectiva centrada en la economía. Consideró al desarrollo como un sinónimo de crecimiento económico vinculado a la capacidad de cada país de generar riquezas a través de la producción y comercialización de bienes y servicios.

El principal indicador para medir el desarrollo fue el Producto Bruto Interno (PBI) por habitante. Los países de mayor PBI eran los más desarrollados.

Se reconoció que el desarrollo debía centrarse en la satisfacción de las necesidades básicas de las personas. Eso no significa que un país que crezca económicamente no sea suficiente para que gran parte de su población logre mejorar sus condiciones de vida.

Se analiza más cómo las personas pueden hacer efectivos derechos sociales fundamentales: necesidades básicas de educación, salud y vivienda.

El Estado y el bienestar social

Después de la Segunda Guerra Mundial, algunos países de Europa mejoraron las condiciones de vida de su población y alcanzaron importantes niveles de bienestar al aplicar políticas públicas que mejoraron la situación de grandes grupos de población y regularon la economía. Por ejemplo, normas para las empresas y la contratación de empleados, regulación de precios y salarios. El Estado de bienestar asumió un rol fundamental en la seguridad social, a través de leyes de protección a los trabajadores, sistemas de jubilación, prestación de servicios de salud, educación, contratación de vivienda, etc.

Durante la década de 1970, se produjo una importante crisis económica de alcance mundial. En muchos países, provocó dificultades para sostener la actividad que realizaba el Estado. Al mismo tiempo, comenzaron a tener importancia las ideas liberales vinculadas a la no intervención del Estado en la economía (neoliberalismo).

Los indicadores sociales

Los países realizan censos y encuestas que les permiten obtener información básica acerca de su población. En Argentina, se realiza cada 10 años el Censo Nacional de Población.

Con los datos obtenidos, pueden sintetizarse mediante la elaboración de indicadores. Estos permiten relacionar los datos para dar respuesta a las preguntas que los investigadores formulan. Hay diversos tipos de indicadores; los cuantitativos, por ejemplo, el número de personas menores de 14 años, y los cualitativos, por ejemplo, el grado de satisfacción que tienen las personas sobre una política pública.

Los indicadores más comunes son los referidos a las características de población, vivienda, educación, salud, trabajo, ingresos y pobreza.

Los indicadores sirven para observar y describir situaciones sociales, para luego hacer los cambios cuantitativos y cualitativos y producir proyecciones.

Luego, estos sirven, por ejemplo, para que se lleven adelante acciones que garantizan el acceso de la población a un nivel educativo.

Comparaciones entre países

Algunos organismos, como las Naciones Unidas, han impulsado numerosos trabajos destinados a buscar consensos en la producción de indicadores que posibiliten la evaluación y la comparación de las condiciones de vida en distintos lugares del mundo. Se utiliza el Índice de Desarrollo Humano (IDH) para evaluar y comparar las condiciones del desarrollo en los países.

Para definir el indicador, se seleccionan tres componentes básicos:

  1. La posibilidad de vivir una vida sana y saludable (situación sanitaria).
  2. Los conocimientos (grado de alfabetización).
  3. Nivel de vida (en función del PBI por habitante).

La pobreza en Europa

Europa presenta niveles de pobreza relativamente bajos. Las mediciones se realizan teniendo en cuenta el nivel de ingresos, y con ellos definen que las personas cuyos ingresos son iguales o inferiores al 60% del nivel de ingreso medio de su país de residencia corren el riesgo de vivir en la pobreza. También consideran la vivienda, el acceso a servicios públicos y la tasa de fracaso escolar en los niños.

El desempleo y la precariedad de los sueldos y salarios se consideran la causa más visible de la pobreza. Los europeos ven a los desempleados como los más vulnerables, con posibilidad de caer en la pobreza.

La pobreza en Argentina

Mediciones de la pobreza

La elaboración de mediciones que permiten conocer la cantidad de personas que viven en condiciones inadecuadas o de pobreza y dónde se localizan es muy importante para orientar el diseño y la aplicación de políticas ambientales. Así se identifica cuáles son los grupos de población más afectados.

Argentina fue uno de los primeros países que aplicaron métodos de evaluación de la pobreza, datos que se obtienen en los censos.

El objetivo es identificar los hogares que no logran satisfacer un conjunto de necesidades indispensables y que se hallan en condición de pobreza.

Las necesidades básicas insatisfechas

En los últimos censos realizados en el país, se considera que un hogar está formado por el conjunto de personas que habitan en una misma vivienda, compartiendo gastos de alimentación. No se tiene en cuenta si hay vínculo de parentesco entre ellos. Hay hogares de una sola persona, otros con muchos integrantes.

Los indicadores de NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas) utilizados en nuestro país evalúan las condiciones de construcción de las viviendas, provisión de servicios sanitarios y acceso a la educación. Se considera pobre cuando:

  1. Vivienda inconveniente (precaria, casilla y sin provisión de agua).
  2. Hacinamiento crítico (muchas personas que habitan la misma vivienda).
  3. Condiciones sanitarias ineficientes (baño incompleto, sin descarga de agua).
  4. Menores fuera del sistema escolar.
  5. Jefe de hogar posee menos de tercer grado de educación primaria.
  6. La cantidad de personas que dependen económicamente de los miembros que tienen trabajo y un ingreso. Cuantas más personas dependan, menos ingresos para alcanzar los bienes esenciales.

Algo más que NBI

Las críticas realizadas a estas formas de medición es que no permitían evaluar niveles de pobreza, sino tan solo la presencia o ausencia de ella, o sea, clasifica a los hogares en pobres y no pobres. Algunos consideran que es más importante distinguir, entre hogares pobres y no pobres, el hecho de que existan niños que asisten a la escuela pero en grados menores a los que les corresponde por su edad.

El INDEC elaboró una nueva metodología para brindar información sobre los niveles de privación de los hogares. Se denomina Índice de Privación Material de los Hogares y considera:

  1. Las condiciones patrimoniales (una vivienda confortable).
  2. Disponibilidad de recursos en dinero.
  3. Hogares que tienen privaciones de tipo estructural.
  4. Hogares con dificultades de obtener ingresos monetarios.
  5. Hogares con ambos tipos de privación.
  6. Hogares sin privación.

El ingreso y los gastos: línea de pobreza

Relaciona los ingresos obtenidos con los miembros del hogar con los gastos que deberían realizar para satisfacerse, en forma mínima pero adecuada. Con este método se identifican salarios, jubilaciones, jornales, etc. Para definir ese monto, es imprescindible establecer una canasta mínima, es decir, un conjunto de bienes que se consideran pueden satisfacer las necesidades de los hogares.

En nuestro país, se utilizan dos líneas: la de la indigencia (mínimo de bienes alimenticios) y la línea de pobreza, que incluye otros gastos como vivienda, educación, transporte, etc.

Los cálculos de la línea de indigencia establecen una canasta alimentaria básica.

La línea de pobreza se establece en relación con la línea de indigencia.

Para calcularla, se considera la proporción que representan los gastos alimentarios en los gastos totales de los hogares.

Muchos especialistas piensan que deberían incluirse en el cálculo de los ingresos lo que se recibe en especies, como medicamentos o alimentos provenientes de planes sociales.

El Índice de Desarrollo Humano en Argentina

En cada país, se elabora otro indicador que amplía la información y también permite hacer comparaciones entre distintas jurisdicciones. Por ejemplo, en las provincias argentinas hay variaciones para la Ciudad de Buenos Aires (mejor posicionada) que para Formosa (la de menor nivel).

En los últimos 20 años, el IDH nacional fue en aumento y las mejoras se verificaron en la mayoría de las provincias. Algunas mostraron importantes mejoras y otras lo hicieron más lentamente.

Entre los índices complementarios del IDH, se destaca el de Desarrollo Humano Ampliado.

Dentro de las posibilidades de vivir una vida sana y saludable, se incorpora la mortalidad infantil por causas reducibles para niños menores de 1 año, que podría disminuirse con políticas sanitarias adecuadas.

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