Descolonización y transformaciones del mundo (1945-1991)


La debilidad de las metrópolis

Tras la IGM, en el periodo de entre-guerras, la Revolución soviética había inculcado la esperanza de que, mediante la vía revolucionaria, los pueblos podían conseguir la liberación colonial. Se originaron los primeros grupos nacionalistas.

Fue la IIGM la que creó las condiciones para que los movimientos de liberación nacional consiguieran sus objetivos. El desarrollo de la guerra acabó con el mito de la superioridad de la civilización europea.

También desde las metrópolis se alzaban críticas contra el modelo colonial que no compensaban los elevados costes de su administración y defensa. Los imperios eran beneficiosos solo para una minoría.

La independencia de la India

Entre las potencias coloniales del siglo XIX, el Imperio británico era el más importante. Entre todas sus posesiones, la India era su dominio más preciado, bajo el liderazgo de Nehru y Gandhi, el partido creció con la integración de campesinos y clases populares. Gandhi elaboró la no violencia y la desobediencia civil, un movimiento de resistencia y enfrentamiento con el imperio. Por su parte, Ali Jinnah, creó la Liga Musulmana, que aspiraba a la creación de un Estado propio musulmán.

En 1945, el laborista Clement Atlee, facilitó el inicio de negociaciones y en agosto de 1947, la antigua colonia británica quedó dividida en dos Estados independientes: Unión India y Pakistán, poblados, respectivamente, por hindús y musulmanes.

Los casos de Indonesia e Indochina

La colonia de Indonesia había sido ocupada por los japoneses. A los pocos días de la rendición nipona, en agosto de 1945, comenzó el movimiento nacionalista encabezado por Sukarno, fundador del Partido Nacional Indonesio; y tras unas negociaciones en La Haya, en diciembre de 1949, la metrópoli acabó reconociendo la independencia de Indonesia.

En la Indochina francesa (integrada por Vietnam, Laos y Camboya), bajo la dirección de la Liga por la independencia de Vietnam, proclamaron la República Democrática de Vietnam (septiembre de 1945).

Francia reaccionó enviando tropas y creando en el Sur del país un protectorado, mientras que Vietnam recibió el apoyo de la URSS y de China. Tras la derrota francesa (julio de 1954), se convocó una conferencia en Ginebra en la cual Francia aceptó la independencia de Laos y Camboya mientras que Vietnam quedaba dividida en dos Estados. Aunque ambas repúblicas continuaron enfrentadas tras la retirada de las tropas francesas y la guerra prosiguió durante más de veinte años con la intervención de Estados Unidos.

El nacimiento de la República Popular China

La invasión japonesa y la revolución comunista

En 1937 los japoneses invadieron y controlaron una buena parte de China. Este hecho hizo unir temporalmente a las fuerzas Chinas en un frente nacionalista antijaponés. Tras la capitulación japonesa, en 1945, los enfrentamientos se reanudaron y China se vio sumida en una guerra civil.

Desde 1947, los comunistas, que controlaban el territorio Norte y las zonas agrarias de China, proclamaron la República Popular China el 1 de octubre de 1949. Los restos del kuomintang, se refugiaron en Taiwán, donde crearon una república nacionalista.

Bajo el régimen comunista se acabó con la propiedad privada, y se reformaron costumbres ligadas a la religión, el matrimonio, la familia y la mujer. En 1954 se estableció una Constitución y poco después China ocupó el Tibet.

El proceso de descolonización en el mundo árabe

Las consecuencias del mundo árabe

Tras la estrepitosa derrota de la Liga Árabe en Egipto, la monarquía fue derrocada por el coronel Nasser en 1952 y se proclamó la república. Consiguió que los británicos abandonasen Sudán en 1953. En 1958 nació el nuevo Irak; en 1960, Somalia y Mauritania y en 1962, Yemen del Sur. Otros Estados como Arabia Saudi, Omán, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes se constituyeron en Estados petrolíferos, gobernados por monarquías tradicionales muy autoritarias.

En 1951, un golpe de Estado expulsó del poder al sha. Pero un nuevo golpe de Estado, apoyado por Estados Unidos, devolvió en 1953 el trono al sha. Pero con él, acabaron los líderes religiosos chiítas (ayatolás) en 1979, que se oponían a su política.

La independencia del Magreb

Marruecos y Túnez eran dos protectorados, bajo control esencialmente de Francia, aunque en ambos países existían movimientos nacionalistas que se oponían al dominio francés y que organizaron grupos armados. Después de un período de represión, y ante el aumento de la rebelión, Francia inició negociaciones con los poderes locales a fin de acordar la independencia. En marzo de 1956 se proclamó la independencia de Marruecos, y el sultán se convirtió en el rey Mohammed V. Un año más tarde, accedió a la independencia Túnez, y poco después el líder nacionalista proclamó la República de Túnez, de la cual fue su primer presidente.

España poseía cuatro territorios coloniales en África: Ifni, Sahara Occidental, Guinea Ecuatorial y el Norte de Marruecos (Rif).

Argelia era administrada por Francia. En octubre de 1954, un grupo de nacionalistas, encabezados por Ben Bella, fundaron el Frente de Liberación Nacional (FLN), que inició una rebelión. El conflicto argelino provocó una grave crisis política en Francia, que llevó al poder, en 1958, al general De Gaulle quien optó por dar un giro radical a la situación y reconocer el derecho a la autodeterminación del pueblo argelino (1959). En julio de 1962 se proclamó la República Popular y Democrática de Argelia, presidida por Ben Bella, quien implantó un régimen con rasgos socializantes.

La descolonización subsahariana

El despertar del África negra

Entre 1955 y 1965, la independencia de los países africanos fue un proceso continuo.

En el África británica, la mayoría de los territorios alcanzaron la independencia de una manera pactada, con la excepción de Kenia por la insurrección del grupo Mau-Mau (1950-53). Kenia consiguió la independencia en 1963. Ghana en 1957. Posteriormente lo hicieron Nigeria (1960), Sierra Leona (1961), y Uganda (1962).

En el África francesa, la única insurrección popular tuvo lugar en Madagascar en 1947. En 1958, se propuso un referéndum para la autonomía en el seno de la Comunidad Francesa o una independencia. Guinea, votó la independencia, el resto aceptaron las condiciones de los franceses. Pero el proyecto de la Comunidad Francesa jamás llegó a funcionar y en 1960 accedieron a la independencia.

Uno de los casos más conflictivos fue el Congo Belga. En 1958, el Movimiento Nacional del Congo reclamó la independencia, aceptada por Bélgica en 1960. En 1965, Mobutu dio un golpe de Estado. En 1966, el antiguo Congo Belga tomó el nombre de Zaire.

Bandung y el nacimiento del Tercer Mundo

La conferencia de Bandung

La descolonización dio lugar a la desigualdad económica en todo el planeta, considerado por muchos como el problema más grande de la actualidad. Las tres cuartas partes de la humanidad presentan condiciones de vida próximas a las de subsistencia y hay un claro vínculo de pobreza y colonialismo, ya que la mayoría de los países más pobres del mundo son antiguas colonias.

El primer intento de reunir a los estados afectados por la dominación colonial para reivindicar sus derechos fue la conferencia que se convocó en Nueva Delhi en 1947. Pero fue en la Conferencia de los Pueblos Afroasiáticos, convocada en Bandung en 1955, donde los nuevos Estados adquirieron un lugar importante en la política internacional.

Reafirmaron la soberanía y la igualdad de todas las naciones, y la condena a toda discriminación y a toda intervención extranjera en los asuntos internos en un Estado. Defendieron la paz, el desarme y la prohibición de armamento atómico. La Conferencia dio paso a una nueva actitud colectiva: la no alineación.

Características del neocolonialismo

En primer lugar, existe una fuerte dependencia comercial, un intercambio desigual. Los países subdesarrollados exportan materias primas, cuyo precio es bajo, pero importan productos elaborados de los países ricos, de precio más elevado. En segundo lugar, el Tercer Mundo tiene una gran escasez de capital y depende financieramente del mundo desarrollado, viéndose forzados a pedir préstamos con un interés elevado. Además, los países ricos, aprovechan la mano de obra barata y las ventajas fiscales del tercer mundo.

En tercer lugar, existe una dependencia tecnológica. Como el tercer mundo no tienen tecnología moderna ni medios propios para conseguirla, deben comprarla a los países avanzados. Lo que da lugar a un flujo de capitales de los países pobres hacia los ricos favoreciendo su descapitalización.

El mundo capitalista: la hegemonía de Estados Unidos

El modelo capitalista de Estados Unidos

Los países industrializados de economía capitalista -EE.UU., Europa occidental, Japón, Canadá, Australia, etc.- conocieron, entre 1945 y 1973, una época de prosperidad y de estabilidad política.

La política económica de EE.UU. Se basaba en: una notable cantidad de recursos naturales y un control del petróleo, constante innovación, creación de multinacionales, extraordinaria capacidad financiera. La banca estadounidense era la más grande y dinámica. El dólar se consolidó como la moneda mundial de referencia. Esto dio lugar a la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.

Pero la prosperidad no supuso la desaparición de las desigualdades sociales. Hacia 1960, entre el 20 y el 25 % de las familias eran pobres y una buena parte de ellas eran de raza negra, que sufría una gran marginación unida a la delincuencia, la droga y la facilidad de acceso a las armas de fuego. La lucha por la igualdad de derechos de los negros tuvo su máximo exponente en Luther King, defensor de la no violencia Panteras negras. Por otro lado, surgieron movimientos hippies y feministas, que reclamaron la igualdad de derechos y oportunidades.

La democracia liberal estadounidense

El sistema político de estados Unidos estaba basado en la Constitución de 1787, aunque modificada por numerosas enmiendas como la que suprime la esclavitud (1865) o la que reconoce el derecho a voto de la mujer (1920); establece una estructura de Estado federal, que agrupa estados que mantienen su propio gobierno. Se rige por un sistema bipartidista en el cual el presidente es elegido directamente por la población. Sus cámaras legislativas son el Senado y la Cámara de Representantes.

El demócrata John F. Kennedy impulsó la Nueva Frontera, con tres ejes de actuación: la lucha contra la pobreza; el fomento del progreso científico y tecnológico para ganar la carrera espacial (llegada del primer hombre a la Luna en 1969) y, finalmente, el fomento de la paz, leyes no discriminatorias, programa de pensiones, subvención a las escuelas, etc. esta política fue en parte continuada por su sucesor Lindon B. Johnson.

Pero más tarde, Ronald Reagan y Bush propiciaron una política neoliberal que implicaba el apoyo a las grandes empresas, la reducción de los programas de ayuda social y un aumento de los gastos militares.

Crisis de transformación del capitalismo en Occidente

Se desarrolló una época de crecimiento económico sin precedentes, el de los treinta gloriosos años (1945-1973). Se crearon todo tipo de industrias, aumentó la productividad debido a la aplicación de nuevas tecnologías y el alto consumo de fuentes de energía.

Las tasas de crecimiento anual superaron el 5%, incluso Japón con un 10%. La producción mundial en todos los sectores triplicó su valor y las exportaciones se multiplicaron por siete. Pero este desarrollo tenía elementos negativos y fuertes costes sociales y mediambientales: la compra de materias primas a países menos desarrollados a unos precios muy bajos, provocó que los países más ricos se hicieran todavía más fuertes.

En la década de 1970, este modelo de crecimiento entró en crisis y se produjeron aumentos generalizados de precios e inflación en muchos países.

Estados Unidos sufrió una desaceleración económica. La Guerra de Vietnam hizo aumentar los gastos militares y provocó una caída de presupuesto. La disminución de sus exportaciones, el aumento del precio de las importaciones y la disminución de las reservas de oro empeoraron la situación. Ante las dificultades, Nixon (1971) suspendió la convertibilidad en oro del dólar, y en 1973 se decretó la variación de esta moneda en función de la oferta y la demanda. Esta decisión alteró los intercambios internacionales y provocó una crisis de confianza financiera internacional.

En 1973 se produjo la crisis del petróleo, ya que la OPEP (Organización de Países Exportadores del Petróleo), cuadriplicaron el precio del barril. El petróleo dejó de ser una energía barata. Esto repercutió en la subida de precio de todos los productos, aumentó la inflación, la demanda disminuyó y el paro se disparó. Se elevaron los tipos de interés del dinero y, con ello, se agravaron los efectos negativos sobre la producción y el empleo.

Las economías más desarrolladas disminuyeron sus importaciones, por lo que también lo hizo el comercio internacional. Mientras que los países menos desarrollados disminuyeron sus exportaciones, y las tasas de inflación y de paro crecieron. Esto originó una importante recesión económica (estanflación), y aunque la recesión parecía controlada en 1979, se produjo una nueva subida de precios. Se triplicaron las tasas de paro y de inflación, y no se pudo controlar la situación con los medios habituales.

A principios de la década de 1980, hubo una revolución tecnológica con la extensión de los sistemas informáticos (robotización). Se luchó por aumentar la liberación del comercio y se permitió que le mercado actuase sin regulaciones. Por último, el Estado del Bienestar empezó a debilitarse porque los Estados no podían costearlo y se impuso un nuevo modelo de economía mundial, más globalizada.

El mundo socialista: la hegemonía soviética

La URSS después de Stalin

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Con Stalin empezó la gran expansión del comunismo y la URSS se convirtió en una superpotencia económica y militar capaz de disputar el dominio mundial a Estados Unidos, con quien mantendría una constante carrera armamentística.

El sistema unía el Partido y el Estado, no se permitía la distancia y existía una ideología oficial y única: el socialismo leninista. La política económica se basaba en la planificación centralizada. El sistema fue generando estrato de gobernantes a varios niveles, que acabaron constituyendo una nueva clase dirigente, conocida como la nomenklatura.

Jruschev (1953-1964), puso en marcha la desestalinización mediante su Informe Secreto denunciaba los crímenes de Stalin.

Jruschev fue sustituido en 1964 por Breznev en la Secretaría del PCUS y poco después también en la jefatura del Estado. La jefatura de Breznev duró hasta su muerte en 1982.

3.2. PROGRESO ECONÓMICO Y “SOCIALISMO DESARROLLADO”.

En un primer momento se dio prioridad a la industria pesada y a los transportes. A principios de la década de 1950, la industria se había recuperado pero presentaron problemas el abastecimiento agrícola y los bienes de consumo, que todavía escaseaban. Pero en los años sesenta, la política soviética aumentó la eficiencia en la agricultura logrando el autoabastecimiento en productos alimenticios, mientras que los bienes de consumo seguían escaseando para mantener la potencia militar.

Aumentó el consumo de la población y se universalizaron los grandes servicios (educación, sanidad, vivienda y transportes), que el Estado proporcionaba de manera gratuita. Incluso en 1957, la tecnología soviética fue capaz de enviar al espacio al primer satélite artificial de la historia, el Sputnik 1, y en 1961, la primera nave espacial tripulada con Gagarin.

Difundieron la idea, en los años setenta, de que la sociedad soviética había entrado en la fase del socialismo desarrollado, una sociedad sin clases, sin apropiación privada de la riqueza igualitaria con un alto grado de bienestar. El comunismo llegará a continuación, con la desaparición del Estado. Donde la población tenía sus necesidades básicas cubiertas, pero el constante enfrentamiento con el mundo capitalista empobreció a la URSS, que empleaba enormes esfuerzos económicos en los gastos militares y en la ayuda a países del Tercer Mundo, a los que sostenía en su enfrentamiento con Occidente.


  1. LA DESAPARICIÓN DE LA URSS Y EL FIN DEL MUNOD BIPOLAR.


4.1. INMOVILISMO Y CRISIS DEL SISTEMA SOVIÉTICO.

El atrasado modelo político y la falta de libertades generaban un clima de descontento que se hizo más agudo debido a los problemas económicos, ya que había grandes gastos militares y muchas ayudas al tercer mundo. En consecuencia, a finales de los años setenta la URSS entró en crisis.

La situación se vio agravada por la recesión económica mundial iniciada en 1973. El hundimiento del comercio internacional redujo las exportaciones y dificultó sus importaciones de productos básicos, necesarias para alimentar a la población, y las dificultades para devolver los préstamos debido a la revalorización del dólar.

Cuando a principios de la década de 1980 el capitalismo inició una profunda reconversión tecnológica y empresarial los dirigentes soviéticos fueron conscientes de que los países occidentales estaban aventajados en el terreno económico.


4.2. LAS REFORMAS DE GORBACHOV.

Parecían urgentes los cambios. Esta tarea fue emprendida por el nuevo líder soviético Gorbachov, que accedió al poder en 1985. Las reformas se basaban en reestructuración y transparencia del sistema con participación del pueblo:

  • En el terreno económico se intentó aumentar la producción y la productividad, y estimular las empresas introduciendo incentivos y facilitando formas de mercado libre para los productos.

  • En el terreno político se promovió la participación política de la población fuera del partido y se permitió la libertad de expresión. Se propuso la elaboración de una nueva constitución. Se pretendía que los viejos soviets tuviesen mucho más protagonismo, así como los sindicatos.

  • Se inició la elaboración de un nuevo Tratado de la Unión que establecía una relación más equilibrada entre las diversas repúblicas nacionales, con mayor participación de cada una de ellas en las decisiones comunes.


Gorbachov emprendió también una nueva política internacional cuyos objetivos eran el entendimiento con Occidente y reanudar las conversaciones sobre reducción de armamento, intentando poner fin a la presencia del ejército soviético en la Alemania del Este. Esta política conllevó la disolución del Pacto de Varsovia.

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