El régimen demográfico antiguo:
hasta principios del Siglo XX
En España, el régimen demográfico antiguo se mantuvo hasta principios del Siglo XX. Se caracterizó por altas tasas de natalidad y de mortalidad y por un crecimiento natural bajo.
a) La natalidad presentaba valores elevados debido a estas causas:
• Predominaban una economía y una sociedad agrarias, donde los hijos ayudaban desde muy pronto en las labores del campo; eran baratos de mantener; y aseguraban el porvenir de sus progenitores, ante la inexistencia de seguros de accidentes, enfermedad o jubilación.
• No había sistemas eficaces para controlar la natalidad. La única posibilidad era retrasar el matrimonio en las coyunturas de crisis, para acortar el periodo fértil de la mujer y reducir los nacimientos.
• La elevada mortalidad infantil obligaba a tener muchos hijos para poder conservar unos pocos.
b) La mortalidad general era alta y oscilante. Sus causas eran el bajo nivel de vida y las precarias condiciones médicas y sanitarias.
• La dieta alimenticia era escasa, por la baja productividad agraria; y desequilibrada por falta de proteínas: el pan era el alimento básico y esCaseaban la carne, la leche y los huevos. Como consecuencia, la mayoría de la población estaba malnutrida y debilitada.
• Las enfermedades infecciosas transmitidas a través del aire (tubercu-losis, bronquitis, pulmónía, gripe) o del agua y los alimentos (diarreas, cólera) tenían alta incidencia. A ello contribuían el atraso de la medicina, el desconocimiento de las vías de transmisión de las enfermedades, y la falta de higiene privada y pública (tardío establecimiento de servicios de agua potable, alcantarillado y recogida de basuras).
A la elevada mortalidad general se sumaban momentos de mortalidad catastrófica causada por epidemias, guerras y malas cosechas de cerea-les, que provocaban la subida del precio del grano y el hambre y la muerte de quienes no podían pagarlo.
La mortalidad infantil también era alta. Tanto la neonatal (en las cuatro primeras semanas) por defectos congénitos y problemas en el parto. Como la posneonatal (entre las cuatro semanas y el año) por desnutrición e infecciones.
La esperanza de vida era baja, debido sobre todo a la elevada mortalidad infantil y materna en el parto o en las complicaciones posteriores.
c) Como consecuencia de las altas tasas de natalidad y de mortalidad. El crecimiento natural era bajo y presentaba oscilaciones debidas a las
Crisis de sobremortalidad
1.2 La transición demográfica: 1900-1975
La transición entre el régimen demográfico antiguo y el actual tuvo lugar entre 1900 y 1975. En comparación con otros países de Europa occidental, se inició más tarde, pero duró menos y fue más intensa. Se caracterizó por una disminución suave de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y, en consecuencia, un elevado crecimiento natural.
a) La natalidad descendíó de forma más suave y discontinua, alternando periodos de mayor decrecimiento con otros de recuperación, en relación con los acontecimientos históricos.
• Entre 1900 y 1920, la natalidad descendíó al iniciarse el control voluntario de los nacimientos mediante sistemas tradicionales. En ello influyeron una mayor supervivencia de los hijos al reducirse la mortalidad infantil; y las desfavorables repercusiones de la I Guerra Mundial, durante la cual la exportación de productos a los países beligerantes motivó una fuerte subida de los precios para la mayoría de la población.
• En la década de 1920, la natalidad se recuperó gracias a la prosperidad económica.
• Entre 1930 y 1956 se reanudo el descenso. Las causas fueron la crisis económica de 1929 y la inestabilidad política de la Segunda República
(1931-1936): la Guerra Civil (1936-1939), que ocasiónó subnatalidad; y la situación de la posguerra (1940-1955), marcada por el exilio de miles de personas y por graves dificultades económicas derivadas de la política autárquica y del bloqueo internacional. Todo ello impidió la recuperación de los nacimientos que suele sequir a las guerras – excepto los años 1940-
1941 -. La política pronatalista de Franco, que instituyó premios de natalidad y prohibíó los anticonceptivos, no compenso esta tendencia.
• Entre 1956 y 19 65erpretan como el baby ación de la natalidad que alqui
nos demógrafos inter económico que siguió a m marsbelico retrasaca/su-cional y de la autarquía.
debió al desarrolismo económico que siguió al final del bloqueo indo. Se
• Entre 1965 y 1975 (Utinos us is recuecen le va) disminuyo de nuevo
• Etamano familiar. La causa de vida insustrate valor económico nuevo
el tara consolidarse un tredas vos seguros aburbano, con graves e tos hijos as de vivienda. Y extenderse los seguros laborales y de verez.
b) La mortalidad general descendíó de forma acusada durante la transición demográfica*, excepto en dos momentos de mortalidad catastro-fica: la gripe de 1918 y la Guerra Civil. Las causas fueron el incremento del nivel de vida y los avances médicos y sanitarios, que redujeron los anteriores riesgos de muerte*
. El incremento del nivel de vida se manifestó en la mejora de la dieta, que durante la década de 1960 súperó la malnutrición y la escasez de la posguerra; y en el crecimiento del nivel educativo y cultural, que permitíó intensificar la prevención y abandonar costumbres tradicionales nocivas para la salud.
• Los avances médicos más destacados fueron las vacunas y la comercialización de los antibióticos, que eliminaron la mortalidad catastrófica por epidemias a partir de la de gripe de 1918 y redujeron la incidencia de las enfermedades infecciosas. También tuvieron efectos positivos la generalización de los nacimientos en clínicas, que disminuyó la mortalidad materna; y la extensión de la sanidad pública (seguridad social). Los avances sanitarios consistieron en la mejora de la higiene privada y pública servicios urbanos de agua potable, alcantarillado y recogida de basuras.
• La mortalidad infantil también decrecíó, sobre todo la posneonatal causada por infecciones y desnutrición, gracias a las mejoras de la pediatría, la alimentación infantil y el cuidado materno.
• La esperanza de vida se elevó, primero, por la reducción de la mortalidad infantil y materna; y desde mediados del Siglo XX, por el descenso de la mortalidad en la edad adulta.
c) Como consecuencia, el crecimiento natural de la transición fue alto, especialmentesecues1920 y 1965, cuando la mortalidad descendió fuer temente, mientras la natalidad pasaba por dos máximos separados por la Guerra Civil. Desde 1965, el crecimiento se recorto, al estabilizarse la mortalidad en cifras baias y restablecerse el descenso de la natalidad.
El régimen demográfico actual: a partir de 1975
El régimen demográfico actual se extiende desde 1975 hasta nuestros días.
Se caracteriza por bajas tasas de natalidad y de mortalidad y por un crecimiento natural muy reducido o negativo.
a) La natalidad descendíó a partir de 1975 hasta situarse en cifras bajas.
En esta situación se distinguen dos momentos:
• Entre 1975 y 1998 tuvo lugar un brusco descenso de los nacimientos.
Así, en 1981, el índice sintético de fecundidad alcanzó la cifra de 2,1 hijos por mujer -el límite que permite reemplazar a la población – y continuó decreciendo hasta alcanzar su valor mínimo en 1998 (1,15 hijos por mujer).
Las causas han sido los cambios económicos y socioculturales sucedidos en estos años.
– La situación económica retrasó la edad del matrimonio, con el consiguiente acortamiento del periodo fértil de la mujer. Primero, como resultado de la crisis de 1975, que disparó las cifras de paro. Y desde 1980 por la precariedad laboral y el alto precio de compra y alquiler de vivienda, que dificulta la emancipación de los jóvenes, y prolonga su formación y permanencia con los padres. Además, la liberalización de las relaciones familiares favorece la permanencia de los hijos con los padres.
– La sociedad española ha experimentado cambios de mentalidad y de valores desde la transición a la democracia (1975) que han colaborado en el descenso de la natalidad.
Ha disminuido la influencia religiosa.
se han despenalizado y difundido los anticonceptivos, usados primero para dejar de tener hijos a cierta edad y reducir el tamaño familiar; y luego para programar el momento de la concepción, lo que contribuyó a retra. Sarla y a aumentar la Edad Media de la maternidad.
Se han legalizado el divorcio y el aborto en ciertos supuestos.
Las mujeres se han incorporado de forma creciente al trabajo fuera del hogar y retrasan la maternidad hasta consolidar su situación laboral. De modo que la mayoría de los nacimientos se producen en el grupo de los
10-34 años. Además, muchas tienen aricultades para conciliar la vida Somnilar y laboral. Dada la escasez de guarderías a precios asequibles a el mantenimiento de cano de los hijos seXistas en el reparto de bros y domésticas y en el cuidado de los hijos.
Los hijos ya no se consión social snio que si as padras en la vejez, ante e/ progreso de la protecciere tener menos y atentecio su formación y bien.
proa, por lo que se prefiere tener menos y atenderlos mejor.
Además. Los gastos y la de dice mas ingresos para compiten con el deseo tiempo libre para el ocio.
Adema padres de disponer de más ingresos para el consumo y de seo
Desde 1998, la natalidad se mantiene baja y muestra ligeras oscilaciones ligadas a la coyuntura económica y a la inmigración.
– Entre 1998 y 2008, la natalidad experimentó una ligera recuperación motivada por la favorable coyuntura económica; los nacimientos aplazados de las generaciones más numerosas del baby boom; y la inmigración extranjera. Esta última contribuye al aumento de la natalidad sobre todo por el incremento de mujeres en edad fértil, que inicialmente tenían también una fecundidad más alta que las mujeres españolas (2,3 hijos por mujer en 1996).
– La crisis de 2008-2013, ocasiónó un nuevo descenso de la tasa de nata-lidad. Las familias sufrieron un enorme incremento del paro, flexibilización laboral, reducción salarial y dificultades para acceder al crédito.
Además, la inmigración disminuyó. Se redujo la fecundidad de las mujeres extranjeras dado que las familias numerosas son generalmente incompatibles con el objetivo de la mayoría de los inmigrantes -mejorar la situación económica-, con las dificultades que encuentran para conseguir trabajo, y con el tipo de condiciones laborales habituales. Y tuvo lugar un incremento de las mujeres procedentes de Europa centro-oriental, con tasas de natalidad muy bajas.
– Desde 2014 a 2020, el inicio de la recuperación económica y el aumento de la inmigración extranjera no supusieron una elevación de la tasa de natalidad. Entre la población joven en edad de procrear persisten el alto riesgo de pobreza, los bajos salarios y la inestabilidad laboral; y además. Una parte antepone otros objetivos a la formación de una familia, como estudiar, formarse, o viajar.
Y entre muchas mujeres que desean tener más hijos, actúan como freno las razones económicas y las dificultades de conciliar la vida familiar y
laboral.
– Desde 2020, la pandemia de la COVID-19, generadora de una nueva Crisis económica y laboral, ha repercutido negativamente en la tasa de natalidad.La mortalidad general se mantiene baja, ascendiendo levemente desde 1982 por el envejecimiento de la población debido al aumento de la esperanza de vida. Sus ligeras oscilaciones responden a que el incremento de la esperanza de vida en ciertos momentos «pospone» los fallecimientos (la tasa desciende), pero los acumula unos años después (la tasa asciende). O se deben a situaciones excepcionales, como la pandemia de la COVID-19.
Las causas de la mortalidad general han cambiado. Disminuye la importancia de las enfermedades infecciosas y predominan las llamadas tres
«C»: enfermedades cardiovasculares, cáncer y accidentes de carretera.
Además, crecen las enfermedades ligadas al envejecimiento -Alzheimer-y a ciertos hábitos sociales -alcoholismo, tabaquismo y drogadicción-.
La mortalidad infantil es hoy muy baja y principalmente neonatal por complicaciones en el parto o malformaciones congénitas.
La esperanza de vida ha aumentado debido a los progresos médicos. No obstante, presenta diferencias por sexo, edad y estatus social.
• Por sexos, la esperanza de vida femenina es más alta. Las mujeres tienen mayor fortaleza biológica por motivos hormonales e inmunológicos.
En cambio, los hombres han tenido tradicionalmente un estilo de vida con mayor riesgo: más participación directa en las guerras; trabajos de mayor desgaste físico y probabilidad de accidentes; hábitos menos saludables
-alimentación más desordenada y más consumo en exceso de alcohol y tabaco-; menor cuidado por su salud; y más accidentes en la carretera.
En los últimos años, la aproximación del estilo de vida entre los dos sexos reduce la diferencia de esperanza de vida entre ambos.
• Por grupos de edad, las mayores ganancias en esperanza de vida desde 1975 se registran entre los más ancianos (70 y 80 años), gracias a los avances médicos.
° Por estatus social, la esperanza de vida es más alta para las profesiones más cualificadas, con menor mortalidad laboral; y las clases más adinera-das, que pueden pagar más servicios sanitarios y de mayor calidad.
C) El crecimiento natural en el régimen demográfico actual es reducido o negativo, presentando ciertas oscilaciones debidas a las variaciones experimentadas por las tasas de natalidad y de mortalidad.