Generación del 98: Una Mirada Profunda
Contexto Histórico y Origen
La Generación del 98 debe su nombre a la fecha de la pérdida de las últimas colonias españolas de ultramar en 1898. Azorín popularizó esta denominación a través de diversos artículos publicados en 1913.
En la génesis del grupo del 98 encontramos los siguientes impulsos:
- Un deseo de renovación estética que se extiende desde la teoría hasta la práctica.
- Una actitud crítica ante el presente, que conecta con los ilustrados, con Larra, y con los liberales regeneracionistas y krausistas.
- Diversas influencias culturales e ideológicas, como el vitalismo de Nietzsche, el existencialismo de Kierkegaard, el pesimismo de Schopenhauer, y en el ámbito artístico, influencias del impresionismo y el simbolismo.
La nómina imprescindible de autores incluye a Unamuno, Baroja y Azorín. De manera relativa, se suele citar también a Valle-Inclán y Machado.
Rasgos Distintivos de la Generación del 98
- Una actitud ética que los lleva a reflexionar sobre la sociedad española y sus problemas sociales y culturales. El paisaje castellano y la identificación de Castilla con España se convierten en temas característicos del grupo.
- Preocupaciones existenciales: el ser, el anhelo de inmortalidad, la voluntad, la abulia y el paso del tiempo son temas constantes en la obra de estos autores.
- En el aspecto estético, tienden a la sencillez, persiguen una expresión personal y se alejan de la retórica ampulosa y vacía.
- Cultivan todos los géneros literarios, pero el ensayo, utilizado como vehículo para su ideología, es el que adquiere mayor difusión e importancia.
Desde esta perspectiva, y teniendo en cuenta sus diferencias personales, se puede hablar de un grupo de autores que, en los primeros años del siglo XX, comparten dos preocupaciones básicas: la renovación profunda de la literatura a partir del lenguaje y la crítica de una sociedad y un país que desean renovar.
La Novela en la Generación del 98
La postura renovadora de los autores del 98 en el género narrativo se observa en la voluntad de innovar tanto en los temas como en las formas:
- Se producen alteraciones en el discurrir lineal del tiempo.
- Se introducen pasajes ensayísticos y líricos.
- Las obras son más breves.
- Frente a la exhaustiva descripción de la realidad propia de los escritores realistas del siglo XIX, se prefiere la técnica impresionista.
La fecha clave de esta generación de narradores es 1902, año en que se publican tres novelas que muestran la nueva concepción artística que pretende superar el realismo decimonónico: La voluntad de Azorín, Camino de perfección de Baroja y Amor y pedagogía de Unamuno.
Autores Destacados
Miguel de Unamuno (1864-1936)
Su obra está marcada profundamente por su trayectoria personal. Su carácter crítico, independiente y obsesivo se refleja en sus escritos. Fue un gran ensayista y cultivó todos los géneros literarios. Como recurso básico, utiliza fundamentalmente la paradoja y la contradicción.
La aportación más importante de Unamuno a la novela se manifiesta en la “nivola”, que supone una renovación profunda de la técnica narrativa:
- Renuncia a cualquier planteamiento previo.
- Se suprimen las descripciones y situaciones.
- El protagonista aparece siempre en lucha existencial.
- El diálogo adquiere una importancia fundamental.
De su producción, cabe destacar:
- Niebla: tiene como tema central la angustia de la existencia humana, derivada de su destino último: la muerte, la nada.
- San Manuel Bueno, mártir: relato corto en el que Unamuno toma como protagonista a un sacerdote que finge la fe que no siente para no hacer infeliz a su pueblo.
Pío Baroja (1872-1956)
Baroja es, ante todo, un novelista. Una de las aportaciones más interesantes de su obra se encuentra en su teoría de la novela. El tono agrio y pesimista es una constante en su obra. Un tema recurrente es la protesta contra la sociedad del momento. La presencia de la acción es otra constante en su producción narrativa.
Casi la mitad de sus numerosas obras (98 volúmenes) están agrupadas en 10 trilogías. Las más importantes son:
- Tierra vasca.
- La lucha por la vida (La busca, Mala hierba y Aurora roja): las tres tienen como protagonista al antihéroe Manuel Alcázar.
- La raza: dentro de esta trilogía encontramos El árbol de la ciencia, obra en dos partes divididas por una larga conversación filosófica entre el protagonista, Andrés Hurtado, y su tío, el doctor Iturrioz.
El estilo de Baroja es sencillo y sobrio. Utiliza párrafos cortos y frases muy breves. El ambiente, entendido como contexto físico y social, es el factor de cohesión de los distintos elementos de sus obras. El tema central de sus principales novelas es la búsqueda existencial que se concreta en el fracaso.
Azorín (1873-1967)
Desde una actitud radical, cercana al anarquismo en su juventud, evoluciona hasta posturas conservadoras y reaccionarias. Toda la literatura de Azorín gira en torno al concepto del tiempo, su constante pasar, su fugacidad. Sus novelas prácticamente carecen de argumento; se reducen a la descripción de las sensaciones de los protagonistas y la descripción de los ambientes.
Sus mejores novelas, cercanas al ensayo, son: La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. Las tres tienen un tono autobiográfico, y en ellas el autor se limita a describir las impresiones del protagonista ante paisajes, ciudades y personas.