Desequilibrios del Mercado e Interrelación, Mercados y Equilibrio
Los desequilibrios del mercado se manifiestan a través de la competencia imperfecta, las externalidades y la información imperfecta. En el equilibrio general, es crucial relacionar todas las ofertas y demandas de un vasto número de factores y productos. El equilibrio competitivo se alcanza cuando el valor que un consumidor otorga a una unidad convencional es igual al costo que representa para el empresario. La eficiencia económica implica que el propio mercado es capaz de asignar de manera eficiente los recursos para la producción, bajo el supuesto de que el interés individual de cada agente conduce a un interés de mercado correcto.
Externalidades y sus Implicaciones
Las externalidades negativas, como la contaminación, provocan que los mercados produzcan una cantidad mayor que la socialmente deseable, generando la necesidad de internalizar estos costos. Las soluciones privadas a las externalidades incluyen códigos morales y sanciones sociales, la actuación de los poderes públicos, y el mercado, recurriendo a los intereses personales de las partes involucradas. El teorema de Coase propone resolver el problema de las externalidades, aunque su aplicación práctica es limitada, ya que los agentes privados a menudo no pueden resolver estos problemas por sí mismos. Para abordar esta situación, los estados suelen establecer controles directos o recurrir a incentivos económicos. Los controles directos pueden resultar innecesariamente costosos, mientras que las leyes de responsabilidad civil obligan al causante del daño a compensar a los afectados. Las medidas basadas en el mercado, como impuestos sobre emisiones y permisos de contaminación transferibles, ofrecen alternativas eficientes.
Información Imperfecta
La información imperfecta, un tercer desequilibrio del mercado, se basa en que los vendedores a menudo poseen un conocimiento más detallado sobre la calidad y los precios de los bienes que los compradores, lo que se conoce como información asimétrica.
Bienes Públicos (Externalidades Positivas)
Los bienes públicos son aquellos cuyo disfrute no es excluyente y cuyo coste marginal de extender el servicio a un usuario adicional es cero. No son rivales ni excluibles, a diferencia de los bienes privados, que sí presentan rivalidad en el consumo y posibilidad de exclusión para quienes no pagan.
Funciones del Estado
Las funciones del Estado se engloban en tres grandes áreas:
- Mejorar la eficiencia económica combatiendo los desequilibrios del mercado.
- Estabilizar la economía y propiciar el crecimiento económico.
- Procurar la equidad mejorando la distribución de la renta a través de impuestos y transferencias (las transferencias en especie son aquellas realizadas en forma de bienes y servicios).
El ciclo vital es el patrón regular de evolución de la renta a lo largo de la vida de una persona. La renta permanente es la renta normal, excluyendo factores o perturbaciones transitorias.
Lucha contra las Desigualdades de Renta
La aparición del Estado de bienestar implica que el Estado modifica las fuerzas del mercado para proteger a los individuos ante determinadas contingencias y garantizar un nivel mínimo de vida. La disyuntiva entre eficiencia y equidad surge al redistribuir la renta de los ricos a los pobres, ya que esto puede reducir la eficiencia económica.
El Estado y los Impuestos
El Estado utiliza tres instrumentos básicos para influir en la actividad económica: impuestos, gasto público y regulación. Los impuestos reducen la renta y el gasto privados, y son fuente de recursos para el gasto público. El conjunto de impuestos se denomina sistema tributario, que también sirve para reducir los incentivos para llevar a cabo determinadas actividades sujetas a impuestos y fomentar otras menos gravadas. Un impuesto puede originar una pérdida irrecuperable de eficiencia y, por tanto, una reducción del excedente total.
Para que un sistema tributario sea equitativo, se busca que los impuestos sean justos y generen un reparto equitativo de la carga, basándose en dos principios principales:
- El principio del beneficio, según el cual los individuos deben pagar impuestos por los servicios públicos de los que se benefician.
- El principio de la capacidad de pago, que se basa en que cada individuo pague en función de su capacidad para soportar la carga.
Ambos principios intentan ser equitativos, es decir, que todos paguen lo mismo o que aquellos con mayor capacidad paguen una cantidad mayor.
Finalmente, la regulación no se limita a órdenes de dirección y control, sino que abarca una amplia gama de tareas. La regulación puede ser de dos tipos:
- Regulación económica: controla precios, producción, entrada y salida de los mercados, etc.
- Regulación social: se emplea para proteger el medio ambiente, la salud, etc.