EL PROCESO DE TRANCISIÓN A LA DEMOCRACIA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1978.
El mayor éxito del régimen franquista, el desarrollismo económico de la década de los 60, supuso también la principal causa de su caída, ya que perdíó sus principales bases sociales. Así, optarán por la democracia las nuevas clases medias deseosas de libertad y las clases altas interesadas en el ingreso del país en la CEE. Aunque a la muerte de Franco en 1975 sube al trono el rey
Juan Carlos I, que se supónía que debía garantizar la perpetuación del régimen, el camino hacia la democracia es asumido con un gran consenso por casi todos los partidos políticos, que deberán hacer frente en todo caso a la fuerte conflictividad social y al efecto distorsionador que desde el principio supone el terrorismo. Pese a las dificultades de la crisis económica y de las heridas no cerradas de la Guerra Civil, la democracia sienta sus bases con la Constitución de 1978 y se consolida definitivamente, tras el intento de Golpe de Estado de 1981, cuando en 1982 alcanza el poder uno de los partidos perdedores de la Guerra Civil: el PSOE de Felipe González.
Tras la muerte del general Franco el 20 de Noviembre de 1975, dos días después las Cortes proclaman rey de España a Juan Carlos I. Las diferentes opciones políticas acogieron el cambio presentando tres alternativas diferentes: continuismo-inmovilismo, reformismo-aperturismo y rupturismo. Debido a la fuerza de los sectores inmovilistas del régimen, el rey debe nombrar presidente del gobierno a Carlos Arias Navarro. Éste opta por una política reformista muy tibia, compensada por el reformismo más profundo defendido por Torcuato Fernández Miranda, que es nombrado presidente de las Cortes, convirtiéndose en la mano derecha del rey durante el proceso de Transición. Carlos Arias Navarro forma un gobierno en el que se produce un equilibrio entre la ortodoxia franquista y los reformistas o aperturistas. Su programa se limita a otorgar algunas libertades pero sin permitir el pluralismo político, por lo que queda clara su voluntad continuista. Ante la ausencia de reformas, la oposición se une en la llamada Platajunta, producto de la unificación de la Junta Democrática organizada por el PCE y de la Plataforma de Convergencia Democrática organizada por el PSOE. Aumenta la conflictividad social y política con manifestaciones, huelgas y campañas a favor de las libertades democráticas y la amnistía para los presos políticos. A estos problemas se unen los sucesos de Montejurra y los atentados de ETA. Falto de apoyos y forzado por el rey, el presidente Carlos Arias Navarro dimite el 1 de Julio de 1976.
INTRODUCCIÓN
Juan Carlos I, que se supónía que debía garantizar la perpetuación del régimen, el camino hacia la democracia es asumido con un gran consenso por casi todos los partidos políticos, que deberán hacer frente en todo caso a la fuerte conflictividad social y al efecto distorsionador que desde el principio supone el terrorismo. Pese a las dificultades de la crisis económica y de las heridas no cerradas de la Guerra Civil, la democracia sienta sus bases con la Constitución de 1978 y se consolida definitivamente, tras el intento de Golpe de Estado de 1981, cuando en 1982 alcanza el poder uno de los partidos perdedores de la Guerra Civil: el PSOE de Felipe González.
CarácterÍSTICAS GENERALES
La Transición española forma parte del avance democrático en la Europa mediterránea, ya que entre 1974 y 1975 cayeron los regíMenes dictatoriales de Portugal y Grecia. Ausencia de conflictividad política por la larga extensión de la Dictadura, la decidida voluntad del rey Juan Carlos I y las ansias de libertad de la sociedad española, que había conocido desde 1960 de un desarrollo espectacular. La Transición fue un programa de reformas desde arriba y desde la legalidad, por lo que no supuso una ruptura sino más bien una reforma basada en el consenso de la inmensa mayoría de las fuerzas políticas.EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LA TRANSICIÓN
El gobierno de Carlos Arias Navarro (1975-1976)
Tras la muerte del general Franco el 20 de Noviembre de 1975, dos días después las Cortes proclaman rey de España a Juan Carlos I. Las diferentes opciones políticas acogieron el cambio presentando tres alternativas diferentes: continuismo-inmovilismo, reformismo-aperturismo y rupturismo. Debido a la fuerza de los sectores inmovilistas del régimen, el rey debe nombrar presidente del gobierno a Carlos Arias Navarro. Éste opta por una política reformista muy tibia, compensada por el reformismo más profundo defendido por Torcuato Fernández Miranda, que es nombrado presidente de las Cortes, convirtiéndose en la mano derecha del rey durante el proceso de Transición. Carlos Arias Navarro forma un gobierno en el que se produce un equilibrio entre la ortodoxia franquista y los reformistas o aperturistas. Su programa se limita a otorgar algunas libertades pero sin permitir el pluralismo político, por lo que queda clara su voluntad continuista. Ante la ausencia de reformas, la oposición se une en la llamada Platajunta, producto de la unificación de la Junta Democrática organizada por el PCE y de la Plataforma de Convergencia Democrática organizada por el PSOE. Aumenta la conflictividad social y política con manifestaciones, huelgas y campañas a favor de las libertades democráticas y la amnistía para los presos políticos. A estos problemas se unen los sucesos de Montejurra y los atentados de ETA. Falto de apoyos y forzado por el rey, el presidente Carlos Arias Navarro dimite el 1 de Julio de 1976.