Dogmatismo, Escepticismo y el Método Científico: Explorando la Búsqueda de la Verdad


Dogmatismo y escepticismo

El dogmatismo cree que es posible conocer la verdad con total seguridad. Un dogma es un principio firme y cierto sobre el que se puede construir el conocimiento. El escepticismo es una posesión filosófica que niega la posibilidad de conocer la verdad. Como los escépticos niegan la posibilidad de alcanzar la verdad última, también se ven obligados a reconocer las inevitables limitaciones del conocimiento humano. Si no existe ninguna manera de alcanzar la verdad absoluta, lo más prudente será adoptar una actitud tolerante y abierta ante las ideas ajenas.

La ciencia y el método

Mediante el método científico, el investigador aspira a encontrar una ley matemática que le permita explicar causalmente el comportamiento de la naturaleza. Este método, propuesto por Galileo, está basado en la elaboración de hipótesis que después se contrastan experimentalmente para comprobar si son ciertas o falsas. Por esta razón, también se puede llamar método hipotético deductivo. Se puede sintetizar en 4 fases: definición del problema, planteamiento de la hipótesis, contrastación de las hipótesis mediante experimento y obtención de conclusiones.

La ciencia se ocupa de estudiar hechos. Un hecho es un acontecimiento que podemos observar y registrar. En las ciencias naturales, los hechos además pueden medirse de forma cuantitativa. Los científicos explican estos con patrones fijos. Una ley científica es la expresión de una regularidad en los acontecimientos naturales. Las leyes relacionan varios hechos mediante fórmulas matemáticas. Una teoría científica articula diferentes leyes, hechos y observaciones registradas en un ámbito concreto. Estas ofrecen una visión general y coherente sobre un campo determinado. Un paradigma científico es un conjunto de diversas teorías relacionadas que permiten explicar globalmente la realidad, son sistemas integrados de conocimientos, creencias, etc. Estos actúan como un marco explicativo de la realidad, cada paradigma está asociado a una cosmovisión o interpretación del mundo.



El inductivismo y el falsacionismo

El inductivismo (la rama de la filosofía que estudia el conocimiento se llama gnoseología, mientras que la parte de la filosofía que analiza la ciencia se llama epistemología) afirma que la ciencia se construye mediante razonamientos que, partiendo de los casos particulares dados por la experiencia, tratan de obtener conclusiones aplicando la generalización. Ha tenido muchos partidarios, uno de los más influyentes fue Francis Bacon. Los inductivistas, al igual que los empiristas, creen que la ciencia comienza con la experiencia, la observación experimental nos permite elaborar enunciados particulares sobre los hechos que percibimos. Finalmente, después de llevar a cabo la experiencia muchas veces y comprobar que el resultado siempre es el mismo, el inductivista pasaría a generalizar sus conclusiones. ¿Es el inductivismo una descripción satisfactoria? Muchos filósofos creen que no, aunque su planteamiento resulte fácil de comprender, es difícil de justificar adecuadamente en el proceso de generalización.

El falsacionismo es una teoría epistemológica propuesta por Karl Popper a mediados del siglo XX. Según Popper, nunca podemos estar seguros de que una generalización es completamente cierta, ya que abarca un número infinito de casos. Creía que los enunciados científicos solo tienen una validez provisional, una ley científica hace afirmaciones que podemos aceptar totalmente mientras no hayan sido contradichas. Según Popper, los experimentos no pueden verificar completamente una afirmación, pero sí pueden falsearla, demostrando que no es cierta.

La teoría de paradigmas, aunque el falsacionismo resuelve muchos de los problemas del inductivismo, sus críticos afirman que la ciencia en realidad no funciona de acuerdo con el modelo de Popper. Se pueden encontrar muchos ejemplos de afirmaciones científicas que siguen siendo aceptadas después de que un experimento las haya falsado. Según Kuhn, el falsacionismo es incapaz de explicar los grandes cambios que se han producido en las ciencias a lo largo del tiempo. Kuhn elaboró una teoría alternativa al falsacionismo, introduciendo el concepto de paradigma científico. Esta visión incluye una perspectiva sobre los problemas que hay que investigar, los métodos que pueden emplearse para hacerlo y las ideas fundamentales de las que se debe partir. Kuhn cree que la mayor parte del tiempo, los científicos se dedican a producir conocimiento mientras trabajan en un paradigma compartido. Estas son las etapas de la ciencia normal. Según Kuhn, la revolución científica aparece cuando algunos científicos se separan del paradigma establecido y proponen una visión diferente, novedosa e incompatible con la concepción anterior. La diferencia que existe entre el nuevo y el antiguo paradigma hace que ambas visiones de la realidad se excluyan mutuamente.



La hominización y la dignidad

La hominización hace referencia al proceso de evolución biológica mediante el cual surgió nuestra especie. Debemos tener en cuenta cómo la selección natural fue modificando las características anatómicas y fisiológicas de nuestros antepasados. La humanización es un proceso de evolución cultural que va más allá de lo puramente biológico, fue posible por la aparición del lenguaje, de la vida en sociedad y de la técnica.

¿Qué es una persona?

Los humanos somos también seres racionales y libres. Esto nos permite elegir cómo comportarnos y nos abre la posibilidad de dar un sentido a nuestras vidas. Una persona es un ser inteligente, consciente de su propia existencia, libre y racional. Esto hace que cada persona sea consciente de su singularidad individual como ser humano único e irrepetible. Además, una característica muy importante de nuestra dimensión personal es la autonomía para elegir libremente nuestras propias normas. Los seres humanos somos los únicos animales capaces de preguntarse por el sentido de su propia existencia.

En todos los tiempos y lugares, las personas se han cuestionado el significado que tiene la vida humana. ¿Por qué razón estamos vivos? ¿Tiene algún objetivo o propósito nuestra existencia? ¿Hay algo después de la muerte? En la mayor parte de las sociedades tradicionales, estas preguntas han obtenido algún tipo de respuesta mediante los mitos, las creencias tradicionales o la religión. La filosofía también se ha ocupado de ellas, tratando de contestarlas con ayuda de la razón. En general, los filósofos han ofrecido tres planteamientos distintos ante la cuestión del sentido de la existencia: el nihilismo, la respuesta inmanente y el reconocimiento de la trascendencia.

Los filósofos nihilistas no creen que la vida tenga ningún sentido especial. No hay ninguna razón por la que estemos vivos, simplemente hemos surgido como producto de una serie de procesos biológicos. Los humanos solo somos especiales porque somos inteligentes y podemos hacernos preguntas. Nuestra vida, que surgió como fruto del azar, terminará con la muerte, después de la cual no hay nada. Frente a la actitud nihilista, también es posible afirmar que la vida humana sí que tiene un sentido. Unos creen que el sentido de la existencia debe buscarse en la propia vida humana. En cambio, otros consideran que solo es posible explicar el sentido de nuestra existencia en una realidad trascendente que está más allá de nuestro mundo.



La dignidad

El concepto de persona introduce un matiz muy especial para describir lo que somos. Decir que los humanos somos animales racionales y sociales, o seres vivos con una dimensión psicológica y cultural, resulta sin duda correcto, pero también incompleto. Una persona es algo más que todo esto. La dimensión personal tiene en cuenta que, además, somos seres conscientes de nuestra libertad, de nuestra singularidad y de nuestro valor irrepetible. Tal vez el aspecto más relevante de la dimensión personal sea la relación que tiene con nuestra dignidad.

La dignidad hace referencia a la importancia y al valor único e irrepetible de cada persona. La libertad, la consciencia y el carácter singular de cada uno de nosotros determinan que cada ser humano sea portador de un valor intrínseco al que llamamos habitualmente dignidad. Este valor está asociado al simple hecho de pertenecer al género humano, así que no depende de dónde vivamos o del tipo de vida que llevemos. Los derechos humanos se fundamentan en el valor individual que tiene cada uno de nosotros. Por eso se afirma que los derechos humanos son universales, ya que desde que nacemos todos poseemos unos derechos que deben ser respetados a lo largo de nuestra vida.

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