Comprensión Escrita
¿Qué es escribir?
Escribir es la representación gráfica y convencional de una información de manera coherente y adecuada. Implica convertir sonidos en signos, manteniendo la coherencia y adecuación a lo que realmente se quiere comunicar. La escritura es, por tanto, la reproducción de sonidos a través de signos convencionales, resultando en un mensaje coherente y adaptado a la situación comunicativa. La escritura surge de la necesidad de dejar constancia de los acontecimientos.
La escritura tiene una doble faceta: motriz e intelectual.
El primer paso es la faceta motriz, que consiste en enseñar la destreza de realizar trazos correspondientes a los signos. Este aprendizaje requiere paciencia hasta su dominio. Este proceso está intrínsecamente ligado a un proceso intelectual. La escritura no es una cualidad innata. El resultado de la escritura es un texto. Las ciencias del lenguaje se centran en el uso comunicativo de la lengua y resaltan la importancia del texto como unidad de comunicación, que requiere una planificación precisa y tiene su razón de ser en un contexto o situación comunicativa. Por ello, es crucial enfocarse en los diferentes tipos de tipología textual y realizar actividades relacionadas con un contexto determinado. También es importante conocer la finalidad del texto y la intencionalidad con la que se realiza, buscando siempre un marco de construcción de sentido del contenido, ya que la lectura y la escritura no se conciben como un mero proceso de descifrado.
Desde el punto de vista comunicativo, la escritura se concibe como una habilidad que se manifiesta a través de una serie de símbolos gráficos con una intención perdurable.
Las aportaciones de las ciencias del lenguaje se han centrado en el uso comunicativo de la lengua, destacando la importancia del texto como unidad de comunicación planificada y contextualizada. Se enfatizan las distintas tipologías textuales para familiarizar a los estudiantes con las diferentes situaciones y modalidades comunicativas. También se da importancia al estudio de las características de estas tipologías.
Las aportaciones de las ciencias del lenguaje facilitan el acceso a la pluralidad de textos, a partir de la importancia comunicativa que estos tienen.
Partiendo de la base de que el lenguaje escrito se sustenta en el cognitivismo y la psicomotricidad, se distinguen dos momentos:
A. Enseñar a Escribir:
- Aprendizaje del grafismo (trazo, direccionalidad y perfeccionamiento caligráfico). Antes de aprender a escribir, el niño debe ser capaz de trazar líneas rectas, figuras geométricas, etc. (preescritura). La lateralidad y la capacidad de situarse en el espacio también son relevantes en este proceso. Finalmente, se busca el perfeccionamiento de la escritura. Estas son habilidades de tipo psicomotriz.
- Adquisición de la habilidad de escritura como medio de comunicación: Intervienen factores ligados a procesos psicológicos y sociológicos.
B. Etapas del Desarrollo del Grafismo:
- Fase precaligráfica: Trazos rectos temblorosos, curvas mal cerradas, inclinación y dimensión mal controladas, márgenes desordenados (entre los 5 y 8 años).
- Fase de caligrafía infantil: Trazado de líneas rectas y espaciadas, márgenes regulares, palabras y letras bien definidas. El niño manifiesta su expresión personal e inicia su modelo caligráfico (a partir de los 11 años).
- Fase postcaligráfica: Se produce una crisis personal y aparecen las exigencias de agilidad y velocidad en la toma de apuntes, que terminan por diseñar el estilo propio del alumno.
C. Etapas del Proceso Cognitivo de la Escritura
El proceso cognitivo se basa en los siguientes principios:
- La escritura es una técnica que se domina con el aprendizaje.
- No es un producto, sino un proceso que se enriquece continuamente.
- El contexto y la finalidad son determinantes en la elaboración de la escritura.
- La planificación y la revisión son esenciales para conseguir resultados óptimos.
- El escritor debe adoptar una actitud activa que le permita regular y gestionar su trabajo en función de la finalidad comunicativa.
Según los enfoques cognitivos, la escritura se concibe como un proceso en el que intervienen tres etapas fundamentales:
Fase de planificación docente:
Es conveniente preparar el material y la bibliografía necesarios. Un recurso eficaz es establecer cronogramas para una mejor organización del tiempo. También es preciso establecer criterios de evaluación.
El alumno debe considerar todas las relaciones que intervienen en el proceso comunicativo para saber qué tipo de texto debe escribir. Debe organizar las ideas y la bibliografía que empleará.
Fase de textualización:
La textualización puede ser compleja para el alumno, ya que debe dar forma a todo el material anterior. Debe considerar aspectos como la ortografía, el léxico, la sintaxis y la estructuración del texto en párrafos. El proceso de revisión se centra en la forma, y también en verificar si lo escrito transmite el mensaje deseado.
Fase de revisión:
Se evalúa lo escrito en relación con lo planificado. Esta revisión se realiza en dos momentos: durante la redacción y al finalizar. Existen diferentes tipos de revisión:
- Revisión de la forma: Ortografía, puntuación, etc.
- Revisión del contenido: Verificar si se ha plasmado lo que se pretendía.
- Revisión funcional: Reflexionar sobre si se ha logrado el objetivo comunicativo.
Conclusión
Un escritor competente actualiza estos componentes simultáneamente y de manera casi automática, ya que los tiene asimilados. El alumno, en cambio, requiere un aprendizaje progresivo y práctica. Por ello, al trabajar la escritura en el aula, es conveniente que los alumnos comiencen escribiendo párrafos cortos e incluso seleccionando los conocimientos lingüísticos por propiedades.