Duque Medinaceli 1621


.En conjunto, el periodo de los tres últimos Austrias (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) puede Considerarse el periodo de decadencia y pérdida de la hegemonía española en Europa. Durante toda la Etapa, la política exterior fue la mayor preocupación de los gobernantes. La novedad del periodo fue que los Reyes delegaron buena parte de sus atribuciones en manos de personas de confianza, los «validos» .Los más Destacados fueron el Duque de Lerma (Francisco Gómez de Sandoval), con Felipe III, y el Conde-Duque de Olivares (Gaspar de Guzmán), con Felipe IV. De carácter y trayectoria muy diferentes, el Conde-Duque era Un hombre con más condiciones de estadista y más preocupado por la solución de los males de la Monarquía. El Duque .De Lerma, en cambio, aumentó notablemente su fortuna familiar. En ambos casos los Destinos de la Monarquía quedaron en las manos de los validos. Felipe III (1598-1621). Es un reinado de transición e inició el sistema de los validos con el Duque de Lerma. Al acceder al trono y ante la grave situación de la Hacienda real, la política hacia Europa se volvíó «pacifista». Se firmó una tregua con los Países Bajos (1609-1621), que reconocía de hecho la Independencia de la parte norte de los Países Bajos (Provincias Unidas). En política interior se decretó la expulsión de los moriscos en 1609. Se calcula que 300000 personas (4% de la población española de la época) fueron obligadas a abandonar sus residencias, embarcadas a la Fuerza y abandonadas en el norte de África. Esta sangría fue especialmente grave en Aragón y Valencia ya Que los moriscos trabajaban en las zonas de regadío. Muchos nobles valencianos y aragoneses trataron de Evitar la expulsión definitiva. Las zonas fueron repobladas por cristianos viejos de Castilla y Murcia que no Tenían los conocimientos necesarios para continuar desarrollando una agricultura de regadío intensiva. Durante el gobierno del duque de Lerma la administración experimentó un caos debido a la venta De cargos y dignidades y a la colocación en los puestos claves de familiares y clientes del duque (nepotismo). EL REINADO DE Felipe IV (1621-1665) En 1621 murió Felipe III y le sucedíó su hijo Felipe IV, quien continuó la práctica del valimiento. El Nuevo favorito fue el conde duque de olivares. Sin embargo, no son comparables las figuras de Felipe IV y el Conde duque de Olivares con las de Felipe III y el duque de Lerma. Felipe IV era un monarca culto y con un mayor interés por las tareas de gobierno y los problemas de España. Olivares, por su parte, tenía una gran inteligencia política y una sincera voluntad de reforma, aunque sus Proyectos más importantes no pudieron realizarse. La Guerra de los treinta años y el sistema de Westfalia- Pirineos: El ocaso de la dinastía Habsburgo. Desde 1618, la paz europea estuvo amenazada por un conflicto, en principio exclusivamente alemán, Entre protestantes y católicos: los príncipes protestantes alemanes se habían rebelado ante las aspiraciones Políticas y religiosas del emperador Fernando ll, católico intransigente de la dinastía de los Habsburgo, a la Que también pertenecían los monarcas españoles. Este conflicto local acabó siendo europeo y las cuestiones religiosas se convirtieron en un mero Pretexto, ya que lo que realmente se planteaba era el mantenimiento o la modificación del orden Internacional, hasta entonces basado en la hegemonía en Europa de la Casa de Habsburgo a través de sus dos Líneas emparentadas: la española y la austriaca. Todos los conflictos militares europeos se fueron integrando en esta guerra general, y entre ellos la Renovación de las hostilidades hispano-holandesas a partir de 1621, año en que finalizó la Tregua de los Doce Años. Cada nacíón en litigio se alineó en uno de los dos grandes bandos en lucha: A) Los Habsburgo -austriacos y españoles-, que pretendían mantener su hegemonía en Europa. B) Las potencias rivales, lideradas finalmente por Francia, que a pesar de ser una monarquía católica No tuvo escrúpulos en apoyar primero y aliarse después con los protestantes franceses y alemanes. La Guerra de los Treinta Años acabó finalmente con la Paz de Westfalia (1648), que tuvo para España Dos consecuencias importantes: A) El reconocimiento de la independencia definitiva de las Provincias Unidas (Holanda), aunque los Países Bajos católicos siguieron bajo la dominación de la monarquía española. 18 18 B) La pérdida de la hegemonía en Europa. A partir de la Paz de Westfalia, y durante toda la segunda Mitad del Siglo XVII, Francia se erigíó como la nueva gran potencia europea. España continuó su guerra en Solitario contra Francia hasta la Paz de los Pirineos (1659), que confirmó el declive de la monarquía Hispánica y supuso la cesión a Francia del Rosellón y la Cerdaña la regíón del Artois y algunas otras plazas Flamencas. En conclusión, el reinado de Felipe IV se desenvolvíó en un escenario de guerra permanente que dejó Arruinada a la monarquía y al país en un estado de agotamiento económico y de postración. No obstante, el Nuevo monarca y en particular su valido, el conde duque de Olivares, iniciaron el reinado con un ambicioso Programa de gobierno que pretendía reformar todo lo necesario para devolver a España su grandeza perdida.

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