Educación Formal e Informal: Evolución, Crisis y Complementariedad


Influencias y Orígenes de la Educación

La educación es inherente a la especie humana, surgiendo desde sus inicios a través de la interacción con el entorno, primero natural y luego transformado por la inteligencia humana. Este entorno, cada vez más complejo, enriqueció los estímulos para el aprendizaje. Este proceso de perfeccionamiento comienza con la interacción con el mundo y con otros individuos, a través de relaciones y circunstancias cotidianas, de manera espontánea y natural. Según Ricardo Nassif, todo ambiente, tanto natural como social, cumple una función educativa.

Educación Informal: Características

Este tipo de aprendizaje, denominado «educación informal», se caracteriza por ser:

  • Inconsciente: Carece de intencionalidad; los individuos no perciben que están influyendo o siendo influenciados.
  • Asistemático: No sigue pautas estructuradas para buscar eficacia.
  • Ametódico: No utiliza procedimientos predefinidos.
  • Natural y espontáneo: Emerge intuitivamente de la naturaleza humana.

La educación informal persiste en la actualidad y se manifiesta en diversas formas, como las relaciones humanas espontáneas, el ambiente, los mensajes, los libros, las canciones y los foros, entre otros. La UNESCO la define como un «Proceso educativo que transcurre a lo largo de la vida, consistente en la adquisición de habilidades, valores, desarrollo de actitudes y conocimientos y recursos de su propio medio, provenientes del ambiente social». Coombs y Ahmed la describieron como «un proceso que dura toda la vida y en el que las personas adquieren y acumulan conocimientos, habilidades, actitudes y modos de discernimiento ‘mediante las expresiones diarias y su relación con el medio ambiente'».

Estos procesos informales, aunque no sean directamente educativos, pueden generar resultados deseables desde el punto de vista educativo. Sin embargo, no toda influencia informal es educativa; solo lo son aquellas que contribuyen al crecimiento personal.

Crisis de la Escuela y Surgimiento de la Educación No Formal

En las sociedades contemporáneas, conscientes de la importancia de la educación, las necesidades y demandas educativas han aumentado. Como afirma Coombs, «Muchos países se están convenciendo de que las tradicionales escuelas no son los únicos medios para proporcionar las competencias y conocimientos básicos que necesitarán».

A finales de los años 60 del siglo XX, surgió el concepto de «educación no formal». La crisis mundial de los sistemas educativos formales, a pesar de su crecimiento, evidenció su incapacidad para satisfacer por sí solos todas las demandas sociales de educación y aprendizaje. Surgieron críticas que cuestionaron la institución escolar, como la desescolarización, el paradigma de la reproducción, la pedagogía institucional y los análisis de la microfísica del poder.

Cuestionamientos a la Escuela

Se cuestionó que la escuela fuera el único y mejor medio de educación, y creció la tendencia a complementar el aprendizaje escolar con otras ofertas educativas. Esto puso de manifiesto que:

  1. La escuela es una institución histórica, sujeta a cambios y no necesariamente permanente.
  2. La escuela es solo una parte del proceso educativo, coexistiendo con otros mecanismos.
  3. El proceso educativo global del individuo debe entenderse considerando las interdependencias con factores educativos no escolares.
  4. El marco institucional y metodológico de la escuela no siempre es el más adecuado para todas las necesidades.
  5. Es necesario crear otros medios y entornos educativos paralelos y complementarios a la escuela.

Educación No Formal: Definición y Errores Comunes

Estos mecanismos paralelos a la escuela se denominaron «educación no formal», definidos por Coombs y Ahmed (1974). Aunque la educación no formal no era una novedad, sí lo fue la relevancia que se le otorgó y la aparición de la nomenclatura. Se recurrió a la oferta educativa no formal para complementar la acción de la escuela.

Esto ha conllevado dos errores:

  • Presentar la escuela y la educación no formal como espacios antagónicos.
  • Sobreestimar la educación no formal como la solución a todos los problemas de la escuela.

La clave no reside en confrontar la oferta formal y no formal, sino en buscar la complementariedad y la colaboración enriquecedora entre ambas.

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