MESTER DE Clerecía
La obra de un grupo de escritores de los siglos XII y XIV que utilizan el tetrástrofo monorrimo o cuaderna vía. Es cultivado por clérigos, aunque entendiendo siempre por tales no solo a quienes lo eran propiamente, sino también a todo hombre culto y letrado que poseyera la educación latino-eclesiástica.
Temas. Guiados por un afán didáctico-moral, los escritores divulgan, popularizándolos, temas eruditos que proceden del patrimonio cultural del Occidente europeo. El tratamiento de esos temas varía del siglo XIII al XIV.
Métrica. Se caracteriza por la regularidad métrica, que se manifiesta en:
- La organización estrófica. Los poemas están estructurados en estrofas: se trata de la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo (estrofa de cuatro versos monorrimos).
- El empleo del verso regular, de catorce sílabas (alejandrino), dividido en dos hemistiquios de siete sílabas cada uno.
- El uso de la rima consonante en todos los versos.
Estilo. El carácter culto de esta escuela junto con el fin divulgador que persigue determina la preferencia por un estilo en el que alternan:
- El lenguaje popular (léxico familiar, refranes, expresiones coloquiales, comparaciones con realidades de la vida cotidiana, diminutivos…).
- Un lenguaje elevado (cultismos léxicos y sintácticos) que intenta acercar la obra literaria a las grandes creaciones en lengua latina.
Primer periodo
Siglo XIII. Gonzalo de Berceo.
En la sociedad estamental del Siglo XIII, en la que prevalecen los ideales religiosos y caballerescos, se difunden temas clásicos, novelescos, épico-nacionales y religiosos. Precisamente de carácter religioso son las obras de Gonzalo de Berceo, el primer poeta de nuestra literatura. Son de tres clases:
- Hagiográficas (sobre vidas de santos): Santo Domingo de Silos, San Millán de la Cogolla y Santa Oria.
- Mariológicas (sobre la virgen María): Milagros de Nuestra Señora. Es la obra más extensa. Consta de una introducción alegórica y de veinticinco relatos en los que se narran otros tantos milagros de la Virgen. El autor no es original, sino que se inspira en textos marianos escritos en latín y que circulaban en la e.Media por Europa.
- Litúrgicas (sobre las ceremonias de culto): El sacrificio de la Misa.
Segundo periodo: Siglo XIV. El Arcipreste de Hita.
En la incipiente sociedad burguesa-materialista del Siglo XIV, alejada de las preocupaciones religiosas y de los ideales caballerescos del periodo anterior, y con una visión realista de la vida, el sentido didáctico y moralizador del mester de clerecía se impregna de un tono satírico, jocoso unas veces (Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita), amargo y pesimista otras (Rimado de Palacio, etc). La obra más importante del mester de clerecía es el Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita. Escrita en la primera mitad del Siglo XIV, se trata de una obra de sumo interés, no solo por sus indiscutibles valores artísticos, sino también por constituir un rico mosaico donde se dan cita los más variados temas y tendencias culturales de la e.Media española.
Libro de Buen Amor.
Tema. Su tema principal es el amor, entendido este tanto en su dimensión humana (el loco amor) como en la divina. Y precisamente de la tensión entre ambos surge la deliberada ambigüedad de la obra, tantas veces señalaba por la crítica.
Argumento y estructura. Forman la obra una sucesión de fingidas aventuras amorosas protagonizadas por el propio poeta. Este relato autobiográfico es el núcleo argumental del libro y en él se insertan:
- Dos episodios alegóricos (la pelea del arcipreste con don Amor y la batalla de don Carnal y doña Cuaresma).
- Una paráfrasis de Pamphilus, comedia latina del Siglo XII, que narra los amores, con intervención de una alcahueta, del joven Pánfilo con la doncella Galatea (don Melón y doña Endrina en la obra del arcipreste).
- Una serie de cuentos y fábulas de diversa procedencia, con intención didáctica.
- Múltiples disquisiciones didácticas, morales y burlescas.
- Varias composiciones líricas de carácter religioso (cantigas dedicadas a la Virgen) y profano (las serranas).
Métrica. Juan Ruiz, como poeta perteneciente al movimiento literario del mester de clerecía, emplea la cuaderna vía. Pero a veces sustituye al metro alejandrino (catorce sílabas) por el de dieciséis sílabas (8 + 8). En sus composiciones líricas (canciones, cantigas…) recurre al verso de arte menor, que da lugar a variadas unidades estróficas, entre las que destaca el zéjel.
Propósito. Por lo que se refiere a la intención de la obra, la crítica ha señalado repetidamente su ambigüedad. El mismo nombre de buen amor resulta confuso. Podría referirse al amor humano, entendido unas veces como un arte refinado en el que interviene a seducción, y otras como una pasión desenfrenada, desprovista de espiritualidad (el loco amor). Pero al mismo tiempo puede aludir al amor divino, ahí radicaría, precisamente, la intención moralizadora expuesta por el autor en el prólogo y defendida por gran parte de los especialistas.