Resumen
Tras recibir el rechazo de Laureola, Leriano se abandona a su suerte y decide dejarse morir, lo que provoca un dolor extremo en su madre. No queriendo romper las cartas de su amada, pero temiendo que alguien las viese, decide hacerlas pedazos y bebérselas con una copa de agua. Una vez hecho esto le sobreviene la muerte, que es llorada por todos y especialmente por el narrador, que se dirige a Peñafiel, y se presenta ante la persona a la que dirige su discurso.
Tema
La muerte por amor de Leriano ante el rechazo de su amada Laureola.
Espacio y tiempo
El inicio de este fragmento transcurre en los aposentos de Leriano (donde tiene lugar su agonía y muerte). Después el narrador resume rápidamente los días de luto que suceden a la muerte del protagonista y se sitúa en Peñafiel, a donde se dirige tras la muerte de su amigo. La mayor parte de la novela está situada en el reino de Macedonia (en el que gobierna el rey Gaulo, padre de la amada de Leriano). Se trata de un espacio narrativo imaginario e idealizado, que no coincide con la Macedonia real, y que es típico de las novelas sentimentales y de caballerías del periodo.
Aunque el tiempo en el que transcurre la acción no está especificado en el fragmento, tanto el lenguaje como el género de la obra la sitúan a finales del Siglo XV, época en la que florecíó el género de la novela sentimental -al que pertenece Cárcel de amor-.
La acción que transcurre en el fragmento transcurre en poco espacio de tiempo: el día de la muerte de Leriano y los inmediatamente posteriores a esta, en los que se honra su cadáver y tras los cuales el autor deja el reino para dirigirse a Peñafiel (un municipio real de la provincia de Valladolid).
El narrador se refiere a hechos ya pasados (analepsis), que relata a una persona a la que se dirige como “vuestra merced”.
PERSONAJES
La madre de Leriano aparece principalmente para personificar el dolor que la muerte de Leriano causa a sus semejantes, que asisten impotentes a la tragedia de su suicidio por amor.
El Autor, al igual que la madre del protagonista, presencia la muerte de su amigo y tras ella no ve más sentido a permanecer en el reino. Tras su marcha termina no solo el fragmento sino la obra, lo que da cuenta del carácter secundario del Autor en cuanto personaje; su presencia en la obra solo tiene sentido como testigo de los amores de Leriano, al que acompaña y ayuda durante toda su historia con Laureola, hechos que después relatará y que conforman la historia de Cárcel de amor.
Leriano es la figura perfecta del amante que se sujeta a los principios del amor cortés llevado a sus últimas consecuencias. El amor se ha convertido hasta tal punto en la única razón de su existencia que, una vez perdida la esperanza de que Laureola le corresponda, no le queda otro remedio que dejarse morir. Otro rasgo que tiene que ver con los preceptos del amor cortés es su preocupación por guardar el secreto, que se muestra en el destino que da a las cartas de Laureola. También hace acto de presencia la hipérbole sacroprofana: cuando Leriano muere, el Autor explica: “y así quedó su muerte en testimonio de su fe”, lo que equipara el amor que Leriano sentía por Laureola a una creencia religiosa.
También aparecen los parientes, amigos y conocidos de Leriano, como personaje colectivo que sirve para mostrar el dolor de la comunidad por la muerte del joven, de lo que se infiere la valía de Leriano.
Estructura
El fragmento se estructura en dos partes:
La primera parte, que comprende el primer párrafo, relata la agonía de Leriano y se detiene en el momento de su muerte.
La segunda parte, que comprende el segundo párrafo, relata los días inmediatamente posteriores, llenos de dolor para los que conocían a Leriano y especialmente para el Autor, que se marcha del lugar con una inmensa tristeza.
Modalidades textuales
La secuencia dominante del texto es la narración en 3ª persona, que se corresponde con el género en el que se inscribe la obra, la novela sentimental.
También aparece el diálogo en estilo indirecto (“Pues tomando de sus dudas lo más seguro, hizo traer una copa de agua”, “Y acabado esto, mandó que le sentasen en la cama” y en estilo directo -con las palabras del personaje introducidas por un verbo dicendi- (“puestos en mí los ojos, dijo: «Acabados son mis males»”).
La descripción aparece en la segunda parte del fragmento: el Autor describe el dolor de los amigos y parientes de Leriano y, especialmente, el suyo propio (etopeya).
Modalidades textuales
La secuencia dominante del texto es la narración en 3ª persona, que se corresponde con el género en el que se inscribe la obra, la novela sentimental.
También aparece el diálogo en estilo indirecto (“Pues tomando de sus dudas lo más seguro, hizo traer una copa de agua”, “Y acabado esto, mandó que le sentasen en la cama” y en estilo directo -con las palabras del personaje introducidas por un verbo dicendi- (“puestos en mí los ojos, dijo: «Acabados son mis males»”).
La descripción aparece en la segunda parte del fragmento: el Autor describe el dolor de los amigos y parientes de Leriano y, especialmente, el suyo propio (etopeya).
Tipo de narrador
El narrador de la historia es el Autor, que cuenta los acontecimientos en 3ª persona (“El lloro que hacía su madre de Leriano crecía la pena a todos los que en ella participaban”), aunque también alterna la narración en 1ª persona al tratarse de un narrador testigo, ya que participa en la historia como personaje (“Lo que yo sentí e hice, ligero está de juzgar”). Por su condición de narrador testigo tiene únicamente un acceso parcial a los personajes (no puede conocer sus pensamientos y sentimientos más allá de lo que se puede observar desde el exterior).
Contextualización
El fragmento pertenece al final de Cárcel de amor de Diego de San Pedro, la que la novela sentimental más famosa del periodo. Fue publicada en 1492 y tuvo númerosísimas reimpresiones, y además fue traducida a las principales lenguas europeas. Cárcel de amor.
Durante el Siglo XV florecíó la novela sentimental, de influencia italiana y directamente influida por el amor cortés y los libros de caballerías. En estas novelas prima el concepto neoplatónico del amor cortés, con su búsqueda de un ideal inalcanzable. El amante rinde culto a su amada como si fuera un Dios (hipérbole sacroprofana), con un amor que no busca otra compensación que el goce de la servidumbre. A estas carácterísticas se ciñe Cárcel de amor, que narra la historia del amor de Leriano por Laureola, amor imposible que desemboca en la muerte del enamorado.