El Arte Barroco: Arquitectura y Escultura
San Carlos de las Cuatro Fuentes
Realizada entre 1634 y 1667, esta iglesia, dedicada a San Carlos Borromeo, fue la primera obra independiente que Borromini dirigió en Roma. El nombre artístico del arquitecto, Borromini, deriva de la dedicación de esta iglesia. Su planta centralizada, formada por dos triángulos equiláteros unidos por su base, crea una forma romboidal. Los muros alabeados (curvados y ondulantes) dinamizan esta forma. Dieciséis columnas adosadas acentúan el movimiento, subrayando el juego de concavidades y convexidades que remarca los contrastes de luz y sombra, «movilizando» el espacio. Hornacinas y nichos con estatuas intensifican este juego de contrastes. El material dúctil, el ladrillo revestido de estuco blanco, contribuye al dinamismo.
En alzado, destaca la cúpula oval, decorada con un artesonado de formas geométricas diversas (octogonales, cruciformes y hexagonales) de tamaños decrecientes. Iluminados por la linterna superior, estos elementos crean nuevos juegos de luces y contrastes. El espacio interior se convierte en un ejemplo de arquitectura barroca por la tensión visual (lograda por el juego de líneas y luces) y el efecto teatral que envuelve al espectador. La combinación de la planta centralizada con la forma elíptica crea una sensación de amplitud en un espacio reducido.
La fachada, última obra de Borromini, se adapta al espacio estrecho entre dos calles. El chaflán cortado aumenta la visibilidad, y el esquema ondulante de formas cóncavo-convexas-cóncavas se adapta al espacio, fingiendo mayor amplitud. Dividida en dos pisos, la fachada incorpora elementos ornamentales: hornacinas con estatuas (San Carlos Borromeo en el centro y los fundadores de la Orden en los laterales), columnas, nichos, entablamentos, balaustradas, ventanales, fuentes, grutescos, figuras y medallones, dotando al conjunto de gran movilidad sin perder la unidad y monumentalidad.
Características de la obra de Borromini
- Orden gigante, utilizado en forma complementaria y alternada.
- Planta central, tendencia distintiva de las iglesias barrocas.
- Dinamismo espacial.
- Uso de la luz.
- Incorporación de la escultura.
- Materiales simples y económicos.
El Éxtasis de Santa Teresa
Realizada entre 1647 y 1651 para la Iglesia de Santa María de la Victoria en Roma, esta escultura de bulto redondo en mármol representa a Santa Teresa de Jesús en éxtasis místico. Bernini crea un grupo escultórico con un efecto pictórico. La santa, con ojos cerrados y boca entreabierta, transmite una sensación entre placer y dolor. Un ángel la atraviesa con un dardo de amor cristiano sobre nubes vaporosas. La obra logra efectos escenográficos a través de la luz y el volumen, creando una sensación de suspensión en el aire.
La obra integra pintura, escultura y arquitectura: pintura en la policromía de la estructura, arquitectura en el hueco para la luz cenital y escultura en la representación de la santa. Figuras adicionales refuerzan la teatralidad barroca. En los laterales, balcones artificiales muestran a la familia Cornaro observando la escena, mientras que pinturas de querubines y trampantojos decoran el techo. Rayos de bronce, simbolizando la gloria divina, parten de una luz cenital. La flecha, a punto de clavarse en el corazón de la santa, representa el instante previo al éxtasis, recalcando el dramatismo. El movimiento, característico del Barroco, se observa en las telas flotantes. El cardenal Federico Cornaro encargó la obra para representar la experiencia mística de Santa Teresa.
Bernini utiliza el mármol con virtuosismo, transformándolo en carne, telas y elementos vegetales. El movimiento exaltado, la búsqueda de calidades texturales, la violencia expresiva, la representación de las pasiones del alma y el naturalismo son características de su estilo. Integra espacio, tiempo y luz, creando la ilusión de infinito y buscando la integración del espectador en la experiencia mística.
Apolo y Dafne
Este grupo escultórico, realizado por Bernini para el cardenal Borghese, muestra el dinamismo y la fugacidad del tiempo. Apolo y Dafne, con expresiones de terror y estupefacción respectivamente, representan el momento de la metamorfosis. La escultura, diseñada para ser vista desde un punto de vista privilegiado, captura la acción desde una perspectiva única. Bernini utiliza la luz para crear efectos dramáticos, puliendo y entretallando superficies para acariciar o subrayar la tensión emocional. La obra se basa en la «Metamorfosis» de Ovidio, donde Dafne se transforma en laurel para escapar de Apolo. Bernini, arquitecto, escultor y pintor, se destaca por su dramatismo y la emoción en sus obras.
El Barroco
Cronología
El Barroco (1600-1780), nacido en Roma, se diversificó en varios estilos en Europa. Se caracteriza por la integración de las artes plásticas: arquitectura monumental, pinturas apoteósicas y esculturas dramáticas. El colosalismo, la opulencia y la decoración excesiva son sus rasgos distintivos. Utilizado como propaganda por la monarquía y la Iglesia, el Barroco manifiesta grandeza y poder. Se divide en dos etapas: Barroco pleno (1630-1680) y Barroco tardío o rococó (1680-1750).
Características generales de la arquitectura barroca
- Dinamismo y teatralidad reemplazan al volumen y la simetría renacentistas.
- Proporciones ciclópeas, superposición de planos y volúmenes, efectos ópticos y contrastes.
- Columnas de orden gigante.
- Plantas elípticas y ovaladas.
- Palacios extensos con alas, columnas y ventanas repetidas.
Bernini y Borromini
Bernini (1630-1680), inspirado por Miguel Ángel y la Roma antigua, crea una arquitectura monumental con criterios escenográficos. Sus obras incluyen el Baldaquino y la Columnata de San Pedro, la iglesia de San Andrés en el Quirinal y la Fuente de los Cuatro Ríos.
Borromini lleva al extremo el dinamismo barroco con plantas elípticas y fachadas teatrales. Sus obras incluyen San Carlo alle Quatro Fontane, San Ivo della Sapienza y el Oratorio de los Filipenses en Roma.
El palacio y el poder: Versalles
En Francia, el arte se puso al servicio del poder. El Palacio de Versalles, prototipo de los palacios europeos del siglo XVIII, combina majestuosidad exterior con suntuosidad interior.
La escultura barroca
La escultura barroca, crucial en la ornamentación arquitectónica, se caracteriza por el movimiento, las expresiones de sufrimiento y tensión muscular, y la ruptura de la simetría. Bernini, figura central, destaca por su naturalismo, la búsqueda de calidades texturales y el uso de escenografías complejas.