El Arte Griego: Belleza, Idealismo y Legado en Occidente


Grecia (Hélade) es una pequeña península situada al sureste de Europa. Los griegos establecieron los fundamentos de la cultura occidental, y nuestros conocimientos y modos de pensar son una consecuencia de los conceptos y principios desarrollados por ellos en la Filosofía, el Arte, la Ciencia y todo el saber posterior que dio forma a la cultura occidental. Este período comienza aproximadamente en los siglos V y IV a. C. y florece y se desarrolla a plenitud entre los siglos VII y II a. C., no solo en Grecia sino también en otros territorios del Mediterráneo habitados por los griegos.

Características del Arte Griego

El Arte Griego se caracterizó por la búsqueda y recreación de la «belleza y el mundo ideal», siguiendo el modelo platónico y la «imitación de la naturaleza» en el sentido de la mímesis aristotélica. Su idealismo estético implica que el arte representa no la realidad cruda y directa sino una visión idílica y perfecta que se percibe por el uso de la proporcionalidad y equilibrio de los elementos, así como por su interés en reflejar en las obras artísticas las líneas de la figura humana a la perfección tanto en el dibujo como en la escultura. El cuerpo humano para ellos es el fundamento esencial de toda belleza y toda proporción; a esta tendencia se le denomina antropocentrismo. Su lema es “proporción, armonía y belleza”.

La Arquitectura Griega

La arquitectura griega es la mayor expresión del Arte Griego, y el templo el mayor exponente del genio creador griego, construido en su mayoría a escala humana, lejos de la monumentalidad y colosalismo de civilizaciones anteriores. La belleza radica en la filosofía del número y la armonía. Es un arte realizado por y para el hombre, no por los dioses como en el caso del arte egipcio; el hombre es el eje, el canon de belleza (antropocentrismo). El templo se levanta generalmente en lo alto de un paraje natural, visible desde cualquier punto de vista, y a su alrededor se edificaban el santuario y templos más pequeños (acrópolis).

Órdenes Arquitectónicos

La columna definía el estilo de cada templo y se distinguen tres órdenes:

  • Dórico
  • Jónico
  • Corintio

Orden Dórico

El orden Dórico se caracteriza por su simplicidad. Las gruesas columnas se construyen sin basa, el fuste es acanalado a arista viva y va en disminución de diámetro hacia arriba. El capitel termina en una moldura llamada equino. Las columnas sostenían un entablamento compuesto por un arquitrabe y un friso de decoración acanalada, dividido en triglifos y metopas.

Orden Jónico

El orden Jónico, de mayores dimensiones, descansa sobre una doble hilera de columnas más estilizadas, de fuste acanalado sin divisiones y con un sólido basamento. El capitel culminaba en dos gráciles volutas y los frisos se hallan decorados con relieves que narran historias mitológicas. Ejemplos: el templo de Atenea Niké y el Erecteion en la Acrópolis.

Orden Corintio

El orden Corintio tiene basa y el fuste es todavía más esbelto que en el período anterior. El capitel está formado por hojas de acanto. Las formas se estilizan aún más, se agregó una tercera hilera de columnas y se acentúan los elementos decorativos en el friso y cornisa.

Periodos del Arte Griego

El arte griego se desarrolla en tres períodos:

  • Arcaico (1100 a. C. – 480 a. C.)
  • Clásico (480 a. C. – 323 a. C.)
  • Helenístico (323 a. C. – 31 a. C.)

Etapa Arcaica

En la Etapa Arcaica se produce una importante evolución (el tránsito de construcciones en madera a edificaciones pétreas –mármol–), aunque pesan los referentes anteriores: gusto por los bosques de columnas y monumentalidad. Las obras son pagadas por corporaciones religiosas sacerdotales ya que la vinculación del arte y la religión es total. En ella se representan dioses, mitos y héroes, fundamentalmente. El artista es considerado un artesano y por ello no firma sus obras.

Etapa Clásica

En la Etapa Clásica el orden jónico y dórico se fusionan para crear una síntesis sublime, aunque se desarrollan los tres órdenes, de una manera más esbelta y proporcionada. La consideración del artista se acrecienta, que ya firma sus obras; conocemos a varios artistas, como Fidias, Ictinos o Calícrates. Son las propias polis las que compran las obras, ejemplo de ello es la construcción de la Acrópolis de Atenas. Se han conservado pocos ejemplos intactos o en su estado original, pero quedan los restos de grandes conjuntos: las ciudades de Atenas, Delos o Priene, los santuarios de Olimpia, Delfos, Epidauro, Delos y Samotracia. El Partenón pertenece al Arte Griego, etapa Clásica (siglo V a. C.) y de estilo dórico.

Etapa Helenística

En la Etapa Helenística las obras se monumentan, la influencia de Oriente es clara y cobra gran importancia el orden corintio. Los artistas sufren una evolución importante, son reconocidos, tienen formación erudita y también clientela; encontramos un arte oficial al servicio de la glorificación del monarca y la propaganda política, y los comerciantes ricos son consumidores de obras.

El Teatro Griego

La otra gran aportación arquitectónica del Arte griego es el teatro (del griego teatron), edificio para representaciones dramáticas al aire libre que aprovecha la pendiente de las colinas. El teatro en Grecia es conocido antes de la existencia del mismo como género u obra literaria (siglo V a. C.). Se comienzan a construir en la época clásica. Su espacio está destinado a representaciones religiosas o corales; nace en Grecia con relación a las fiestas dionisíacas (dios Dionisio, dios del vino, de la locura ritual y el éxtasis, un personaje importante de la mitología griega) que se celebran con danzas, cantos, cortejo de máscaras, dado el carácter sagrado de las ceremonias que se representaban (los primeros autores fueron Esquilo, Sófocles). Se conocieron y utilizaron paneles que decoraban la escena, pintados o esculpidos; incluso llegó a existir un manual de escenografía.

Consta de tres partes:

  • Graderío semicircular para los espectadores construido aprovechando el desnivel de una colina.
  • Orchestra circular donde se situaba el coro.
  • Prosconio, escena rectangular situada en lo alto con decorado móvil y sobre ella actuaban los actores principales.

Un ejemplo es el Teatro de Epidauro, uno de los mayores teatros de Grecia, que poseía un aforo de unos 15.000 espectadores; el historiador, viajero y geógrafo griego Pausanias lo atribuye a Policleto el Joven.

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