Arte cretense o minoico
El palacio, principal edificio de la arquitectura minoica, se asemeja a una pequeña ciudad con zonas independientes alrededor de un patio rectangular central. Uno de los elementos más característicos son las columnas rojas, con fuste de diámetro variable, que aumenta desde la base hacia arriba. El capitel, formado por una moldura convexa y un bloque cuadrangular (origen del equino y el ábaco), sirvió como referente para el desarrollo del estilo dórico griego. En el interior, los muros se decoraban con bajorrelieves y pinturas al fresco que recreaban escenas de la vida cotidiana y de la naturaleza. Se empleaba una variada gama cromática y la representación en perfil de las figuras, contorneadas con una fina línea negra. La decoración pictórica sobre cerámica evolucionó a partir de la cerámica de Kamares, decorada con motivos geométricos.
Arte micénico
Las murallas ciclópeas evidencian el carácter guerrero de la civilización micénica. En el recinto amurallado se encuentra la Puerta de los Leones, con un relieve de dos figuras enfrentadas sobre el dintel. En el interior de esta gran ciudadela defensiva destaca el palacio, un conjunto ordenado alrededor del mégaron, una estancia de planta rectangular cerrada (domos) a la cual se anteponen un pórtico con columnas y un vestíbulo (prodomos). También fueron importantes los tholos o tumbas de los príncipes micénicos, origen de los santuarios circulares griegos. Cubiertos por una falsa cúpula creada por la aproximación de hileras de piedra, guardaban trabajos de orfebrería para los ajuares funerarios de los príncipes. En la cerámica, las imágenes se esquematizan y se reducen a motivos ornamentales y florales que anuncian el período geométrico de la cerámica griega posterior.
Características generales del arte griego
Conceptos como el hombre, la naturaleza, la razón, la armonía y la belleza fueron los pilares fundamentales sobre los cuales se asentó la génesis creativa del arte helénico. La frase de Protágoras, “el hombre es la medida de todas las cosas”, sintetiza las características generales de este arte. Los griegos iniciaron una búsqueda incansable de la belleza basándose en la armonía y en la proporcionalidad en relación al ser humano. En esta búsqueda, los edificios fueron ganando en esbeltez y elegancia gracias a las correcciones visuales efectuadas a partir de cálculos matemáticos. En el terreno escultórico, el progreso consistió en la captación naturalista de la belleza humana, que era el objeto principal de las representaciones. De la pintura no se tienen muchas referencias (Tumba del Saltador), solo la decoración de figuras negras y rojas de ánforas y otros vasos de cerámica ofrecen una visión parcial de cómo se representaban las formas pictóricas griegas.
Urbanismo: la construcción de la democracia
El urbanismo griego estuvo condicionado por tres factores: el carácter independiente de las polis, la topografía montañosa del terreno y la introducción de la democracia en Atenas. Las polis se organizaron en el interior de un recinto amurallado para hacer frente a los conflictos bélicos. En su interior destacaba la zona más alta e igualmente fortificada de la ciudad (acrópolis), recinto en el que se construían todos los edificios de carácter sagrado. La implantación de la democracia planteó la necesidad de crear elementos urbanísticos de tipo social, político y económico comunes. Estos se organizaron alrededor del ágora o plaza pública, donde se desarrollaban actividades como celebraciones públicas, asambleas, transacciones mercantiles y la administración de la justicia. Hipódamo de Mileto proyectó la reconstrucción de Mileto después de ser destruida. El diseño presenta un trazado ortogonal con calles rectilíneas que se entrecruzan en ángulo recto y busca integrar política, urbanismo y geometría. Este modelo sirvió en la construcción de otras ciudades. Esta preocupación por construir un espacio que tuviese en cuenta la escala, las dimensiones, la funcionalidad, la perspectiva y la relación con el espacio exterior permite afirmar que el urbanismo nació en la Grecia clásica.
Arquitectura: el orden y la razón
La arquitectura griega buscó la belleza basada en la perfección y el equilibrio de las formas y los elementos. Utilizaba un sistema constructivo arquitrabado, con predominio de líneas horizontales y verticales, tipificado a partir del templo y estructurado por la superposición de: plataforma, columna, entablamiento o cornisamiento y cubierta. La plataforma estaba formada por escalones; en la columna se diferencian: basa, fuste y capitel; en el entablamiento, el arquitrabe, el friso y la cornisa. La cubierta es de dos vertientes, cerrada en los lados cortos por un frontón triangular. Las proporciones y líneas se unen para conseguir simetría y armonía visual. Para ello, utilizaron cálculos matemáticos complejos con los cuales pudieron corregir ilusiones ópticas, curvando algunos elementos rígidos del edificio. El cambio óptico más destacado fue el abombamiento suave en el centro del fuste de las columnas, llamado éntasis, para que desde lejos el ojo humano percibiese la columna recta.
Estilos arquitectónicos
Tres órdenes: Dórico (VII a.C.), Jónico (VI a.C.) y Corintio (IV a.C.).