El Ascenso del Comunismo en Rusia: De la Caída del Zarismo a la URSS


Revolución Rusa de 1917: Causas, Desarrollo y Consecuencias

Contexto Previo a la Revolución

Durante la Primera Guerra Mundial, en 1917, estalló la Revolución Bolchevique en Rusia, que derrocó al zar Nicolás II e instauró el primer estado comunista del mundo. El Imperio de los Zares era un inmenso país donde aún pervivía el absolutismo monárquico. Su economía y sus estructuras sociales eran de las más atrasadas del continente europeo.

El zarismo era una autocracia, es decir, el zar estaba investido de un poder absoluto: gobernaba por decreto, no estaba sujeto a ninguna constitución ni tenía que responder ante un parlamento. Una fiel burocracia y un poderoso ejército aseguraban el control del imperio.

La agricultura era la principal actividad económica y la tierra estaba en manos de unos pocos terratenientes que pertenecían a una aristocracia privilegiada. La mayoría de la población eran campesinos sometidos a un régimen casi feudal. Había una burguesía industrial sumamente débil, soldados descontentos y sin trabajo, y el proletariado trabajaba en grandes fábricas por unos salarios miserables.

Entre los obreros se difundió el marxismo y en 1898 se fundó el Partido Socialdemócrata Ruso que, en 1912, se escindió entre mencheviques y bolcheviques. Los bolcheviques, liderados por Lenin, defendían la necesidad de impulsar en Rusia una revolución social.

La Revolución de Febrero

La Revolución de Febrero sobrevino porque sucedieron desastres militares. La movilización de millones de campesinos comportó el descenso de la producción agrícola, ya que parte de los recursos económicos se dedicaron a la guerra. El hambre apareció en las ciudades y se extendió el malestar entre obreros y campesinos.

La población estaba desmoralizada y empezó a organizarse en soviets, es decir, consejos de obreros, campesinos y soldados que exigían al zar la retirada de la guerra y el fin de la autocracia.

La Caída del Zarismo

En febrero de 1917 estalló una revolución en San Petersburgo que provocó la caída del zarismo. El poder pasó a un gobierno provisional dirigido por Kerensky y apoyado por los partidos liberales de la Duma, que inició una serie de reformas. Rusia se convirtió en una república democrática.

La Revolución de Octubre

Fue liderada por figuras como Lenin, que se basaba en las ideas de Karl Marx. Marcó el inicio de la expansión del comunismo en el siglo XX. Los bolcheviques, liderados por Lenin, iniciaron una revuelta contra el ineficaz gobierno provisional. Después de octubre, muchos miembros del Partido Socialdemócrata Revolucionario y anarquistas se opusieron a los bolcheviques a través de los soviets.

La Creación de la URSS

En 1922 se creó la URSS, un estado federal que reunía todas las nacionalidades del viejo Imperio de los Zares. La URSS se gobernaba por un parlamento (Soviet Supremo) y un solo partido, el PCUS, controlaba la vida política.

Se trataba de un sistema totalitario en el que el estado y el partido quedaban totalmente identificados y en el que las instituciones no eran elegidas democráticamente. El nuevo sistema político se justificaba mediante la dictadura del proletariado.

Cuando Lenin murió, se debatía cuál era el mejor camino para consolidar la revolución. Trotski mantenía que era necesario exportar la revolución provocándola en otros países, y Stalin proponía la construcción del socialismo en un solo país.

El Estalinismo

Stalin impuso una economía y una sociedad colectivizadas con el objetivo de provocar un crecimiento que hiciera de la URSS una gran potencia industrial:

  • Se prohibió la propiedad privada y se convirtieron en propiedad estatal.
  • Se dio prioridad a la industria pesada con el objetivo de construir las infraestructuras necesarias.
  • Se instituyó una economía dirigida por el estado que elaboraba planes quinquenales para planificar la producción agrícola e industrial.

Estados Unidos y la Primera Guerra Mundial

Estados Unidos salió muy beneficiado de la Primera Guerra Mundial. La venta de alimentos, armas y productos industriales a los aliados facilitó que el país acumulase la mitad de las reservas mundiales en oro y que el dólar se convirtiera en una sólida moneda de cambio. Las pérdidas humanas resultaron pequeñas en comparación con el resto de países beligerantes.

Al terminar la guerra, Estados Unidos se había convertido en la primera potencia económica mundial. Su producción agrícola era muy elevada y la industrial representaba el 44,8% de la producción mundial.

Muchos países de Europa estaban endeudados con Estados Unidos como consecuencia de los préstamos de guerra. La Primera Guerra Mundial empobreció a los países de Europa.

El crecimiento americano se prolongó durante los 10 años que siguieron al fin de la guerra: fue la década de la prosperidad y de la consolidación de un modo de vida americano basado en un gran consumismo.

El taylorismo y el fordismo contribuyeron a incrementar la productividad y a reducir costos. Los préstamos bancarios abrieron el camino a la era del consumo de masas. La prosperidad se reflejó en un gran auge de la bolsa.

La euforia bursátil generó una gran burbuja especulativa, es decir, un aumento del valor de las acciones como resultado de la creciente demanda y no del aumento de los beneficios de las industrias.

Los campesinos fueron los primeros perjudicados, ya que durante la Primera Guerra Mundial se habían endeudado para adquirir nuevas tierras y máquinas y, de ese modo, aumentar la producción que vendían a los países beligerantes.

Ante el aumento de la oferta, los stocks se acumularon, los precios bajaron aceleradamente y los campesinos no pudieron devolver los préstamos. En la industria ocurrió un fenómeno similar. La producción creció más rápidamente que el mercado y las fábricas producían más de lo que podían vender.

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