El ascenso del liberalismo en Venezuela: de Guzmán a Monagas


El Movimiento Liberal

En 1840, Antonio Leocadio Guzmán fundó el periódico El Venezolano y el llamado Partido Liberal. Desde su periódico, Guzmán encabezó la oposición al grupo gobernante, agrupado en torno a la figura de José Antonio Páez, el cual pasó a ser conocido como Partido Conservador. En 1842, Páez terminó su segundo período constitucional y se eligió nuevamente al general Carlos Soublette para el período 1843-1846. Durante el segundo gobierno de Soublette (no el de Páez, como se menciona erróneamente), se produjo la reivindicación de la figura de Simón Bolívar y la repatriación de sus restos mortales a la iglesia de la Santísima Trinidad en Caracas, que sería convertida en Panteón Nacional durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco (1870-1877).

En 1847, al terminar el período de Soublette, imposibilitados por la constitución Páez y Soublette para ser reelectos, estos apoyaron la candidatura del general José Tadeo Monagas, quien resultó vencedor.

El Monagato

Al poco tiempo de ser electo, Monagas se apartó del Partido Conservador que lo había llevado al poder, apoyándose en algunos elementos liberales y tomando algunas medidas de su programa como la derogación de la «Ley de Espera y Quita» de 1834. Sin embargo, pronto quedó claro que Monagas gobernaría con un grupo de seguidores adeptos, apartándose también del Partido Liberal. Esta situación llevó a ambos partidos a reunirse en enero de 1848 para decidir la destitución de Monagas como presidente. Fue entonces cuando ocurrieron los sucesos conocidos como «El Fusilamiento del Congreso», cuando un grupo de guardias armados irrumpió durante la sesión, generándose un enfrentamiento donde murieron varios diputados, incluyendo al ilustre Santos Michelena.

El Asalto al Congreso de 1848

El Atentado al Congreso de 1848, también conocido como el Asalto al Congreso Nacional o el Fusilamiento del Congreso (aunque dicho fusilamiento no tuvo lugar), fue una trifulca ocurrida el 24 de enero de 1848 en la sede del Congreso de Venezuela en Caracas, que marca la ruptura definitiva entre conservadores y liberales, los cuales llevaban casi dos décadas de continuos roces y enfrentamientos.

A comienzos de 1848, en el Congreso se discutía enjuiciar al presidente José Tadeo Monagas por hechos violatorios de la constitución. Se le acusaba de haber ejercido facultades extraordinarias ilegalmente, emplear la fuerza armada sin consentimiento del Consejo de Gobierno y de haber ejercido la administración fuera de la capital. Esto trajo como resultado una fuerte disputa política entre el gobierno de José Tadeo Monagas, del Partido Liberal, y José Antonio Páez, apoyado por el Partido Conservador.

El 24 de enero de 1848, el ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Martín Sanabria, se trasladó a la sede del Poder Legislativo a rendir el informe anual del Poder Ejecutivo. Estando en el recinto, el vicepresidente de la Cámara de Diputados pidió que permaneciera. En el exterior del Congreso, corrió el rumor de que Sanabria había sido detenido o asesinado, lo que enardeció a las turbas liberales que estaban en la calle. Intentando entrar, fueron repelidos por la guardia, iniciando el enfrentamiento.

Consecuencias del Asalto

Después de los hechos, el parlamento tardó años en recuperar su autonomía; el Poder Legislativo y el Judicial perdieron su independencia y se sometieron a la voluntad del presidente de la república. El Congreso Nacional, que hasta el día anterior a los sucesos había pretendido enjuiciar al presidente y destituirlo, al día siguiente se instaló dócilmente y desde entonces sirvió de instrumento complaciente al personalismo entronizado en el poder.

Hasta ese día, el Congreso Nacional tenía mayoría de representantes del partido conservador, de los cuales muchos, por miedo, pidieron asilo a delegaciones extranjeras o partieron con rumbo a Curazao. Páez y la oligarquía conservadora fueron desplazados del poder, que pasó a manos de Monagas y los liberales, y tomaron el camino de las armas tratando de recuperar el poder.

Páez se alzó contra Monagas pocos días después del 24 de enero; pero fue derrotado en los llanos y tuvo que refugiarse en Nueva Granada. A mediados de 1849, desembarcó al frente de una expedición por La Vela de Coro. Fue derrotado de nuevo por las tropas del gobierno, al mando de José Laurencio Silva, quien le ofreció una capitulación. Sin embargo, Monagas se negó a reconocer los términos de la capitulación ofrecida por Silva, y en consecuencia, Páez estuvo preso en Valencia, Caracas y Cumaná, de donde salió para el destierro hasta 1861.

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