El Ascenso del Nazismo al Poder en Alemania: De la Crisis al Régimen Totalitario


En los años 20, el Partido Nazi no obtuvo buenos resultados electorales, consiguiendo solo 12 diputados en el Reichstag. Sin embargo, el partido ya contaba con 100.000 militantes disciplinados. La situación cambió tras la crisis de 1929, que tuvo graves repercusiones en Alemania: la producción industrial se redujo, la inflación se desbocó y el número de parados aumentó considerablemente.

Muchos sectores sociales afectados por la crisis apoyaron a los nazis por su discurso de salvación patriótica. En las elecciones de 1930, el Partido Nazi se convirtió en el segundo partido de Alemania después de los socialdemócratas, duplicando sus militantes a casi un millón. La incapacidad de los gobiernos democráticos para atajar las consecuencias de la crisis hizo aumentar aún más los seguidores del nazismo.

El Camino hacia el Poder

En las elecciones de 1932, el Partido Nazi obtuvo el 38% de los votos, consiguiendo la mayoría en el Reichstag. Las fuerzas conservadoras llegaron a un acuerdo con Hitler y, en enero de 1933, fue nombrado canciller por el Presidente de la República.

Tras ser nombrado canciller, Hitler convenció al Presidente Hindenburg para que convocara nuevas elecciones el 5 de marzo. La campaña electoral fue muy violenta. El 28 de febrero se produjo el incendio intencionado del Reichstag, del que fueron falsamente inculpados los comunistas. El atentado sirvió de excusa para suspender las libertades individuales y eliminar el control judicial sobre las detenciones. Así mismo, se restableció la pena de muerte.

Las elecciones del 5 de marzo dieron al Partido Nazi una mayoría relativa, por lo que pactó con las fuerzas centristas y aprobaron el «Acta de Habilitación», que daba a Hitler plenos poderes durante 4 años.

En julio de 1933, Hitler prohibió todos los partidos políticos, excepto el Nazi. En agosto, tras la muerte de Hindenburg, Hitler asumió también la Jefatura del Estado, concentrando en su persona todos los poderes e instaurando el III Reich.

La Consolidación del Régimen Nazi

Hitler desencadenó una feroz represión contra los opositores políticos de todo tipo y contra sectores de población considerados peligrosos o indeseables (judíos, gitanos, enfermos mentales…). Para ello creó una nueva policía política, la Gestapo. La detención sin garantías, la reclusión en prisiones o campos de concentración acabaron con cualquier intento de oposición al nuevo régimen.

La represión también alcanzó a sectores políticos conservadores o del propio partido que cuestionaban el liderazgo omnímodo de Hitler. En junio de 1934, durante la llamada «noche de los cuchillos largos», Hitler ordenó eliminar a 300 miembros de las SA, así como a su dirigente, Ernst Röhm, y a otros adversarios dentro del partido, eliminando así toda oposición interna.

La Represión contra los Judíos

El proceso de hostigamiento contra la minoría judía pasó por tres fases:

  1. Entre 1933 y 1938: El régimen se conformó con una política de discriminación de los judíos a través de las «Leyes de Nuremberg»: expulsión de la Administración, inhabilitación para ejercer determinadas profesiones, retirada de la nacionalidad, prohibición de utilizar transportes públicos.
  2. Noviembre de 1938: En la «noche de los cristales rotos», se asaltaron sinagogas, barrios y negocios judíos en toda Alemania. Se inició una política de segregación, que recluía a los judíos en guetos, barrios acotados para ellos, obligándolos a llevar un distintivo. También se inició el traslado a campos de concentración.
  3. Tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial: El nazismo decretó la «solución final», es decir, el genocidio de la población judía en campos de exterminio situados en toda Europa oriental y central, como Auschwitz, Dachau…

Una Sociedad Nazificada

El proceso de reorganización y adoctrinamiento de la sociedad fue rápido y profundo. Los organismos del partido se encargaron de encuadrar y movilizar a la sociedad alemana a través de distintas organizaciones:

  • Las Juventudes Hitlerianas
  • El Frente del Trabajo Alemán
  • La Organización Femenina Nacional-Socialista

Estas organizaciones organizaban las nuevas ceremonias y rituales públicos: desfiles, marchas, concentraciones que tenían como fin aclamar al Führer.

Economía bajo el Nazismo

Desde el punto de vista económico, se adoptó la autarquía o autosuficiencia económica. Las medidas que se adoptaron para la reactivación de la economía alemana fueron las siguientes:

  • Planificación económica en planes cuatrienales.
  • Construcción de obras públicas por parte del Estado.
  • Desarrollo de la industria de armamento, que a su vez estimulaba la industria siderúrgica o la química.
  • Aumento de efectivos dependientes del Estado: Ejército, Administración General, policía.
  • Estricta regulación de precios y salarios.
  • Desarrollo del sector agrícola para evitar la dependencia exterior.
  • Utilización de «bonos» para el pago de salarios que se podían intercambiar por bienes básicos.
  • Establecimiento de acuerdos bilaterales con países del Este de Europa de economía más débil. Eran acuerdos de trueque.

Como resultado de esta política, el paro descendió radicalmente.

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