El Barroco: Crisis y Esplendor en la Literatura del Siglo XVII


Contexto barroco: La literatura barroca

Cronología e historia

El Barroco es un periodo literario que se desarrolla a lo largo del siglo XVII en el que se produce una profunda crisis política, social, económica e ideológica.

Sociedad

La economía rural se viene abajo por las malas cosechas y la pérdida de mano de obra a causa de la expulsión de los moriscos, lo que crea una clase empobrecida que emigra a las ciudades para dedicarse a la mendicidad y la delincuencia.

Cultura

La visión pesimista y escéptica de la vida impregna toda actividad cultural; sin embargo, el Barroco supone la culminación de las tendencias renacentistas, que se intensifican y complican. En literatura, este panorama histórico configura algunos rasgos del Barroco, como son el desequilibrio, la sensación de fugacidad de la vida y la imitación de los clásicos junto a la creación original o la intención burlesca. Una línea de lírica popular recogida en antologías y romanceros, junto con la lírica de autores como Lope de Vega y Góngora. Los dos estilos de la lírica culta barroca son el conceptismo y el culteranismo. Se ha dicho muchas veces que la diferencia fue en el modo de tratar el concepto o idea. El conceptismo preocupándose más del contenido (la idea, ingenio del autor), y el culteranismo, llamado también Gongorismo por ser Góngora su máximo exponente, se preocupa más de la forma (imitando la síntesis latina y usando figuras retóricas).

Góngora

Su producción poética se divide en dos grupos: poesía popular (romances de tema mitológico, pastoril, etc. y letrillas de temas generalmente satíricos) y poesía culta, en la que destacan sus canciones, sonetos (de tema amoroso al estilo petrarquista y de tema filosófico sobre el desengaño y la brevedad de la vida) y sus poemas extensos: la Fábula de Polifemo y Galatea (poema mitológico en 63 octavas reales basado en un pasaje de las Metamorfosis de Ovidio, en el que se recrea el enamoramiento del cíclope Polifemo por la ninfa Galatea, y el desdén de ésta, enamorada de Acis) y las Soledades (poema lírico en silvas, que pretendía describir, en cuatro partes, la belleza de la naturaleza. Solo escribió la primera y parte de la segunda.

Prosa

En la producción prosística barroca diferenciamos la narrativa de ficción, en la que distinguimos tendencias como la novela corta italiana, la novela picaresca (Mateo Alemán: Guzmán de Alfarache; Quevedo: El Buscón), el género celestinesco y la prosa didáctica, en la que destaca el conceptista Baltasar Gracián que escribió Lo bueno, si breve, dos veces bueno; Agudeza y arte de ingenio y su novela alegórica El Criticón.

Francisco de Quevedo

Estudió en las universidades de Alcalá y Valladolid. Fue un hombre de gran cultura. Su visión amarga del mundo se plasma en toda su obra, bien en el desengaño presente en su poesía amorosa o metafísica, bien en el tono amargo y satírico de su prosa. La poesía de Quevedo se puede clasificar temáticamente en poemas metafísicos sobre la brevedad de la vida, poemas morales en los que reflexiona sobre vicios y virtudes, poemas religiosos, satíricos en los que ataca a personas o costumbres y poemas amorosos. La prosa manifiesta las mismas preocupaciones temáticas pero también añade su vocación política, como en El Buscón. Al igual que en el Lazarillo, el protagonista queda muy deshumanizado y el argumento se convierte en una sucesión de aventuras burlescas que nos transmiten una visión del mundo pesimista y desengañada.

Teatro

El teatro del siglo XVII se revolucionó y llegan los corrales de comedias con la única finalidad de la representación a imitación de estos patios de vecinos.

Lope de Vega

Creó lo que él llamó la comedia nueva. Fue una revolución en el ámbito teatral. Las características de estas nuevas comedias en este tiempo (1609): mezcla de lo trágico y lo cómico; división de la obra en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace; el decoro poético hace hablar a cada personaje según su situación social; los personajes son arquetipos: galán (caballero honrado, preocupado por su honor..), dama (hermosa, valiente y enamorada), criado gracioso, con el que el público se identifica, el rey, que representa la autoridad intocable… Fue un escritor de gran popularidad y amplia obra que rompe las llamadas 8 unidades dramáticas de tiempo, de acción y de espacio. De su poesía destacan los sonetos amorosos, religiosos o burlescos recogidos en Rimas, Rimas sacras y Rimas humanas y divinas, y romances publicados con seudónimos en antologías poéticas. Compuso también poemas épicos como La hermosura de Angélica o La Gatomaquia, una parodia de este género. Lope también escribió novelas pastoriles (La Arcadia), bizantinas (El peregrino en su tierra) y novelas cortas (A Marcia Leonarda). Sus obras dramáticas pueden clasificarse en dramas de honor (El castigo sin venganza, Fuenteovejuna, Peribáñez y el comendador de Ocaña) y dramas de amor (El perro del hortelano, La dama boba).

Calderón de la Barca

Empezó a escribir teatro desde muy joven. Se ordenó sacerdote y Felipe IV le nombró capellán de honor, lo que le convirtió en el autor oficial de la corte. Calderón siguió con la exitosa fórmula teatral de Lope de Vega, aunque le añadió sus propias características: reducción del número de personajes; mayor relevancia dramática del protagonista, expresión de la subjetividad de los personajes en los monólogos, conflictos filosóficos de mayor hondura que en las comedias de Lope, escenografía más compleja. Entre sus obras destacan los dramas de honor (Médico de su honra, El alcalde de Zalamea), dramas de celos (El mayor monstruo, los celos), comedias (La dama duende), y dramas filosóficos (La vida es sueño, etc.). Escribió también autos sacramentales de carácter alegórico que se representaban en las fiestas religiosas del Corpus (El gran teatro del mundo). Pero el continuador de Lope más importante fue Tirso de Molina, autor de comedias de enredo que destacan por la lograda creación de los personajes femeninos, como en Don Gil de las calzas verdes. Sus obras más importantes son dos dramas que tratan el mito de don Juan y el libre albedrío del hombre, respectivamente: El burlador de Sevilla y El condenado por desconfiado.

El teatro nacional en Inglaterra y Francia

Es importante reseñar el gran desarrollo, simultáneo al español, del teatro inglés y francés durante los siglos XVI y XVII, con autores como:

William Shakespeare

Escribió comedias románticas (El sueño de una noche de verano), dramas históricos (Enrique VI, Ricardo III) y tragedias en las que presenta a unos protagonistas de gran complejidad en tramas muy emotivas (Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo, el moro de Venecia, Macbeth, etc.)

Molière

Basándose en la comedia italiana, española y francesa configuró un nuevo tipo de comedia de caracteres en la que desarrolla la pintura de los personajes arquetípicos en una sociedad hipócrita y engañosa (El misántropo, El enfermo imaginario, etc.)

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *