El bienio reformista
El bienio reformista abarca desde la formación del Gobierno en 1931 hasta la disolución de nuevas elecciones en 1933. Fueron dos años en el que los republicanos de izquierda y el PSOE llevaron a cabo una serie de reformas para modernizar el país.
La reforma educativa y la promoción de la cultura
No había una reforma más importante que otra pero dentro de las reformas sociales en especial en la educativa fue donde el gobierno presidido por Manuel Azaña destinó más recursos. Se construyeron diez mil nuevas escuelas y se crearon más de siete mil puestos de maestros. Atendiendo a lo promulgado por la Constitución de 1931 se estableció la educación pública, obligatoria y gratuita. España continuaba siendo un país analfabeto, de ahí la atención de la República hace la reformación y la culturización de la sociedad, haciéndolas accesibles para todos los españoles. Hubo novedades como el establecimiento de un sistema educativo laico (no religioso). Haciendo coherencia con los principios constitucionales, ya que si el Estado era laico, la enseñanza también debía serlo. El gobierno republicano consideraba que la influencia y el dominio de la Iglesia Católica sobre la enseñanza había influido en el retraso del pueblo, por lo que había que desvincularla del sistema educativo. Sería el Estado el encargado de formar a los alumnos. Se introdujo la educación mixta lo que significaba que niños y niñas compartirán aula y se añadió que la enseñanza de la religión no sería obligatoria. Esta reforma educativa conlleva al rechazo de la Iglesia y los sectores políticos y sociales más conservadores, que no entendían que no fuera obligatoria la enseñanza de la religión o que las clases fueran mixtas. La Iglesia se opuso y dió pie a un conflicto con el Gobierno, que se conoció como la guerra escolar. El gobierno del bienio reformista fundó bibliotecas en ciudades y pueblos organizó cursos y conferencias para los adultos, llevando el teatro y el cine a los pueblos. Contó con la colaboración de artistas e intelectuales, se crearon las Misiones Pedagógicas, que consistió en que una serie de profesionales del mundo del arte y la cultura se recorrieron los pueblos para representar obras de teatro, proyectar películas, para hacer representaciones y cursos de danza, charlas sobre la literatura española.
La reforma militar
Esta reforma molestó mucho en algunos sectores del Ejército. Manuel Añaza, presidente del Gobierno, también era ministro de Guerra, por lo que llevó personalmente la reforma del Ejército, provocando el odio y el desprecio de los oficiales de alta graduación.
El bienio conservador
El bienio conservador abarcó desde noviembre de 1933 hasta febrero de 1936. en las elecciones generales de noviembre de 1933, en las que por primera vez como consecuencia de la Constitución de 1931, ejercitan su derecho al voto las mujeres, venció la CEDA, Confederación Española de derechas autónomas, liderada por Gil Robles, un grupo político con agrupaciones conservadoras y católicas muy descontentas con las reformas del Gobierno republicano. La derecha, había aprovechado estos dos años anteriores para organizarse y crear sus propios partidos políticos. El resultado, no es lo suficientemente amplio como para gobernar en solitario. Gil Robles no es llamado por Alcalá Zamora que sigue siendo Presidente de la República a encabezar el gobierno. La desconfianza de las intenciones de Gil Robles motiva en su decisión. El designado fue Le Lerroux al presentarse el Partido Republicano Radical a gobernar con el apoyo de la CEDA.
Para los radicales de Lerroux, la alianza con la ceda solo intenta atraer a la derecha católica hacia la causa republicana; para Gil de Robles se trata de conseguir el control del gobierno sin pertenecer a él. Las coincidencias entre el Partido Radical y la CEDA dan marcha atrás a numerosas reformas en el bienio reformista: el clero vuelve a cobrar sueldos de Estado, los colegios religiosos no cierran sus puertas, se detuvo la reforma agraria y la militar, se redujo el presupuesto en educación, se paralizó la discusión del Estatuto Vasco y, además, los golpistas de 1932 son perdonados y salen depresión. El programa político del gobierno se basa en el aprovisionamiento de las reformas anteriores para poder contar con el apoyo de la CEDA.
El bando republicano: guerra y resolución
El gobierno republicano tuvo que luchar contra el bando sublevado para defender la legitimidad democrática, mientras en casa, la retaguardia debía terminar con las revoluciones de izquierdas que comenzaron desde el principio del conflicto y acabaron por ser una de las principales razones por las que la República perdió la guerra civil.
La zona sublevada: la construcción de un estado totalitario
El bando nacional también tuvo sus milicias, formaciones de extrema derecha que sembraron el terror en las zonas donde los sublevados habían triunfado. Asesinaron a hombres y mujeres que eran de izquierdas, sindicalistas, anarquistas, nacionalistas vascos o catalanes y republicanos. Torturaron y fusilaron a cientos de maestros, también alcaldes socialistas o republicanos, intelectuales y artistas como Federico García Lorca. Los militares sublevados no tuvieron un problema en que estas milicias existieran siempre y cuando pudieran ser disciplinarias. Las utilizaron durante toda la guerra en modo de limpiar a España de sus enemigos.
El bando sublevado estableció un estado totalitario, eliminando las libertades religiosas, políticas y sindicales, imponiendo la censura de prensa y restableciendo la pena de muerte. Se suprimieron los Estatutos de Autonomía de Cataluña y País Vasco y se restableció la influencia de la Iglesia Católica sobre la población y sobre la enseñanza. El papel de las mujeres en el gobierno franquista se volvió a reducir a las labores del hogar o al trabajo en los cristales y centros de reparto de comida, eliminando, así, los avances que en igualdad había conseguido la República.
1 ¿Cómo explica Juan Negrín los motivos de la sublevación militar? (1 p.)
Juan Negrín, médico de profesión y miembro del PSOE, fue el último presidente del Gobierno de la Segunda República. Fue él quien propuso, sin éxito, una serie de puntos para terminar la Guerra Civil. Tras el conflicto se exilió de España dando una serie de conferencias en defensa de la Segunda República. En este fragmento de su discurso en Nueva York expone algunas de las causas que condujeron a la Guerra Civil. Es en el tercero de los párrafos donde presenta esas causas: violencia y sabotajes provocados por grupos de la extrema derecha.
2. Señala los antecedentes de la Guerra Civil y el contexto al que hace referencia este discurso. (1p.)
El contexto internacional europeo no podía favorecer las causas de la izquierda en general y a la española en particular, pues, debido a la depresión económica provocada por el Crack del 29, muchos países habían girado hacia la extrema derecha hasta convertirse en dictaduras fascistas; es el caso de la Alemania nazi. La inestabilidad política en España durante la Segunda República y el hecho de que en ella se dieran gobiernos de izquierdas, le hizo perder inversores, tanto españoles como extranjeros, por lo que tampoco se pudo contar con una situación económica estable.
En España, esperanzados con las perspectivas de cambio tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, y que Negrín menciona en su discurso, los partidos de izquierda y los sindicatos se lanzaron a una movilización popular.
Los anarquistas proponían acciones revolucionarias y un sector del socialismo se orientó hacia soluciones radicales cercanas a las del Partido Comunista Español.