El Brexit: Causas, Consecuencias y el Artículo 50


A favor de la permanencia del RU en la UE:

  • El primer ministro, David Cameron, estaba a favor de la permanencia (16 de los 21 miembros de su gobierno), aunque el Partido Conservador se declaró neutral.

  • El Partido Laborista, el Partido Nacionalista Escocés (SNP), el galés Plaid Cymru y el Partido Liberal también estaban a favor de la permanencia.

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros países como Francia y Alemania apoyaron la opción de permanecer.

Argumentos para la permanencia del Reino Unido en la UE:

  • Se ganaba más siendo miembro de la UE gracias a las ventajas del mercado único.

  • Insistían en que la llegada de inmigrantes, la mayoría jóvenes que quieren trabajar, favorecía el crecimiento económico y ayudaba a financiar los servicios públicos y a las empresas.

  • El estatus internacional de Reino Unido se vería perjudicado por el abandono de la UE y que Reino Unido estaba más seguro siendo parte del club que por su cuenta.

Los principales impulsores del Brexit:

  • UKIP, el partido nacionalista que en las elecciones parlamentarias anteriores al referéndum había obtenido un 13% de los votos.

  • Alrededor de la mitad de los parlamentarios del Partido Conservador, incluidos cinco miembros del gobierno y el exalcalde.

  • Algunos parlamentarios laboristas.

Los defensores de esta opción sostuvieron que la pertenencia a la UE era un obstáculo para el desarrollo de Reino Unido, que pone en la caja común más de lo que recibe, y que las regulaciones europeas, que consideran excesivas, perjudican a las empresas británicas.

  • También querían que el Reino Unido recuperase el completo control de sus fronteras y que se redujese el número de extranjeros que llegaban al país en busca de trabajo.

Consecuencias del Brexit para el RU:

  • Pérdida del mercado único basado en el libre mercado, sin tasas ni aranceles comerciales. El mercado único favorece el mercado. Pero el mercado único europeo es mucho más que una zona de libre comercio: también incluye el movimiento libre de bienes, personas y capitales. Aunque es posible no formar parte de la Unión Europea y sí del mercado único, como es el caso de Noruega, representantes de la campaña del “Leave” afirmaron durante la misma que no querían que Reino Unido siguiese formando parte del mismo una vez fuera de la UE. Afirmaban que la economía del país era lo suficientemente fuerte para negociar un acuerdo con la UE que les permitiese acceder al libre mercado sin tener que aceptar el libre movimiento de personas ni otras regulaciones.

  • Dado que Reino Unido ya aplicaba las reglas del mercado único, un acuerdo de libre comercio de bienes entre Reino Unido y la UE sería relativamente fácil, sostenían.

  • Quienes abogaban por permanecer veían la salida con bastante pesimismo. Durante la campaña aseguraron que el “Brexit” provocaría una crisis económica en Reino Unido (inflación ya al 3%).

Consecuencias del Brexit para Europa:

  • Ningún país de la Unión Europea se mostró favorable al Brexit con miedo al contagio. Aunque hay consenso en que el mayor impacto de la salida será sobre el Reino Unido, algunos piensan que el impacto será también significativo sobre los demás estados miembros. La firma británica de consultoría Global Counsel advirtió que, tras el Brexit, la UE se convertirá en un socio comercial menos atractivo a nivel mundial y perderá poder internacional. Pero también decía que esto puede verse compensado por una mayor integración del resto de países.

Artículo 50 del Tratado de Lisboa

El Tratado de Lisboa contempla la posibilidad de que un Estado miembro decida abandonar la Unión Europea, pero el procedimiento no se ha desarrollado.

1.

Todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión.

2.

El Estado miembro que decida retirarse notificará su intención al Consejo Europeo. A la luz de las orientaciones del Consejo Europeo, la Unión negociará y celebrará con ese Estado un acuerdo que establecerá la forma de su retirada, teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión.

El Consejo lo celebrará en nombre de la Unión por mayoría cualificada, previa aprobación del Parlamento Europeo.

3.

Los Tratados dejarán de aplicarse al Estado de que se trate a partir de la fecha de entrada en vigor del acuerdo de retirada o, en su defecto, a los dos años de la notificación a que se refiere el apartado, salvo si el Consejo Europeo, de acuerdo con dicho Estado, decide por unanimidad prorrogar dicho plazo.

4.

El Estado miembro que se retire no participará ni en las deliberaciones ni en las decisiones del Consejo Europeo o del Consejo que le afecten.

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