El Cambio Indirecto: Demanda, Oferta y Valor del Dinero


Economía Política

EL CAMBIO INDIRECTO

I. Consideraciones sobre algunos errores muy difundidos

Ludwig von Mises reflexiona sobre algunos errores muy generalizados respecto del dinero.

  • Mises afirma que el dinero ha de estudiarse con el mismo método y está sujeto a las mismas leyes económicas que el resto de los bienes.
  • Aunque la anterior afirmación pueda parecer una obviedad, lo cierto es que muchos economistas consideran que el dinero debe estudiarse de manera distinta por su naturaleza: al tratarse de un medio de intercambio y no de un bien de consumo o factor de producción, estos economistas consideran que se trata de una categoría distinta y, por tanto, exige estudiarse de manera diferenciada (el dinero se estudia como un todo).

I.1. Escuela praxeológica (austríaca)

Con Menger surge la revolución marginalista a fines de s. XIX. Particularmente, el primer hallazgo marginalista es la ley de utilidad marginal.

Con la ley de la utilidad marginal se resuelve la paradoja del valor (Menger): ¿por qué subjetivamente valen más los diamantes o el oro que el agua si es más útil para sobrevivir el agua?

Dio respuesta a este interrogante a través de la ley de la UMg. Son las últimas unidades, las unidades en el margen, las realmente importantes a la hora de actuar. El ser humano valora las unidades relevantes de cada bien (o medio) en cada curso de acción, pero no todas las unidades que hay de dicho bien en el mundo: el ser humano no prefiere (valora) el oro más que el agua porque piense en términos de «todo el oro frente a todo el agua del mundo», sino que se plantea la utilidad que le reporta la última unidad de agua que consume frente a la última unidad de oro que posee (es decir, las unidades marginales -en el margen- de cada bien en cuestión).

  • En dicho contexto, ante la abundancia de agua de que disfrutamos habitualmente, la última unidad relevante de agua (ej. un vaso de agua) satisface un fin mucho menos valorado (ej. enjuagarnos la boca al lavarnos los dientes) que la última unidad de oro o de diamante que podamos poseer (ej. collar con piedrecitas de diamantes).
  • Cosa distinta sería si la pregunta se planteara de otra manera: nos quitan todo el agua frente a todo el oro que tenemos (ej. un ser humano en el desierto sin agua y sediento). En este caso, la unidad relevante de agua (nos quitan toda la del mundo) satisface un fin más elevado en nuestra escala valorativa que todo el oro de que dispongamos: el fin de la supervivencia frente al fin ornamental es más importante.

En resumen, el ser humano, al dar valor a los bienes de un mismo tipo (perfectamente intercambiables entre sí), tiene en cuenta las últimas unidades relevantes de dicho bien: a saber, las unidades marginales.

Menger descubre la ley de la utilidad marginal con la que explica la determinación del valor de los bienes de consumo final. Eugen Böhm Bawerk, discípulo de este, aplicaría la ley de la UMg a los factores de producción.

Finalmente, la gran aportación de Mises en el ámbito del dinero fue aplicar esta teoría para determinar el valor del mismo. Afirma, pues, que la tª del dinero está inserta en la utilidad marginal, como cualquier otro bien. Es decir, las decisiones individuales relativas a las unidades monetarias también son respecto de la unidad adicional de dinero que se maneja o la última unidad que se pierde (como en el resto de los bienes). Aplicó, por tanto, la teoría subjetivista también al dinero.

I.1.1. Valor

El valor ha de estudiarse como el resto de bienes económicos, es decir, está explicado por la ley de la utilidad marginal. No ha de considerarse la cantidad de dinero como un todo, sino como cualquier otro bien: unidades marginales.

I.1.2. Precio

El «precio del dinero» es equivalente a la capacidad adquisitiva del dinero. El «precio del dinero» es la inversa del precio de los demás bienes; es decir, su capacidad o poder adquisitivo: cantidad de bienes y servicios que puede comprar una unidad monetaria.

Ej. Si sube el precio de las naranjas, baja el poder adquisitivo del dinero.

Ej. Una barra de pan cuesta ½ euro. En términos de barras de pan, un euro cuesta dos barras de pan (1/0.50). 2 barras de pan es el precio del dinero (o su capacidad adquisitiva).

Este precio (o capacidad adquisitiva) está determinado por la misma ley que todos los demás bienes y servicios.

  • Neoclásicos: explican la determinación de los precios por la “ley oferta y demanda”.
  • Austríacos (determinación del precio en competencia bilateral): los precios de los bienes se determinan por las valoraciones subjetivas de las parejas marginales (parej. marginales: la última pareja en realizar el intercambio y la primera pareja que se queda a las puertas y no lo realiza).

Nota: Incluso con las curvas de S y D de los neoclásicos, observamos que quienes determinan el precio de los bienes son los individuos que están en torno al «precio de equilibrio» (es decir, las parejas marginales). Todos los que están a la izquierda del pto. de equilibrio realizan el intercambio. Las parejas marginales determinan el precio y el resto «acepta» dicho precio (formándose el excedente del consumidor en el caso de lo demandantes y el excedente de productor en el caso de los oferentes).

I.2. Escuela mecanicista (no praxeológica)

  • Estos economistas consideran el dinero como una entelequia; un medio de intercambio neutro que no afecta a la esencia real de la economía.
  • Por lo tanto, consideran, ha de estudiarse globalmente su oferta y su demanda, alcanzado un hipotético nivel general de precios. Justifican el desarrollo de una rama de la economía que se estudia mediante agregados: la macroeconomía.
  • Los austríacos consideran esta postura errónea. Están anclados estos economistas mecanicistas en una época pre-científica. Los economistas clásicos estaban despistados con el valor de los bienes en general. Como se ha indicado, no se explicaban por qué el oro vale más que el hierro o el agua, cuando el agua es «más útil» que el oro. No podían resolver esta paradoja porque las conclusiones las tomaban de manera agregada, es decir, considerando todas las unidades de cada bien que hay en la tierra. Esta paradoja perduró hasta que Menger (que dio lugar a la revolución marginalista) lo resolvió.
  • Los economistas neoclásicos, si bien emplean enfoques marginalistas para el resto de bienes, para el dinero siguen considerándolo en su globalidad. Paradójicamente, el análisis del dinero por parte de la mayoría de los economistas es en términos de macroagregados. Analizan el precio como nivel general de precios (como un todo). De nuevo, vuelven a analizar “todo contra todo”, en lugar de seguir con la visión marginalista (unidades adicionales o unidades sustraídas, en este caso, de dinero).

II. Demanda y oferta de dinero

Def. medio de intercambio: aquellos bienes que los individuos no adquieren para consumir o emplear dentro de actividades productivas, sino para, en el futuro, intercambiar por otros bienes productivos o bienes de consumo.

II.1. ¿Por qué se demanda el dinero?

1) Medio de intercambio: Resulta mucho más fácil encontrar un vendedor de aquello que necesitamos.

Ej. Si un profesor de economía quiere zapatos y camisas, y sus alumnos no son zapateros o camiseros, nos quedaríamos sin efectuar el intercambio. Con dinero, el intercambio sí se materializa.

2) Incertidumbre: El futuro está por hacer. Lo que suceda en el futuro será resultado de interacciones que se manifestarán en el mañana respecto de medios y fines que no se descubrirán hasta entonces. Desde este punto de vista, no conviene precipitarse en comprar bienes y servicios hoy. En primer lugar, porque no nos convenza nada de lo que nos ofrezcan en ese momento, pero, además, el ser humano deja una parte de los ingresos monetarios como colchón para cualquier imprevisto o como aprovisionamiento para el futuro-vejez (cuando ya no se puedan generar fuertes rentas). Sin medios de intercambio (que conserven bien su valor en el futuro), no habría la posibilidad de posponer la compra a cualquier momento futuro.

3) Bienes perecederos: Aunque este motivo tiene menor importancia que los anteriores, el hecho de que muchos bienes y mercancías sean perecederos hace que no convenga demandar directamente muchos de estos bienes en los intercambios, pues se pueden corromper con el paso del tiempo, salvo que se consuman en el corto plazo. Por esta razón, se demandan bienes de intercambio (que no se pudren ni estropean) en su lugar.

Como conclusión final, no todos los medios de intercambio son dinero, pero todo dinero sí es un medio de intercambio. Se convierte en dinero al ser comúnmente aceptado: con carácter generalizado se ofrece y se acepta por los individuos.

II.2. Características esenciales el dinero (7)

II.2.1. Bien económico

Æ El dinero, como medio de intercambio (generalmente aceptado), es un bien económico.

  • Bien económico es sinónimo de medio o de recurso. La característica esencial de un bien económico es que sirve a un fin humano (es empleado dentro de una acción) y es escaso en términos relativos (subjetivos).
  • En lo que respecta al dinero, llevado a un extremo, si un bien que se ha convertido en dinero se torna tan abundante que pasa a ser un bien libre, entonces perdería las cualidades para ser medio de intercambio (dejaría de ser fácilmente intercambiable, ya que cada unidad adicional se valoraría muy poco). La cualidad principal del dinero es su escasez.
  • Si con cualquier otro bien que no sea dinero los individuos se benefician socialmente cuando este es más abundante, con los bienes que constituyen el dinero, la humanidad no se encuentra mejor cuando se multiplica su cantidad. Al contrario, la sociedad sale perdiendo dado que dicho dinero perderá su cualidad dineraria y tendrá que descubrirse otro medio de intercambio (por definición, escaso) que supla a dicha mercancía como dinero. Hay, por tanto, que abandonar el dogma de que cuanto más cantidad de dinero, mejor.

Si con nanotecnología se consiguiera fabricar oro de exactas características al actual de forma masiva y con poco coste, el oro dejaría de ser valorado como medio de intercambio. Perdería valor.

II.2.2. Volumen de dinero

Æ El dinero cumple su cualidad sin importar cuál sea su volumen.

  • No es relevante si hay una determinada cantidad de oro o diez veces más de oro en circulación. En estos dos ejemplos, lo único que cambia es la cantidad de oro que necesitamos emplear para efectuar el intercambio. En términos nominales, si hay diez veces más de oro, los precios serán 10 veces más altos que cuando el volumen total de oro es diez veces inferior.

Ej. Un par de zapatos costó 3 euros hace 20 años y hoy cuestan 30 euros.

  • Lo que es relevante es el proceso dinámico por el que se incrementa o se reduce la cantidad de dinero. Lo importante es cómo se introduce el dinero en la economía y qué mecanismos hacen que suba o baje la cantidad de dinero. Se estudiará a lo largo del curso que unos saldrán ganando y otros perdiendo. Su introducción en la economía (aumento o disminución) no es por tanto neutra.
II.2.3. Capacidad adquisitiva

Æ La gente está dispuesta a pagar precios por el dinero o medio de intercambio generalmente aceptado.

Así como el precio de los bienes y servicios viene expresado por un denominador común (la unidad monetaria), el precio de la u.m. vendrá establecido por tantas gamas y unidades de bienes y servicios como haya en la economía.

Ej. Cuando se efectúa un intercambio, quien realiza una compra está demandando un bien (ej. zapatos) y el zapatero demanda u.m. El zapatero paga un precio por esas u.m.: los zapatos.

Ese bien o servicio que se entrega a cambio es la capacidad adquisitiva del dinero: equivalente a precio del dinero (de 1 u.m.).

Ej. Una vaca cuesta 3.000 euros. En términos de vaca, el precio de un euro es 1/3.000 vacas.

Ej. Un cartón de leche cuesta 1 euro. En términos de leche, el precio de un euro es de 1/1 = 1 cartón de leche.

II.2.4. Toda u.m. es propiedad de alguien en cada momento

Æ Todo el dinero está guardado en algún sitio en cada instante, es decir, siempre está atesorado por alguien.

Resulta absurdo afirmar que el dinero está ocioso o en movimiento (o circulación), puesto que todo saldo monetario siempre es propiedad de alguien: siempre está atesorado por alguien.

  • En cualquier caso, es el individuo (consumidor particular) quien subjetivamente considera si debe atesorarlo porque entienda que ha de tener un determinado saldo de tesorería. Son decisiones individuales, en general, influidas por las expectativas económicas y el ciclo.

Son decisiones movidas por las expectativas: la incertidumbre; el entorno institucional; en los booms, los individuos tienden a tener menos saldos de tesorería, en épocas en que hay paro y recesión, se tiende a limitar el consumo.

  • Por tanto, afirmar que hay exceso de dinero atesorado es un juicio de valor. Cuando se afirma tal cosa es porque se tiene intención de apoderarse de dicho dinero atesorado para forzar ponerlo en circulación.
  • Desde el punto de vista científico, no hay una cantidad óptima de saldo monetario atesorado frente a dinero en circulación. Subjetivamente, cada cual decide cuánto atesora y cuánto decide gastar.
II.2.5. Demanda de riqueza frente a demanda de dinero

Æ No se debe confundir la demanda de dinero con la demanda de riqueza. Cuando algunas personas afirman «yo quiero mucho dinero», no se refieren tanto a que deseen acumular unidades monetarias como a que desean mucha riqueza.

  • El deseo de riqueza no tiene que ver con el deseo de acumular dinero. Realmente, cuando se desea riqueza se gastan grandes saldos de tesorería para comprar otros bienes y servicios que proporcionan ese patrimonio: una finca, invertir en bolsa, un negocio, un coche, etc. Lo que es en realidad puede ser ilimitado es el deseo de riqueza, no el de dinero.

Ej. si a alguien le toca la lotería, no suele guardar ese dinero en una cuenta corriente, sino que lo emplea en comprar casas, coches, bolsa, etc.

  • Cuando líderes políticos, religiosos, periodistas, intelectuales, etc., critican el ansia de dinero (institución social por excelencia que multiplica los intercambios y fomenta desarrollo y civilización), en realidad critican los deseos de riqueza de los seres humanos. Estas críticas, en cualquier caso, se fundamentan en sistemas de valores particulares, pero nada tienen que ver con la teoría económica.

Salvo algún caso patológico, el dinero como tal no se demanda ilimitadamente, ya que este se emplea para consumo, inversión, etc., que son los fines realmente anhelados.

II.2.6. Mercado de dinero y mercado de crédito comercial

Æ Mises identifica un habitual error terminológico, especialmente aplicado en el ámbito financiero y político, que consiste en denominar como mercado de dinero al mercado en que se intercambian, a corto plazo, bienes presentes por bienes futuros.

  • El mercado social de dinero real es aquel en que se demanda y oferta dinero diariamente. Se manifiesta en todos los intercambios indirectos: siempre que se compra algo, el comprador está ofertando dinero. A la inversa, cuando vendemos algo, demandamos dinero. Este es realmente el mercado de dinero.

Æ De esa demanda y oferta de dinero, se obtiene un precio para cada unidad monetaria: la capacidad adquisitiva.

  • En el mercado de crédito comercial (habitualmente denominado «mercado de dinero»), se intercambian bienes presentes por bienes futuros. Estos son préstamos o créditos a corto plazo, lo cual es una parcela reducida del mercado social de dinero.

Æ En este mercado, se establece un precio que hay que pagar en términos de bienes futuros por cada unidad de bienes presentes: interés. Pero no tiene que ver con el precio del dinero (capacidad adquisitiva).

Ej. Se entrega un millón ahora a cambio de 1 millón + intereses en el futuro.

II.2.7. Teoría cuantitativa del dinero
a. Ley de tendencia

Æ Según las leyes de tendencia del precio, conforme aumenta la oferta de dinero, su precio tiende a bajar; es decir, la capacidad adquisitiva del dinero tiende a disminuir. Esta teoría cuantitativa recoge un fondo de verdad, aunque, como veremos, se explica habitualmente de manera muy simplista.

  • Realmente, al aumentar la cantidad de dinero, hay una tendencia, ceteris paribus, a que su precio (poder adquisitivo) baje. Es decir, un aumento de la cantidad de dinero tendería a disminuir la capacidad de compra de cada unidad monetaria.
  • Por la relación inversa que existe entre el precio del dinero y el precio de los demás bienes, si baja la capacidad adquisitiva del dinero, tenderá a subir el precio de los demás bienes. Lo que implica es que una unidad monetaria cada vez compra menos unidades de otros bienes.
  • Muy importante: Por consiguiente, cuando se afirma que los «precios de los bienes suben» en realidad, no es que estos suban, sino que la capacidad adquisitiva del dinero cae. Especialmente, cuando se manifiestan crecimientos de precios sostenidos y persistentes en la economía es debido a expansiones monetarias (incrementos en la cantidad de dinero en circulación).

Se echa la culpa a los empresarios, tenderos, etc., de que los precios suben, pero la realidad es la contraria: baja la capacidad adquisitiva de la unidad monetaria.

La gente de a pie, si fuera consciente, localizaría al verdadero responsable: el que regula la cantidad de dinero que hay en circulación. Ellos son los verdaderos responsables de que haya escaladas inflacionistas en los precios.

A la inversa, si cae la cantidad en circulación, la ley de tendencia de los precios hace que tienda a subir el precio del dinero (capacidad adquisitiva). Por lo tanto, el precio de los demás bienes tenderá a caer (deflación).

b. Crítica de Mises a la teoría cuantitativa

Æ Ludwig von Mises, en este capítulo, afirma que las leyes de tendencia aquí explicadas son ciertas. Sin embargo, debe criticarse esta teoría por la forma en que los economistas cuantitativistas afirman que se manifiesta: mecánica y matemáticamente.

Incluso, estos economistas encorsetan las relaciones entre el crecimiento de la cantidad de dinero y el precio del dinero (poder adquisitivo) en una fórmula matemática:

M.V = P.Y

M: cantidad de dinero en circulación; V: velocidad de circulación del dinero (número medio de veces que cambia de manos una u.m. por periodo); P: nivel general de precios; Y: cantidad total de bienes y servicios.

Los teóricos neoclásicos (ej. Esc. de Chicago) no utilizan esta teoría como una ley de tendencia sino que asumen que la sociedad, como un todo, necesariamente se comporta conforme a esta fórmula matemática.

Así, según esta fórmula:

  • Si M aumenta, siendo constante todo lo demás (V e Y), entonces «automáticamente» el nivel de precios de bienes y servicios aumentará.

Ej. si se multiplica la cantidad en circulación de dinero por dos, automáticamente se incrementará el nivel general de precios por dos.

  • Si M disminuye, siendo constantes V e Y, entonces el nivel de precios de bienes y servicios caerá.

Como se estudiará en próximos temas, los procesos que llevan a que se incrementen o reduzcan los precios de bienes y servicios ante variaciones en la cantidad de dinero en circulación producen efectos primero en unos sectores y, a la postre, se trasladan a otros. Nunca afectan de igual manera a todos los individuos y además sus efectos se desarrollan en el tiempo, a lo largo de sucesivas etapas.

Como afirma Mises, la fórmula matemática como tal es falsa. El dinero no es neutro como parece indicar la fórmula. Los incrementos de dinero hacen que unos precios suban más que otros, con lo que se produce una redistribución de la renta en que unos salen ganando y otros perdiendo; además, se desencadena una distorsión en la estructura productiva como consecuencia de la variación de los precios relativos, dando lugar al paro y a las crisis económicas.

La mera fórmula matemática se revela como una herramienta analítica incapaz de explicar todos estos complejos procesos.

III. La determinación del poder adquisitivo del dinero

Poder adquisitivo = precio del dinero.

El precio del dinero, como cualquier otro bien, viene determinado por su oferta y su demanda. Es decir, por las valoraciones subjetivas de las parejas marginales.

Se va a estudiar cuáles son las peculiaridades de la oferta y la demanda de dinero.

III.1. Demanda

La demanda de dinero, de cualquier medio de intercambio, tiene tres componentes (A, B, C). Se demanda ese medio de intercambio generalmente aceptado:

A. Por su propia demanda directa, bien como medio de consumo o como factor de producción. Esta etapa es muy fácil de comprender, especialmente en aquellos bienes que evolutivamente se han convertido en dinero, como el oro.

Cuando está vigente el patrón oro (aunque el vínculo total con el oro se cortó en 1971, a partir de la primera guerra mundial, de facto, desaparece el sistema de patrón oro más tradicional), el oro no sólo se emplea para respaldar el dinero que hay en circulación sino que se usa para joyas o fines ornamentales (anillos, relojes, orfebrería, etc.), además de tener una importante demanda industrial.

El papel moneda prácticamente no tiene utilidad directa. No tiene capacidad de satisfacer demanda directa como bien de consumo o factor de producción. Podría llegar a tener demanda directa porque a un individuo le satisficiera mucho acumular papel moneda (aunque se devalúe con el paso del tiempo y no tenga mucha lógica) -ej. tío Gilito-. También podría demandarse para coleccionismo (ej. collecionismo de billetes). En cualquier caso, la demanda por su utilidad directa es marginal.

B. Demanda monetaria: La demanda del medio de intercambio está en función de la capacidad adquisitiva que estiman los individuos que tiene dicho dinero.

Si una persona hace añicos tanto un billete de 100 euros como un trozo de papel, aquellos que estén observando no sentirán nada por el trozo de papel pero sí por el billete. Esto se debe a que implícitamente están pensando en la capacidad adquisitiva de ese billete (en aquello que dejan de poder comprar como consecuencia de haberlo roto).

Si se demanda el dinero es precisamente por su capacidad adquisitiva, porque entendemos que otros individuos lo van a aceptar en los intercambios, ya que a su vez lo utilizarán en sus posteriores transacciones. Es la componente más importante de la demanda de dinero.

Aparente vicio metodológico de razonamiento circular:

Afirmamos que la capacidad adquisitiva del dinero se determina por un lado por la demanda de dinero; en la demanda de dinero, su componente más importante es la demanda monetaria, que a su vez depende de la capacidad adquisitiva. Con este razonamiento, parece que se está cayendo en un círculo vicioso: el dinero -y más especialmente el papel moneda no convertible en mercancía de valor alguno- tiene capacidad adquisitiva porque se demanda, y se demanda por su capacidad adquisitiva.

Def. teorema regresivo del dinero: El poder adquisitivo del dinero hoy viene determinado por la demanda de dinero de hoy, que a su vez se basa en el poder o capacidad adquisitiva del dinero ayer.

En realidad, como sostiene Mises, el teorema regresivo del dinero soluciona el aparente círculo vicioso. El poder adquisitivo del dinero no viene referido al mismo periodo de tiempo, sino al anterior.

Es el complemento perfecto a la teoría de la formación de las instituciones de Carl Menger. Así como Menger explica del pasado al futuro el surgimiento de la institución del dinero, Mises explica el precio del dinero actual siguiendo el camino contrario: del presente hacia el pasado.

  • Mises -siguiendo a Menger- advierte que en su origen el dinero tiene que ser algo que tenga una utilidad directa para ser demandado.
  • Más tarde, a esa primera demanda “no monetaria” se irá sumando la demanda “monetaria” propiamente dicha. La gente irá teniendo más y más en cuenta el valor de cambio (lo que puede comprar) de ese activo. Más que la propia utilidad directa que el mismo puede reportarle.
  • Así, el dinero se demanda hoy por la experiencia histórica de lo que ha venido pudiendo comprar últimamente. A su vez, lo que ha venido pudiendo comprar últimamente se fijó a través de una demanda por dicho dinero que tuvo en cuenta su poder de compra anterior.
  • Y así hasta el momento en el cual la totalidad de la demanda era exclusivamente la procedente de la consideración de la utilidad directa o valor de uso del bien en cuestión. Con este último paso, llegamos al motivo original por el que, según explica Menger, se demandó el dinero en primera instancia. Posibilita salirse del razonamiento circular.

Cuando se pasa de papel moneda convertible al no convertible se sigue empleando el dinero “oficial” sin tanto contratiempo por la aplicación del teorema regresivo del dinero. La gente tenía, al menos en el corto/medio plazo, la expectativa de que ese nuevo billete con la misma denominación que el anterior mantendría el mismo poder de compra.

Esto es aplicable a posibles reformas monetarias.

C. Expectativas (no vamos a estudiar esta causa en este punto)

III.2. Oferta

Tres son los sistemas mediante los que los gobernantes varían la oferta de dinero.

A. Financiación del déficit público: al estar el dinero monopolizado por los gobiernos y ser dinero de curso forzoso, la primera forma es que el estado gaste más de lo que ingrese, financiando dicho déficit público mediante la fabricación/emisión de nuevo papel de moneda, pagando así a los distintos proveedores (emitiendo nuevo dinero).

B. Expansión crediticia: Los bancos centrales dan instrucciones a los bancos comerciales para que concedan más créditos (tanto para consumo como para producción). Esto conduce no sólo a una reducción de los intereses, sino una flexibilización de las condiciones en las cuales los créditos se conceden. En última instancia, implica que se abren cuentas de crédito o préstamos a empresas y personas individuales que retiran esos medios de pago para hacer frente a nuevas inversiones o consumos. Si es necesario, al incrementarse la oferta de dinero, el banco central tendrá que emitir más moneda.

C. Operaciones de mercado abierto: Consisten en que el Banco Central (Estado) solicita un incremento de papel moneda (a la fábrica de moneda y timbre). Con ese dinero, directamente o empleando intermediarios, se dan órdenes masivas de compra en bolsa, generalmente, de obligaciones del estado (a más largo plazo) o letras del tesoro (corto plazo). Esto hace que los valores de la bolsa tiendan a incrementarse y, específicamente, que aquellos poseedores de deuda pública tengan la sensación de que son más ricos.

Estas prácticas se denominan «apelaciones al banco Central». Con la entrada en la U.E. (Maastricht) se puso como requisito que los bancos centrales no financiaran el déficit público con cargo a nueva emisión de dinero. Sin embargo, se puede sortear esta prohibición de alguna manera a través de las citadas operaciones de mercado abierto: emiten en primer lugar deuda pública y, a la postre, mediante intermediarios, compran dicha deuda pública. Subrepticiamente han conseguido un objetivo análogo a A.

III.3. Expansión monetaria

Recordatorio: si se expande el crédito/dinero, sabemos que el precio del dinero -su capacidad adquisitiva- tenderá a caer.

De hecho, en los últimos 40 años la peseta se ha depreciado en un 100%. Con el patrón oro, esto sería más complejo pues el incremento en la oferta monetaria no podría haber sido nunca tan abrupto ni manejado de forma tan arbitraria como hacen los gobernantes con el papel moneda.

Cada año, se expande entre el 10 y el 15%.


Ya se explicó en el epígrafe anterior que es indiferente el volumen de dinero que haya, pero sí es muy relevante la forma en que se incrementa o reduce el dinero en circulación (las variaciones no son irrelevantes). También se estudió que el dinero, para que cumpla sus funciones, ha de ser escaso.

Entonces, ¿por qué los políticos incrementan la oferta monetaria sistemáticamente?,
¿con qué ventajas cuentan? Se debe a que con la expansión monetaria, unos sectores o grupos de interés se benefician30 y otros salen perjudicados.
1. Si el incremento de oferta monetaria fuera tal que cada individuo recibiera un aumento en la misma proporción, el efecto sería neutro (todos quedarían igual que antes)31 . No se utiliza nunca.
2. Empleando cualquiera de los tres mecanismos antes explicados, los políticos aumentan la oferta monetaria primero en unos sectores, que serán los que reciban ese incremento de dinero. Ello produce un impacto tremendo sobre la estructura productiva
de la economía en esos lugares. Además, beneficia a personas cercanas a esos lugares. Después de un periodo temporal relativamente largo, ese efecto se extiendeal resto de la economía. El proceso puede ilustrarse a través del símil de F.A. Hayek32 : cuando se vierte miel en una mesa, en primer lugar, queda bastante concentrada la miel y, poco a poco, se va desparramando y extendiendo al resto de la mesa.
Ej.: se construye una carretera en algún lugar. Se hace el concurso y se pagan 1.000 mill. de euros al contratista. Éste recibe dicha cuantía monetaria. Tanto él, como los trabajadores que cobran la nómina, como los accionistas son los primeros en recibir ese dinero recién creado.1er efecto: unos sectores se benefician; el resto sale perjudicado

• Se inyecta liquidez a unos determinados sectores económicos. Al incrementar sus saldos monetarios, pueden comprar bienes y servicios a precios antiguos -con una capacidad adquisitiva (precio) del dinero de ayer-, pero su capacidad de compra ha aumentado (ej. vivienda, coches, vestido, alimentación, etc.) significativamente. Es decir, sin haberse modificado aún los precios, compraránnuevos bienes y servicios a precios antiguos.

• Pese a todo, su presión en la demanda de bienes y servicios hace que posteriormente los precios de determinados bienes tiendan a subir. (Suben los




30 Compra de votos.
31 Igual que presupone la teoría cuantitativa del dinero, que toma el proceso de creación de dinero como si éste fuera homogéneo.
32 Otro de los autores emblemáticos de la escuela austríaca de economía.


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Economía Política precios de algunos bienes -los más demandados por estos sectores-, pero no de todos).

• Si bien ese dinero llega, en primer lugar, a unos grupos de individuos, el resto delas personas mantiene sus mismos saldos de tesorería (nominalmente son retribuidos con los mismos ingresos). Así, el resto de la ciudadanía acude a adquirir distintos bienes (ej. pan, leche, coche, vivienda, etc.) y se encuentra con que sus precios han aumentado debido a la presión que han ejercido aquellos sectores que han recibido grandes sumas dinerarias (y se han puesto a comprar masivamente esos bienes y servicios).

• De esta manera, los que recibieron en primer lugar esas emisiones de dinero salen beneficiados, son ahora más ricos (han comprado a precios más económicos); y los demás son más pobres (han comprado a precios más elevados sin recibir incrementos en sus rentas). Se ha producido un proceso de redistribución de la renta: se benefician los sectores que han recibido los nuevos saldos monetarios y salen perjudicados los demás.
Este es el motivo principal por el que se manipula continuamente el dinero por los tres mecanismos citados: querer beneficiar a unos grupos de interés frente al resto de los individuos.

2º efecto: se benefician los deudores y se perjudica a los acreedores(ahorradores)

• Además, se benefician los deudores y se empobrecen claramente los acreedores.

• Si el plazo de devolución de la deuda es de 2/3 años, los deudores devolverán entonces unas u.m. con capacidad de compra cada vez menor.

• Al contrario, el acreedor sale perjudicado porque el precio de la u.m. que prestó es muy superior al precio de esa u.m. recibida una vez transcurre el plazo de devolución.

• Con independencia de que un ahorrador preste o no, perjudica siempre a éstosfrente a los deudores; pues si se ahorra prudentemente una unidad monetaria con el fin de posponer compras para el futuro, la capacidad de compra en el futuro será claramente inferior a la actual33 .
Este fenómeno ha sido muy frecuente en los últimos 6 años en la adquisición de viviendas. Quien no se atrevió a comprar hace 6 años y prefirió seguir ahorrando, ha visto cómo la capacidad adquisitiva, en términos de viviendas, de su dinero ha menguado considerablemente. Quien se endeudó en el comienzo del boom ha salido ganando.3er efecto: Efecto sobre la economía real34

Al introducir dinero por determinadas áreas, se distorsiona la estructura productiva realde la economía.

• Estos sectores beneficiados atraen recursos económicos, capital, mano de obra, etc., debido a la inyección monetaria y a los fuertes beneficios.




33 Queda a las claras un comentario que ya se avanzó en el tema anterior: el papel moneda pierde su capacidad de servir como depósito de valor en el tiempo. Por ese motivo, la gente tiende a huir de la moneda para invertir en otros activos que se revaloricen y superen a la inflación: ej. sector inmobiliario, mercado de valores, etc.
34 Se explicará más detalladamente e indicando las etapas en el bloque III del temario.


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• Al principio, los precios tienden a subir, pero el incremento de dinero aún no se ha extendido a todos los ciudadanos, de tal forma que éstos salen perjudicados
(mengua su poder adquisitivo).

• Este dinero de nueva creación finalmente se irá extendiendo, como la miel, a toda la sociedad. Cuando ya ha pasado por varias manos (ej. 8/10), sí acaba llegando al resto de los individuos. Uno de los problemas surge cuando éstos empiezan ademandar bienes y servicios que no tienen que ver con los sectoresoriginariamente beneficiados (ej. no usamos la carretera construida).

• Por ello, las empresas que habían tenido fuertes beneficios en primera instancia debido al incremento en la cantidad de dinero, entran en crisis y, de esta manera, se manifiesta que estos proyectos de inversión se emprendieron por error.

• Hay recursos (humanos, financieros, etc.) que no deberían haberse dirigido hacia esos sectores. Hay una distorsión generalizada de la estructura productiva. Los recursos escasos de la sociedad se han empleado mal y se hace necesario un reajuste de la estructura productiva. Esta necesidad de reajuste es la temida crisis: paro, índices de actividad más bajos, liquidaciones de stocks masivas, quiebras, etc.
Las crisis económicas empiezan a surgir a gran escala después de la primera guerra mundial cuando se abandona el patrón oro. También hubo otras crisis en el s.XIX, aunque menos pronunciadas, que se debieron igualmente a las manipulaciones del dinero por parte de los gobernantes.
Al contrario de lo que decía la fórmula matemática de la teoría cuantitativa, hay unos precios que suben antes. No todos suben a la vez, si lo hicieran en la misma proporción, no habría efectos.
Podría, con patrón oro, aumentarse la oferta monetaria si, por ejemplo, se descubre una mina de oro. La experiencia demuestra que este incremento de la oferta monetaria ha sido muy pausado y lento, incluso cuando se descubrió oro en California (fiebre del oro).






























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