El Consejo de la Unión Europea: Historia, Funciones, Funcionamiento y Crisis


EL CONSEJO DE LA UNIÓN EUROPEA

Historia

Es una de las primeras instituciones comunitarias, nace fruto del recelo del Benelux hacia la Alta Autoridad de carácter supranacional. Por ello, estos países propusieron el nacimiento de un Consejo como contrapeso del poder de los Estados. Es la primera institución de carácter intergubernamental de la UE y se considera el centro de la vida política de la UE, aunque actualmente atraviesa una crisis.

Funciones

  • Aprobar o rechazar Actos Legislativos a iniciativa de la Comisión (Procedimiento Legislativo Ordinario).
  • Fijar la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión en colaboración con la Comisión y bajo control del Parlamento (Procedimiento Legislativo no Ordinario).
  • Establecer orientaciones generales sobre cada materia (función parcial del Consejo Europeo).
  • Coordinar las políticas económicas de los Estados de la Unión.
  • Adoptar el presupuesto de la comunidad.
  • Negociar y firmar los acuerdos internacionales o bilaterales.

Funcionamiento

Es una “institución de instituciones”. Se podría decir, aunque no sea en lenguaje técnico, que el «gran Consejo» es el Consejo Europeo. Aunque es otra institución al margen, allí se reúnen los “jefes” de los ministros que conforman el Consejo, por lo que actúan bajo sus órdenes.

El Consejo se reúne por «formaciones», es decir, por áreas políticas. Llegó a haber 22, pero el Tratado de Lisboa lo ha reducido a 10. Ahora bien, aunque las reuniones sean por formaciones y nunca se junte la totalidad del Consejo, cuando una formación adopta una medida, se considera una decisión del Consejo en su conjunto, no particular de cada formación. Es, por tanto, una única institución, aunque divida su trabajo en diez formaciones para facilitar su labor.

La formación más importante es la de Asuntos Exteriores y Seguridad Común, formación con más poder político, puesto que sus decisiones no se someten al Procedimiento Legislativo Ordinario (PLO). La preside el Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común, figura creada en 1999 y que gana peso con el Tratado de Lisboa. Federica Mogherini (Italia) fue la anterior AR, y se la consideraba número dos de la UE. Tiene además presencia en la Comisión para ganar coherencia y visibilidad. Es el único comisario que preside una formación del Consejo. La otra formación importante, en la coyuntura actual, es el Ecofin (Consejo de Asuntos Económicos y Financieros).

Cada formación establece la periodicidad de las reuniones, y puede haber reuniones extraordinarias. Las formaciones las preside el ministro del país que asume la Presidencia rotatoria, pero es un primum inter pares. Esto no sucede en el Consejo de Política Exterior, donde preside el AR y no es uno más, sino que manda sobre los 28 ministros. En las otras 9 formaciones, el comisario europeo de cada materia está presente en las reuniones y tiene voz para garantizar cohesión, pero no tiene derecho a voto, reservado a los 28.

En el Consejo hay dos tipos de sesiones: de discusión, sobre asuntos no legislativos, y el pleno, donde se votan los asuntos sometidos a PLO. Esas sesiones son públicas.

El procedimiento de votación es complejo. Hasta 2014 rigieron las reglas del Tratado de Niza, por las que se necesitaba, en una sola votación, el cumplimiento de tres mayorías, lo que se conoce como mayoría cualificada. El Tratado de Lisboa simplifica el procedimiento y establece dos condiciones: toda medida deberá ser aprobada por el 55% de los Estados (15 al menos con los 28 actuales) y el 65% de la población (por lo que Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, votando los 4 de acuerdo, podrán bloquear una iniciativa). Esta regla entró en vigor el 1 de noviembre de 2014, aunque puede haber cambios en el número de Estados y en la población.

Las Presidencias Rotatorias

Es un procedimiento para no dar más protagonismo a unos Estados que a otros. Existen desde 1958 (Bélgica ocupó la primera). Su misión es organizar y presidir las reuniones de las formaciones del Consejo, pero en teoría ese país no adquiere más peso mientras la ocupa. Duran 6 meses y desde el Tratado de Lisboa se trabaja con una agenda conjunta en «tríos de presidencias» para dar más estabilidad a la agenda europea.

Crisis del Consejo

Un factor del desgaste de esta institución es el paulatino avance hacia la «Europa de los ciudadanos» frente a la «Europa de los Estados», que da más protagonismo al Parlamento Europeo, con codecisión en todo excepto Política Exterior desde Lisboa. El Parlamento es ahora incluso la «primera institución» en el protocolo.

Por otro lado, incluso dentro de la Europa intergubernamental, ha tomado mayor relieve el Consejo Europeo con las nuevas figuras de Lisboa. Y, por último, la crisis de la actual presidencia rotatoria, con un gobierno en funciones, y la coincidencia de un belga como primer Presidente estable del Consejo Europeo provocan que esta institución adquiera más relieve en detrimento de un Consejo en el que, a fin de cuentas, se reúnen los ministros subordinados a los jefes que se reúnen en el Consejo Europeo bajo la presidencia de una figura cada vez más consolidada.

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