TEMA 2: EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMÍA MUNDIAL A LO LARGO DEL SIGLO XIX.
LIBRECAMBIO Y PROTECCIONISMO.
En la introducción se destaca que antes de la Primera Guerra Mundial, hubo un período excelente para los inversores internacionales gracias a la mejora en el transporte y las comunicaciones, la libertad para mover capitales, la adopción del patrón oro, la reducción de los déficits presupuestarios y la estabilidad promovida por la Paz Británica. Se examinará primero la integración de los mercados financieros y luego la distribución geográfica de las inversiones extranjeras.
LA INTEGRACIÓN DE LOS MERCADOS DE CAPITALES.
Durante la primera globalización (1870-1914), los mercados de capitales estaban más integrados debido a avances tecnológicos, estabilidad monetaria, ausencia de conflictos, progreso político en la cooperación internacional y falta de controles de capital. Esto permitió que los mercados financieros en Europa y América se fusionaran gradualmente, gracias a mejoras en el transporte marítimo y la adopción del patrón oro.
La estabilidad política y la ausencia de guerras facilitaron los préstamos internacionales y la cooperación entre países en asuntos comerciales, monetarios y técnicos, mientras que la falta de restricciones permitió flujos financieros internacionales sin impedimentos.
LAS REACCIONES POLITICAS FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN.
A medida que los precios del transporte disminuían en la segunda mitad del siglo XIX, el comercio exterior aumentaba, lo que llevaba a una mayor variedad de productos intercambiados internacionalmente. Esto tenía un gran impacto en la sociedad y la política, ya que productos como cereales, metales y textiles se volvían competitivos a nivel mundial. Los agricultores europeos y las industrias en Asia enfrentaban una competencia directa de los productores del Nuevo Mundo y de las industrias textiles europeas. Esto cambió la asignación de recursos y los precios de los productos a nivel mundial, ya que los precios empezaron a ser determinados por el mercado global en lugar de la oferta y demanda nacional.
LIBRECAMBISMO Y PROTECCIONISMO.
A mediados del siglo XIX, el aumento del comercio internacional llevó a debates políticos sobre cómo manejarlo. Algunos países adoptaron el librecambismo, permitiendo el comercio sin restricciones, mientras que otros optaron por el proteccionismo, imponiendo aranceles para proteger su economía local. Estas decisiones crearon conflictos entre grupos a favor y en contra del comercio internacional.
PROTECCIONISMO.
El proteccionismo surgió como respuesta a la globalización, ya que algunos grupos se vieron afectados negativamente por la competencia extranjera. En Europa, la crisis agraria causada por las importaciones baratas y la inmigración redujo los salarios y afectó a las industrias locales. Muchos países europeos y del resto del mundo impusieron aranceles a las importaciones y pusieron restricciones a la inmigración para proteger su economía. Esta política se aplicó mediante aranceles, subvenciones a las exportaciones e inversiones públicas en industrias locales.
LAS EXPERIENCIAS LIBRECAMBISTAS.
En la segunda mitad del siglo XIX, países como Bélgica, Holanda y Suiza adoptaron políticas librecambistas. Bélgica, después de un período de protección industrial, adoptó el librecambio entre 1860 y 1913. Holanda también se unió al librecambio, incluso aboliendo las leyes de patentes en 1869. Suiza, con su tecnología avanzada en la industria textil, no necesitaba protección y además, debido a su pequeño mercado, el proteccionismo no era ventajoso. Estas políticas se complementaron con medidas de política industrial y desregulación.
EL PATRÓN ORO INTERNACIONAL:
EL PATRÓN ORO Y LA LIBRA ESTERLINA.
Gran Bretaña adoptó el patrón oro, pero durante las guerras napoleónicas dejó de convertir la libra esterlina en oro. Esto provocó inflación y depreciación de la libra. Los bullonistas, liderados por David Ricardo, querían volver al patrón oro para eliminar la prima del oro. Los antibullonistas, como Robert Malthus, atribuían la depreciación a factores económicos reales, como la financiación de las guerras y los problemas agrícolas. Ambos tenían argumentos válidos, pero volver al patrón oro requería superar desafíos políticos y militares. Aunque la teoría respaldaba el retorno al patrón oro, la decisión final fue política y pragmática.
LA GENERALIZACIÓN DEL PATRÓN ORO.
El patrón oro se generalizó entre 1872 y 1914 y fue crucial para la estabilidad económica de la época. En este sistema, las monedas tenían un valor fijo en oro y los bancos centrales se comprometían a cambiar billetes por oro a una tasa establecida. Esto llevó a una convergencia en los precios del oro en los países adheridos. Sin embargo, la adopción fue gradual y países como Estados Unidos tardaron en implementarlo completamente. El descubrimiento de nuevas minas de oro aumentó la oferta de este metal, lo que llevó a un aumento en la oferta monetaria y en los precios globales. A pesar de esto, el patrón oro facilitó los movimientos internacionales de capital y ayudó a financiar la industrialización de los países adheridos.
EL FUNCIONAMIENRTO DEL PATRÓN DE ORO.
En el patrón oro, las monedas tenían un valor fijo en oro, pero en la práctica, su valor en el mercado podía variar. Para corregir desequilibrios en la balanza de pagos, se contaba con tres mecanismos de ajuste: cambios en los tipos de interés, producción y empleo, y niveles de precios. Sin embargo, estos mecanismos no siempre funcionaban como se esperaba debido a las decisiones de los bancos centrales y gobiernos. En Europa, especialmente, no se respetaban las reglas del patrón oro y se utilizaba más para mantener la estabilidad económica que para ajustar desequilibrios comerciales. El éxito del patrón oro se debió más a la solidez de la libra esterlina y la confianza en las divisas fuertes que en el oro en sí mismo.
LAS EMPRESAS FINANCIERAS.
ANTECEDENTES.
Durante el siglo XIX, el aumento del comercio internacional requirió un sistema bancario más flexible para satisfacer las necesidades de las empresas. Los bancos locales manejaban el crédito a corto plazo, mientras que los bancos provinciales se centraban en el descuento de letras de cambio. Surgió la banca comercial, especialmente en Escocia, que ofrecía depósitos y descuentos. En la década de 1850 se crearon bancos importantes como el de Bilbao y Santander en España, y la Société de Crédit Industriel et Commercial en Francia. La moneda metálica dio paso gradualmente al papel moneda, emitido por pocos bancos de emisión, hasta que a lo largo del siglo XIX se establecieron varios bancos centrales, siendo el Bank of England el primero.
TRES TIPOS DE BANCA.
Durante ese período, se establecieron tres tipos de bancos que todavía existen hoy: la banca comercial en Inglaterra, la banca industrial en Alemania y la banca mixta en Francia. En Gran Bretaña, se mantuvo la estructura tradicional de los bancos de acciones conjuntas, que se centraban en transacciones seguras y evitaban el riesgo en operaciones a largo plazo o inversiones industriales.
BANCA EN ALEMANIA.
Después de la unificación de Alemania en 1870, los bancos alemanes adoptaron la forma de sociedades anónimas y se centraron en apoyar la actividad industrial. Para 1914, unas pocas instituciones bancarias gigantes, como Deutsche Bank, Dresdner Bank, Darmstädter Bank y Disconto-Gesellschaft, tenían un gran control sobre el sistema financiero alemán.
BANCA EN FRANCIA.
En Francia, a mediados del siglo XIX, surgieron los bancos por acciones, siendo uno de los más importantes la Société de Crédit Industriel et Commercial, fundada en 1859. Este banco facilitó inversiones en el extranjero, financió proyectos ferroviarios e industriales, y promovió la creación de otros bancos y sociedades de crédito. Otro banco relevante fue el Credit Lyonnais, establecido en 1863, que amplió sus operaciones, atrayendo recursos de pequeños ahorradores y realizando diversas actividades financieras. Además, se destacó la Societè Génèrale.
CRÉDITO MOBILIARIO EN ESPAÑA.
El Crédito Mobiliario en España fue una empresa financiera establecida en el siglo XIX con influencia francesa. Su principal actividad era ayudar al Gobierno español a cubrir su déficit presupuestario y otorgar préstamos a empresas públicas. Después de la guerra de Cuba y las reformas financieras de Raimundo Fernández Villaverde en 1900, junto con la repatriación de capitales de las antiguas colonias americanas, los accionistas decidieron cerrar la empresa y fundar un nuevo banco llamado Banco Español de Crédito en 1902.
TEMA 3: LA DESINTEGRACIÓN DE LA ECONOMÍA INTERNACIONAL
(1919-1939)
INTRODUCCIÓN.
Durante el período entre 1918 y 1939, ocurrieron dos grandes conflictos mundiales y la peor crisis económica de la historia moderna. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) tuvo consecuencias que contribuyeron al estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939- 1945). Entre estas guerras, la Gran Depresión de los años treinta afectó a todos los países durante una década. En este tiempo, Estados Unidos emergió como la principal potencia económica, mientras que Gran Bretaña perdió su dominio. Aunque Estados Unidos experimentó un período de prosperidad económica, Europa enfrentó dificultades financieras y desequilibrios comerciales.
LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA PAZ Y LA ECONOMÍA DE LOS 20”. LOS DESEQUILIBRIOS ECONÓMICOS DE LOS AÑOS 20 ́.
Durante los años 20, Europa experimentó una disminución en su posición económica mundial después de la Primera Guerra Mundial. En contraste, Estados Unidos se convirtió en la principal potencia industrial, financiera y comercial. A pesar de esto, Estados Unidos optó por mantenerse distante de los asuntos europeos en el ámbito político, dejando su presencia internacional en manos de empresas privadas y adoptando una política comercial proteccionista.
PAÍSES DEUDORES:
LA EUROPA DE ENTREGUERRAS.
Durante el período de entreguerras en Europa, la participación en la Primera Guerra Mundial causó una interrupción significativa en la actividad económica y las relaciones comerciales internacionales. Esto llevó a una caída en el Producto Interno Bruto (PIB) de la región, que no se recuperó completamente hasta aproximadamente seis años después. Los desafíos económicos fueron causados por la pérdida de recursos físicos y humanos durante el conflicto, así como por el alto costo de reconstruir la economía posteriormente.
EL CAPITAL HUMANO.
Durante la Primera Guerra Mundial, las pérdidas humanas en Europa, tanto civiles como militares, fueron significativas, representando aproximadamente el 3,5% de la población total de la región en 1913. Esto incluyó una proporción considerable de trabajadores cualificados, lo que afectó la calidad del capital humano disponible.
EL CAPITAL FISICO.
Durante la Primera Guerra Mundial, se estima que alrededor de una trigésima parte del capital físico original se perdió, principalmente en infraestructura, transporte, edificios y fábricas. Esto se debió a la dedicación de recursos a la producción de bienes para la guerra, como maquinaria y materiales militares. La reconstrucción de esta infraestructura después de la guerra representó un desafío costoso para restablecer la producción normal.
LA RECONSTRUCCIÓN.
Después de la Primera Guerra Mundial, los países enfrentaron el desafío de reconstruir sus economías, lo que requería mucho dinero. A partir de 1919, los gobiernos tuvieron dificultades para financiar esta reconstrucción porque ya habían gastado mucho durante la guerra y no tenían muchos recursos adicionales. El gasto público aumentó significativamente en varios países durante estos años, financiado principalmente a través de impuestos, préstamos del gobierno y la creación de dinero por parte de los bancos centrales. Este último método, conocido como monetización de la deuda, implicaba que los bancos centrales imprimían más dinero para que los gobiernos lo usaran.
LA MONETIZACIÓN DE LA DEUDA.
La monetización de la deuda es cuando el banco central imprime nuevo dinero para comprar bonos del gobierno. Esto ayuda al gobierno a obtener más dinero para pagar sus deudas, pero puede causar problemas económicos, como la inflación y la disminución del valor de la moneda.
ABANDONO DEL PATRÓN ORO.
Durante la guerra, los países tuvieron problemas para mantener el patrón oro, donde la moneda estaba vinculada al valor del oro. Debido al gasto en la guerra, se gastó más oro del que se tenía, lo que llevó a la disminución de las reservas de oro y a la depreciación de la moneda. Como resultado, el sistema del patrón oro dejó de funcionar después de 1914.
CAMBIO DE POSICIÓN COMERCIAL.
Durante la Primera Guerra Mundial, los países aliados cambiaron de ser exportadores netos a importadores netos de capital y bienes manufacturados. Estados Unidos se convirtió en su principal proveedor, duplicando sus exportaciones a Europa y aumentando su superávit comercial. Esto significó que Estados Unidos, antes de ser un deudor periférico de Europa, se convirtió en el mayor exportador mundial y el principal prestamista internacional, teniendo una posición de acreedor con los aliados.
PRÉSTAMOS DE RECONSTRUCCIÓN.
Después de la Primera Guerra Mundial, los países aliados tuvieron dificultades para pagar los préstamos de reconstrucción a Estados Unidos. En la Conferencia de Paz de París, Estados Unidos insistió en que se pagaran estas deudas, pero mostró cierta flexibilidad cuando los países aliados demostraron que no podían hacerlo. Los países vencedores, liderados por Francia, decidieron que la devolución de estos préstamos estaría vinculada a las reparaciones que los países derrotados, especialmente Alemania, debían pagar por los daños causados durante la guerra.
EL TRATADO DE VERSALLES.
El Tratado de Versalles, resultado de la Conferencia de Paz después de la Primera Guerra Mundial, cambió las fronteras de los países derrotados, lo que afectó su capacidad económica. Alemania perdió importantes regiones industriales, y el Imperio
Austrohúngaro se desmembró, lo que afectó sus relaciones comerciales. Se impusieron reparaciones a Alemania que equivalían a tres veces su Producto Interno Bruto (PIB) de 1921, con una parte que debía pagarse de inmediato y el resto condicionado a su recuperación económica. Los aliados exigieron que el pago se hiciera en oro y representaba un porcentaje considerable de la economía alemana cada año.
ALEMANIA Y LAS REPARACIONES.
Después de la Primera Guerra Mundial, Alemania tenía que pagar grandes sumas de dinero en reparaciones de guerra. Sin embargo, su economía estaba debilitada por la inflación durante y después de la guerra. Como resultado, Alemania no pudo cumplir con estos pagos, lo que causó tensiones políticas en Europa. Estados Unidos intervino con los Planes Dawes (1924) y Young (1929) para flexibilizar las condiciones de pago. Los préstamos que Alemania recibió en gran parte se utilizaron para pagar estas reparaciones, y a su vez, permitieron a los países aliados pagar sus deudas de guerra a Estados Unidos.
ALEMANIA Y LA HIPERFLACIÓN.
Después de la Primera Guerra Mundial, Alemania tuvo que lidiar con una gran cantidad de deudas, lo que debilitó su situación financiera. Esto la hizo dependiente del capital estadounidense y dificultó su recuperación económica. Cuando llegó la crisis de los años treinta, Alemania fue uno de los países europeos más afectados por el desempleo y la inestabilidad económica. Además, experimentó hiperinflación, lo que significa que los precios aumentaron rápidamente debido a un exceso de dinero en circulación sin un crecimiento económico correspondiente. Esto provocó una pérdida de poder adquisitivo del dinero y llevó a las personas a gastar su dinero rápidamente o a invertirlo en bienes tangibles.
INESTABILIDAD FINANCIERA.
Después de la Primera Guerra Mundial, muchos países experimentaron una fuerte inestabilidad financiera debido a la inflación. Algunos países lograron controlarla rápidamente aplicando políticas como aumentar impuestos y reducir el gasto público. Esto causó una recesión económica en 1921 en países como Estados Unidos y el Reino Unido.
Otros países tardaron más en controlar la inflación, como Francia e Italia, pero lo lograron. Sin embargo, algunos países, como Alemania y Austria-Hungría, experimentaron hiperinflación, donde los precios aumentaron de manera extrema. Por ejemplo, en Alemania en 1923, los precios se multiplicaron por 450 millones en un solo año, lo que provocó una caída drástica del valor de su moneda, el marco. Esto afectó a los salarios y los ahorros de las personas, beneficiando a los deudores pero perjudicando a quienes tenían menos ingresos y a la clase media.
REGRESO AL PATRÓN ORO Y RECUPERACIÓN.
Después de la Primera Guerra Mundial, los países tomaron medidas para frenar la inflación y recuperar la estabilidad económica. Muchos volvieron al «patrón oro», un sistema monetario donde las monedas están respaldadas por reservas de oro. Esto se
consideraba esencial para acceder a los mercados internacionales y prevenir más inflación.
En este nuevo sistema, los bancos centrales podían acumular reservas de oro o de monedas extranjeras convertibles. Sin embargo, este sistema tuvo problemas y colapsó en solo seis años debido a que cada país fijó sus propias reglas sin coordinación, lo que llevó a desequilibrios y a paridades de cambio inadecuadas.
RECUPERACIÓN DE LOS FLUJOS INTERNACIONALES.
Durante el período entre 1922 y 1930, el sistema del patrón oro facilitó la recuperación de los flujos de capital internacional. Se registraron grandes sumas de dinero, alrededor de 9 billones de dólares, con una parte significativa proveniente de los Estados Unidos, seguido de Reino Unido y Francia, entre otros. Estos fondos se destinaron principalmente a Alemania y otros países europeos, así como a las colonias británicas y América Latina.
Estos flujos de capital ayudaron a mantener la estabilidad económica internacional, financiando los déficits comerciales de Europa con los Estados Unidos. Una parte considerable de estos préstamos se usó para pagar las reparaciones de guerra.
CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LOS AÑOS 20.
Durante los años 20, a pesar de problemas financieros, Europa experimentó un crecimiento económico. La reconstrucción luego de la guerra ayudó a algunos países a superar los niveles de ingresos anteriores al conflicto. En países del Este de Europa se invirtió en educación y nuevas infraestructuras. También hubo modernización en sectores como la industria química y la electrificación, impulsada por tecnología estadounidense y capital. Sin embargo, la falta de coordinación política y los conflictos internos debilitaron la confianza de los inversores, desviando fondos hacia otros destinos. La falta de cooperación internacional también obstaculizó la modernización tecnológica, que se desarrollaría más plenamente después de la Segunda Guerra Mundial.
ESTADOS UNIDOS Y LOS FELICES AÑOS 20.
Durante los felices años 20 en Estados Unidos, hubo un gran crecimiento económico debido a altos niveles de inversión, aumento de productividad, precios estables y pleno empleo. La productividad total de los factores (PTF) aumentó, especialmente en la industria, gracias a avances en sectores como la industria eléctrica, química, del caucho y del automóvil. Hubo muchas innovaciones, como la radio, telefonía, electrodomésticos y nuevas tecnologías en la construcción. Estos avances se beneficiaron de un mercado grande y en crecimiento, así como de nuevos instrumentos financieros, como las ventas a plazos, que facilitaron el acceso a bienes costosos como los automóviles.
ESTADOS UNIDOS: LOS DESEQUILIBRIOS.
Durante los años 20 en Estados Unidos, hubo un crecimiento económico, pero también importantes problemas. A nivel interno, los salarios crecieron menos que la productividad, lo que aumentó la desigualdad de ingresos. La producción aumentó más
rápido que la capacidad de la gente para comprar, lo que llevó a una sobreinversión en algunos sectores, especialmente en bienes duraderos como la construcción. Los beneficios empresariales se utilizaron para financiar créditos al consumo, inversiones en el extranjero y especulación en la bolsa, lo que contribuyó al colapso del mercado de valores en 1929.
LA GRAN DEPRESIÓN (1929-1939). LAS GRANDES CIFRAS DE LA DEPRESIÓN.
Durante la Gran Depresión, que comenzó en 1929, la economía mundial sufrió un gran impacto. La producción de bienes manufacturados y materias primas disminuyó significativamente, mientras que la producción de alimentos se mantuvo más o menos igual. El comercio internacional también se redujo drásticamente.
Esta crisis afectó a casi todos los países del mundo, pero algunos, como Estados Unidos y Alemania, fueron los más afectados, con grandes caídas en su producción económica. Otros, como los exportadores de materias primas y algunas partes de Europa, también sufrieron mucho. Sin embargo, la crisis fue menos grave en Asia oriental y la Unión Soviética.
EL ESTALLIDO DE LA CRISIS DE ESTADOS UNIDOS.
La Gran Depresión se originó en Estados Unidos y tuvo un gran impacto global. Los historiadores económicos creen que fue causada por una caída en la inversión debido a la desaceleración en la demanda de bienes relacionados con las innovaciones industriales. Además, las políticas económicas, especialmente monetarias, no fueron eficaces para hacer frente a la crisis. Esto resultó en una grave recesión que afectó a todo el mundo.
TRANSMISIÓN AL RESTO DEL MUNDO.
La crisis se propagó al resto del mundo debido a los desequilibrios económicos acumulados en los años veinte. Esto sucedió principalmente por tres razones: la reducción del crédito internacional a partir de mediados de 1928, la disminución del comercio debido a la depresión en Estados Unidos y la política monetaria restrictiva implementada por los países que adherían al patrón oro.
CRACK DE LA BOLSA.
El crack de la Bolsa de Nueva York en octubre de 1929 marca el inicio de la Gran Depresión, aunque su impacto directo en la economía real fue limitado. Durante los años veinte, los beneficios empresariales se desviaron hacia la inversión financiera y la inmobiliaria, en lugar de la inversión productiva. Esto incluyó la compra de acciones en bolsa.
Las órdenes de compra aumentaron debido a la llegada de nuevos inversores y a la publicidad promovida por los medios de comunicación. Además, los bancos y las sociedades de cartera ofrecían créditos para comprar acciones. Esta especulación se vio alimentada por la llegada de capitales que buscaban refugio de las monedas europeas débiles, lo que condujo a una espiral especulativa.
POLITICA MONETARIA.
La Reserva Federal aumentó gradualmente las tasas de interés desde principios de 1928 para frenar la especulación en el mercado bursátil. Esto hizo que los inversores perdieran la confianza y comenzaran a vender sus acciones en octubre de 1929, lo que llevó a un colapso del mercado conocido como el Jueves Negro y el Martes Negro. El índice Dow Jones cayó drásticamente, perdiendo casi cinco sextas partes de su valor entre 1929 y 1932.
IMPACTO SOBRE LA ECONOMÍA REAL.
El colapso de la bolsa no causó directamente la Gran Depresión, pero tuvo un efecto limitado en el consumo y las expectativas de gasto. Sin embargo, otros factores como la crisis agrícola, la disminución de la inversión y el consumo de bienes duraderos, así como la reducción de los ingresos de los trabajadores, contribuyeron significativamente a la contracción económica. Estos factores combinados llevaron a una caída drástica en la actividad económica a partir de mediados de la década de 1920.
LA CRISIS BANCARIA.
La crisis bancaria fue otro golpe importante durante la Gran Depresión. Después del colapso de la bolsa, muchos bancos quebraron entre 1930 y 1933. Esto sucedió porque la gente retiraba su dinero de los bancos, lo que redujo la cantidad de dinero disponible para préstamos. Esto condujo a una disminución en el gasto y empeoró la depresión económica. Además, muchos bancos se vieron afectados porque habían prestado dinero para que la gente comprara acciones en la bolsa, y cuando los precios de esas acciones cayeron, los bancos perdieron dinero y sus clientes retiraron aún más fondos. Como resultado, los bancos se quedaron sin dinero y no pudieron prestar más, lo que llevó a muchas empresas a la bancarrota porque no podían obtener créditos para mantenerse a flote.
LA CRISIS INMOBILIARIA.
La crisis inmobiliaria afectó tanto a las familias como a los bancos. Muchas familias tuvieron dificultades para pagar sus hipotecas, lo que puso en peligro la estabilidad financiera de los bancos que les habían prestado dinero. Los bancos no pudieron hacer mucho para ayudar a las familias con problemas financieros, ya que estaban más preocupados por protegerse a sí mismos y reducir su exposición al riesgo crediticio.
REACCIÓN DE LA RESERVA FEDERAL A LA CRISIS.
La Reserva Federal no actuó lo suficientemente rápido para evitar la crisis. Aunque al principio bajaron las tasas de interés para intentar estimular la economía, no tuvieron en cuenta que la caída de los precios estaba aumentando el costo real del crédito. Esto se debe a que el costo real del crédito se calcula restando la tasa de inflación del tipo de interés nominal. Entonces, aunque redujeran la tasa de interés nominal, si la caída de los precios era mayor, el costo real del crédito seguía subiendo. La Reserva Federal se mantuvo pasiva debido a su creencia en el libre mercado y en la no intervención, incluso cuando su intervención podría haber ayudado a evitar una recesión severa.
EL DRAMA DEL DESEMPLEO.
La crisis causó desempleo al detener la creación de nuevas empresas y reducir la inversión, principalmente en la fabricación de maquinaria. Esto llevó a más desempleo y afectó la capacidad de compra de los desempleados, afectando así la producción de bienes de consumo. Alrededor del 40% de los trabajadores industriales perdieron sus empleos.
LA TRANSMISIÓN DE LA CRISIS AL RESTO DEL MUNDO.
La crisis se propagó por todo el mundo debido a los desequilibrios en las relaciones económicas internacionales durante los años veinte. Por un lado, los países que exportaban alimentos y materias primas se endeudaron más debido a la caída de los precios mundiales. Por otro lado, muchos países europeos tenían problemas financieros por las deudas de guerra y la pérdida de competitividad económica.
OLA DE PROTECCIONISMO.
Se implementó una ola de medidas proteccionistas en todo el mundo. Todo comenzó con Estados Unidos, que estableció el Arancel Smoot-Hawley en 1930 para proteger su sector agrícola. Esto llevó a otros países a tomar medidas similares para proteger sus propias industrias. En poco tiempo, aproximadamente 60 países aumentaron sus aranceles. También se impusieron otras barreras comerciales, como controles cambiarios y restricciones crediticias. Esto causó una fuerte caída en los ingresos por exportaciones en muchos países, especialmente en aquellos que exportaban materias primas.
DESEQUILIBRIOS FINANCIEROS.
Durante los años veinte, los desequilibrios financieros mundiales empeoraron y contribuyeron a la propagación rápida de la crisis. Estados Unidos elevó sus tasas de interés y dejó de renovar préstamos con otros países, lo que afectó la solidez de muchos bancos en economías deudoras. Esto fue especialmente grave en países con monedas débiles, ya que la falta de confianza llevaba a la fuga de capitales hacia monedas más fuertes y estables. En resumen, estos desequilibrios financieros aumentaron la crisis al debilitar la confianza en las monedas y los sistemas bancarios.
PATRÓN ORO.
El patrón oro era un sistema que limitaba la capacidad de los países para tomar medidas económicas independientes durante la recesión. Bajo este sistema, los países tenían que mantener el valor de su moneda vinculado al valor del oro, lo que les impedía aumentar el gasto interno para combatir la recesión. Para proteger sus monedas, muchos países adoptaron políticas de contracción económica, como reducir la oferta de dinero y aumentar los aranceles para limitar las importaciones. Sin embargo, estas medidas empeoraron la recesión al reducir aún más el gasto interno. Debido a estas presiones, varios países abandonaron el patrón oro en 1931 para tener más flexibilidad en sus políticas económicas.
EL NEW DEAL EN ESTADOS UNIDOS.
El New Deal en Estados Unidos fue un conjunto de medidas para combatir la Gran Depresión. Aunque inicialmente se pensaba que el aumento del gasto público era la principal razón de la recuperación económica entre 1933 y 1937, investigaciones posteriores mostraron que el impacto del gasto público fue limitado. A pesar de esto, el New Deal aún ayudó a la recuperación económica debido a un poderoso efecto multiplicador y a una política monetaria más flexible después de abandonar el patrón oro en 1933.
El New Deal también se centró en restaurar la confianza en el sistema bancario para detener las quiebras bancarias y aumentar el crédito en la economía. Esto se logró mediante medidas para recapitalizar los bancos, aumentar la regulación financiera y establecer un fondo de garantía de depósitos para prevenir el pánico bancario. Además, se promulgaron leyes para separar la banca comercial de la banca de inversión.
LA RECUPERACIÓN EN EL RESTO DEL MUNDO.
La recuperación económica en el resto del mundo fue facilitada principalmente por la salida del patrón oro. Esto permitió que los países implementaran políticas monetarias más flexibles y evitaran la presión deflacionista en la economía. En la mayoría de los casos, cuanto antes un país abandonaba el patrón oro, menos severa era la recesión y más rápida la recuperación. Sin embargo, la política fiscal se utilizó poco debido al temor a una posible inflación.
IMPLICACIONES DE LA GRAN DEPRESIÓN.
La Gran Depresión tuvo un gran impacto en la política económica, especialmente después de 1945. Las malas respuestas económicas durante la depresión llevaron a un cambio en los principios de la macroeconomía. El pensamiento keynesiano se volvió más popular, especialmente en los países anglosajones. A partir de entonces, la política económica se centró más en el gasto del gobierno y en establecer medidas automáticas para controlar los altibajos económicos.
TEMA 4: LA EDAD DORADA DEL CAPITALISMO (1970-1973)
RECUPERACIÓN TRAS LA II GUERRA MUNDIAL
En 1945, cuando finalizo la II Guerra Mundial, un número importante de países e inmensos territorios de Europa y Asia se encontraban devastados, industrias e infraestructuras destruidas, un elevado grado de hambruna y gobiernos débiles con dificultades de recuperación.
UN NUEVO MARCO INSTITUCIONAL PARA LA ECONOMÍA GLOBAL: BRETTON WOODS
La postguerra estuvo marcada por una voluntad de los gobiernos de crear acuerdos para aligerar la recuperación y la estabilidad, este proceso fue impulsado por los EEUU,
que se habían consolidado como la primera potencia y habían negociado con Gran Bretaña, se necesitaba un sistema monetario estable y eficaz y había que facilitar el comercio. Estos consensos iniciales se materializaron en los acuerdos de Bretton Woods, firmados por más de 40 países en 1944. Este acuerdo consistió en un nuevo sistema monetario y la creación de dos instituciones, el FMI y el Banco Internacional de Desarrollo.
Por primera vez en la historia, existían organismos económicos internacionales con capacidad para establecer normas y proporcionar ayudas, el FMI, cuya sede se estableció en Washington tenía que hacer posible la estabilidad monetaria y los flujos comerciales.
ACUERDOS GATT
Estos acuerdos se basaban en dos principios: el comercio no podía estar sujeto a restricciones y los intercambios debían ser multilaterales.
Para su aplicación, se estableció una clausula por la cual todos los países que mantenían acuerdos comerciales con un país determinado se beneficiarían de cualquier acuerdo con un país tercero, lo que afectaba a las relaciones que Gran Bretaña mantenía con otros territorios.
Lo importante de Breton Woods fue la toma de conciencia de que existían grandes interdependencias en las economías de los países desarrollados y que los beneficios de la cooperación eran muy superiores a los de dificultar las relaciones con otros países.
EL PLAN MARSHALL
Europa y Japón se encontraban en una situación bastante compleja, la capacidad productiva de estos países se había reducido considerablemente y se enfrentaban a la carencia de alimentos y materias primas. La economía estadounidense era la única que estaba en condiciones de suministrar los bienes que otros necesitaban, el problema era que Europa y Japón no podían pagarlos.
El gobierno estadounidense creo ese mismo año un programa de ayudas conocido comoPlanMarshallyfuncionabaasí: losgobiernoseuropeosrecogíandelasempresas pedidos de bienes y materias primas que necesitaban y los solicitaban al gobierno de EEUU, que los compraba a las empresas norteamericanas y los suministraba de modo gratuito a Europa.
Un total de 16 países se acogieron al plan, aunque quinees recibieron las mayores ayudas fueron Gran bretaña, Francia, Italia y Alemania.
AYUDAS A JAPÓN
Al margen del Plan Marshall, Japón también se vio beneficiado por la ayuda estadounidense. El nuevo objetivo de Japón paso a ser que la economía se recuperara con rapidez y el viejo enemigo se convirtiera en un aliado frente al comunismo, para ello, se cancelaron las reparaciones de guerra y el ejército norteamericano realizó pedidos a las empresas japonesas para abastecerse durante la Guerra de Corea.
LA GUERRA FRIA
Mientras la ayuda norteamericana se desplegaba por Europa y Japón, el mundo quedó dividido en dos grandes bloques, a lo que se le añadió la llegada al poder del partido comunista en China. El enfrentamiento nunca llegó a la guerra abierta entre ambas potencias, pero si a una serie de conflictos bélicos entre los que destaca la Guerra de Corea o la crisis de Cuba.
La guerra fría determino relaciones internacionales, pero también grandes repercusiones económicas, pero también hubo muchas otras consecuencias: la búsqueda de aliados en todo el mundo por parte de las dos potencias genero guerras y golpes de estado.
LA DINAMICA TECNOLOGICA Y EL APOGEO DE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
EL CAMBIO TÉCNICO
En este periodo se produjo la culminación de la Segunda Revolución Industrial iniciada a finales del siglo XIX. La postguerra vio la culminación de la Segunda Revolución Industrial, con tecnologías existentes que se expandieron gracias a tres procesos: aumento de la escala de producción, mejoras técnicas y aparición de nuevos productos. La innovación tecnológica, impulsada por la Segunda Guerra Mundial, fue crucial para el crecimiento económico.
EXPANSIÓN DEL CONSUMO ENERGETICO
El consumo de energía se duplicó entre 1950 y 1973, con el petróleo adquiriendo protagonismo. Esta dependencia energética de regiones políticamente inestables como Oriente Próximo creó vulnerabilidades, manifestadas en la crisis del petróleo de 1973.
LA REVOLUCIÓN VERDE Y LA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA
La revolución verde incrementó significativamente los rendimientos agrícolas mediante el uso de variedades de alto rendimiento, fertilizantes, riego e insecticidas. Este avance fue crucial para sostener el crecimiento demográfico, aunque su éxito varió entre regiones, siendo notable en Asia y América Latina, pero no en África Sub-sahariana.
CRECIMIENTO ECONOMICO Y CONVERGENCIA EN LA EDAD DORADA
Entre 1950 y 1973, los países industrializados crecieron a tasas sin precedentes. Europa y Japón, partiendo de un nivel bajo tras la guerra, se acercaron a EE.UU. mediante la adopción de técnicas y sistemas de producción eficientes, en un proceso de convergencia económica.
La transferencia de tecnología, el comercio internacional de maquinaria y la liberalización comercial facilitaron esta convergencia. La productividad aumentó notablemente en Europa y Japón, contribuyendo al rápido crecimiento.
EXPANSIÓON DE LA GRAN EMPRESA CORPORTATIVA
La edad dorada del capitalismo vio la expansión de grandes empresas, especialmente en sectores con economías de escala e intensivos en I+D. Las multinacionales americanas en Europa y la política de «campeones nacionales» en Francia impulsaron el crecimiento empresarial.
LAS MULTINACIONALES
Las empresas multinacionales surgieron para reducir costos a escala mundial, beneficiándose de la teoría de costes de transacción de Coase. Estas empresas internalizaban mercados de productos intermedios, aprovechando ventajas comparativas y economías de escala. La expansión de las multinacionales fue notable en las décadas de 1960 y 1970, con EE.UU., Europa y Japón como principales actores.
TEMA 5: LA ECONOMÍA ESPAÑOLA (1939-2000)
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA DURANTE EL FRANQUISMO(1939-1975)
EL FRANQUISMO AUTARQUICO (1939-1959):
Durante la primera década de posguerra, España vivió una profunda depresión y miseria. La economía se estancó y el proceso de reconstrucción fue tan lento que los niveles de 1935 no se alcanzaron hasta 1951. Entre 1936 y 1950, los españoles soportaron un empobrecimiento sin precedentes, ampliando la brecha en términos de desarrollo económico con respecto a otras economías de Europa occidental.
Las pérdidas de capital físico causadas por la Guerra Civil fueron importantes pero menores que las sufridas por los países del sur de Europa en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la represión posbélica amplificó la pérdida de mano de obra y diezmó el capital humano, afectando especialmente a los colectivos más formados. La acción política del nuevo Estado desaprovechó oportunidades de recuperación económica al castigar a los opositores al régimen, apartándolos de la actividad productiva.
Los salarios reales disminuyeron drásticamente a lo largo de la década de 1940, situándose en aproximadamente la mitad del nivel de 1936, y no se recuperaron hasta 1956-1957. Esta disminución de los salarios redujo la demanda de productos manufacturados de consumo masivo, afectando la productividad de la industria y la productividad global. Además, la economía española se regularizó, volviendo a métodos de producción agrícolas manuales debido a la falta de maquinaria y abonos. El intervencionismo estatal se manifestó en la formación de precios y la asignación de recursos, causando escasez de bienes esenciales. La fijación de precios por debajo del equilibrio redujo la producción y fomentó un mercado ilegal conocido como «estraperlo». La política autárquica, que buscaba el autoabastecimiento con mínimo comercio exterior, exacerbó las dificultades económicas en un país dependiente del exterior para productos energéticos, materias primas y bienes de capital. El comercio exterior se hundió durante la guerra y se mantuvo deprimido en la posguerra, con el comercio exterior en 1940 reducido al 35% del nivel de 1929.
El principal problema de las importaciones era la financiación, ya que las reservas de oro y divisas se habían usado durante la Guerra Civil. Las exportaciones tampoco se recuperaron, obligando a importar menos de lo necesario. La sobrevaloración de la peseta, fijada en 1940 y mantenida hasta 1948, dificultó aún más las exportaciones.
GUERRA FRIA Y AYUDA AMERICANA (1950-1959):
A partir de 1950, el aislamiento internacional de España comenzó a disminuir cuando dejó de ser vista como un antiguo aliado fascista y pasó a ser considerada un aliado contra el comunismo. En 1950, la ONU levantó el bloqueo económico a España, y Estados Unidos concedió los primeros préstamos oficiales, a cambio de, entre otras cosas, establecer bases militares en suelo español. Aunque esta ayuda no estuvo dentro del Plan Marshall, fue significativa para la recuperación económica.
Entre 1939 y 1949, el PIB de España creció a un ritmo anual del 2,1% (1,4% per cápita). Entre 1950 y 1959, el crecimiento se aceleró a una tasa anual del 5,2% (4,3% per cápita). La industria se convirtió en el motor del crecimiento económico, progresando a un ritmo del 8,0% anual, lo que transformó profundamente la economía. Sin embargo, este modelo de industrialización sustitutiva de importaciones generó desequilibrios macroeconómicos como la inflación y el déficit en la balanza por cuenta corriente.
PLAN DE ESTABILIZACIÓN (1959):
En 1959, el gobierno español solicitó el ingreso en el FMI y el Banco Mundial, y presentó el Plan de Estabilización para corregir los desequilibrios económicos. El plan, elaborado con la colaboración de expertos españoles y misiones del FMI, incluyó medidas como la recuperación del control de la política monetaria, restricciones al crédito, consolidación fiscal y un nuevo tipo de cambio. El tipo de cambio se fijó en 60 pesetas por dólar, y se declaró la convertibilidad exterior limitada de la peseta.
El Plan de Estabilización fue exitoso en restablecer los equilibrios macroeconómicos y sentó las bases para un nuevo modelo de crecimiento económico basado en la integración de la economía española en la economía internacional. Se inició un proceso de liberalización comercial y financiera, aunque se introdujo un nuevo arancel en 1960 que protegía fuertemente los bienes de consumo duraderos y los productos intermedios más elaborados.
LIBERALIZACIÓN Y APERTURA AL EXTERIOR (1960-1975)
El éxito del Plan de Estabilización radicó no solo en restablecer los equilibrios macroeconómicos, sino en sentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento económico. España se integró en la economía internacional a través de una estrategia de doble apertura, comercial y financiera. En 1970, España firmó un Acuerdo Comercial Preferencial con la Comunidad Económica Europea, que redujo las barreras arancelarias y promovió el comercio exterior, aunque España no cumplió plenamente con la eliminación de restricciones.
La apertura financiera permitió la entrada de capital extranjero, vital para la industrialización y modernización del país. Se estableció la libertad absoluta de inversiones, sin limitaciones, y se garantizó la repatriación de capitales y rentas generadas. Las inversiones extranjeras aportaron divisas necesarias para equilibrar la
balanza por cuenta corriente y resolver el atraso tecnológico y bajo nivel de productividad de las empresas españolas.
El círculo virtuoso de importaciones y entradas de divisas impulsó el crecimiento económico hasta que el shock del petróleo de 1973 puso fin a la era de prosperidad. Las importaciones de bienes se sextuplicaron, mientras que las exportaciones se cuadriplicaron. Las remesas de emigrantes, el turismo y las inversiones de capitales extranjeros fueron fuentes clave de divisas.
CRISIS ECONOMICA Y TRANSICIÓN POLITICA (1973-1985)
EL IMPACTO DEL SHOCK DEL PETROLEO (1973-1983):
El shock del petróleo de 1973 provocó una desaceleración del PIB español, que creció solo un 2% anual. El aumento del precio del petróleo encareció los costos, generando inflación, menor ocupación e inversión, y endeudamiento exterior. Esta crisis se extendió hasta 1983, afectando gravemente a la economía española.
España, como Portugal y Grecia, experimentó un estancamiento económico durante la crisis. La dependencia del exterior y de industrias intensivas en petróleo dificultó el equilibrio en la balanza de pagos. La transición política hacia la democracia añadió complicaciones, con atentados de ETA, elecciones democráticas en 1977, y la Constitución de 1978. Las políticas de ajuste, como los Pactos de la Moncloa, introdujeron medidas para frenar la inflación y contener el aumento de salarios.
EMERGENCIA DEL ESTADO DE BIENESTAR:
Durante este período, hubo un crecimiento significativo del gasto público para establecer el Estado del Bienestar, reduciendo desigualdades de renta pero aumentando el déficit público.
CRISIS INDUSTRIAL Y BANCARIA:
La crisis industrial de 1973 a 1983 afectó gravemente a España, especialmente a sectores dependientes del petróleo y con alta mano de obra. La producción industrial se estancó del 1978 al 1984, agravada por la segunda crisis del petróleo. Los salarios aumentaron a partir de 1974, elevando los costos laborales y reduciendo los beneficios empresariales. Las empresas sobrevivieron la primera crisis del petróleo mediante endeudamiento.
El paro masivo en 1977 se debió al incremento de los costos financieros, la segunda crisis del petróleo, el baby boom y la interrupción de la emigración. Se amplió la duración de los estudios para reducir la mano de obra disponible. La crisis bancaria, aunque menos aparente, redujo los activos bancarios y afectó especialmente a la banca pequeña.
RECONVERSIÓN INDUSTRIAL:
La reconversión industrial tardía, iniciada en 1981, buscó enfrentar la competencia internacional. Se centró en industrias con grandes pérdidas y sin mucha demanda, como la siderurgia, naval, electrodomésticos y fertilizantes. Según Carreras y Tafunell, esta política solo logró reducir parcialmente las pérdidas y poner fin a sectores sin futuro.
En 1977 se crearon el Fondo de Garantía de Depósitos y la Corporación Bancaria, otorgando garantías a los contribuyentes. La reforma de las relaciones laborales en 1976 legalizó las huelgas y en 1977 se permitió la libertad sindical, iniciándose pactos sociales. La liberalización comercial incrementó las exportaciones al reducir barreras, y la internacionalización de la economía española avanzó.
LA INTEGRACIÓN EN LA ECONOMÍA EUROPEA (1986-2000)
EL CICLO ECONOMICO DE LA INCORPORACIÓN A LA UE:
El ingreso de España en la Comunidad Europea en 1986 fue un acontecimiento crucial, permitiendo la libre circulación de mercancías, servicios, personas y capitales. Entre 1985 y 1993, la economía española mostró un ciclo expansivo con un fuerte crecimiento del PIB, empleo y consumo. El PIB creció a una tasa anual media del 5,7% y el empleo aumentó. La inversión y el consumo fueron los principales motores de la expansión, aunque las importaciones crecieron a tasas anuales de dos dígitos, superando a las exportaciones.
LOS EFECTOS REALES DE LA INTEGRACIÓN
La integración europea aumentó significativamente el comercio exterior de España, aunque las importaciones crecieron más rápidamente que las exportaciones, provocando un déficit comercial. La entrada de capital extranjero modernizó la industria y promovió la inversión en tecnología. Las exportaciones se reactivaron a partir de 1994 gracias a la inyección de capitales exteriores, orientándose hacia productos de sectores industriales avanzados e intermedios.
LOS EFECTOS NOMINALES DE LA INTEGRACIÓN:
La pertenencia al Sistema Monetario Europeo (SME) planteó desafíos como mantener un tipo de cambio fijo y controlar la inflación. España no cumplió plenamente con las condiciones de disciplina monetaria y fiscal, manteniendo una tasa de inflación más alta que la media comunitaria. La crisis financiera de 1992-1993 hizo saltar el modelo de crecimiento, llevando a devaluaciones de la peseta en 1992, 1993 y 1995 para restaurar el equilibrio externo.
LAS POLITICAS DE REFORMA INSTITUCIONAL
Las reformas institucionales se centraron en la privatización de empresas públicas, liberalización y re-regulación del mercado. La integración en la CEE y la globalización de los mercados financieros transformaron el sistema financiero español. La Ley de Mercados de Valores de 1988 modernizó los mercados bursátiles y estableció un regulador, la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Las fusiones bancarias, como la de Banco de Bilbao y Banco de Vizcaya en 1988, y la de Banco Santander y BCH en 1999, consolidaron el sector financiero.
LA ECONOMIA ESPAÑOLA EN LA TRANSICIÓN A LA MONEDA UNICA
El Tratado de Maastricht de 1992 estableció los criterios para la adopción del euro, que España cumplió mediante una política de ajuste fiscal y control de la inflación. La integración en la zona euro promovió el crecimiento económico y la estabilidad monetaria. La inflación fue controlada gracias a la gestión del Banco de España y la moderación salarial. Las reformas laborales de 1994 y 1997 facilitaron el cumplimiento de los criterios de Maastricht, promoviendo una política económica que recuperó la senda del crecimiento.
TEMA 6: LA ECONOMÍA GLOBAL
LA CRISIS DE LOS 60 Y LA PRERSISTENCIA DEL DESEMPLEO
LA CRISIS DE LOS 60
La crisis económica de los setenta comenzó con un importante frenazo en el crecimiento económico global. En los años sesenta, el PIB de los países de la OCDE crecía al 5% anual, pero entre 1970 y 1978, este crecimiento se redujo al 2,5%. Esta desaceleración marcó el fin de una era de expansión económica.
Durante la misma década, los países de la OCDE experimentaron una alta inflación, superando el 10%. Aunque la inflación empezó a crecer a finales de los sesenta, su aumento sostenido y elevado fue una característica distintiva de los setenta, más significativa incluso que la desaceleración del crecimiento económico.
El mercado laboral también sufrió un duro golpe. La incorporación de la generación del baby boom y el aumento de la participación laboral femenina llevaron a un estancamiento en la creación de empleo. Como resultado, el desempleo aumentó significativamente. En Europa, la tasa de desempleo pasó del 2,5% en 1973 a más del 10% en 1985, mientras que en EEUU aumentó del 5% al 7% en el mismo período. Además, la crisis trajo graves desequilibrios externos. Los países productores de petróleo acumularon grandes superávits debido al aumento de los precios del petróleo, mientras que los países importadores sufrieron un deterioro en sus relaciones de intercambio y déficits comerciales. Este cambio significó una transferencia de ingresos de los países consumidores a los productores de petróleo.
DETONANTE DE LA CRISIS:
El shock petrolero de octubre de 1973 fue el principal detonante de la crisis. La OPEP decidió aumentar significativamente el precio del petróleo, primero de tres a cinco dólares por barril y luego hasta doce dólares. Este incremento provocó una crisis mundial, ya que el crecimiento de las dos décadas anteriores había dependido de sectores intensivos en energía. Los costos de producción aumentaron, llevando a un repunte de la inflación y afectando negativamente a los beneficios empresariales, la inversión y el crecimiento económico, lo que incrementó el desempleo.
IMPACTO Y RESPUESTA ESTATAL:
La crisis obligó a los gobiernos a intervenir más en la economía, aumentando el gasto público para enfrentar el desempleo y otros problemas sociales. Entre 1960 y 1982, el gasto público sobre el PIB en los países de la OCDE aumentó en más de 20 puntos porcentuales. Los déficits por cuenta corriente también crecieron en los países no productores de petróleo debido a la elevada factura petrolera, mientras que los productores acumularon grandes reservas de «petrodólares».
SEGUNDA CRISIS DEL PÉTROLEO (1979-1980):
Antes de que la economía mundial pudiera recuperarse del primer shock petrolero, el precio del crudo volvió a subir un 150% entre 1979 y 1980, debido a la inestabilidad en Oriente Medio. Esta nueva subida exacerbó la crisis, disparando la inflación, aumentando los desequilibrios externos y duplicando el desempleo en muchos países industrializados.
INTERNALIZACIÓN DE LA CRISIS:
La crisis afectó también a la URSS y América Latina. En la URSS, las ineficiencias del modelo planificado agravaron los problemas económicos, aumentando el desempleo y la escasez de productos. En América Latina, el modelo de crecimiento basado en préstamos externos permitió mantener tasas de crecimiento altas artificialmente, pero aumentó la inflación y los déficits públicos.
LA PERSISTENCIA DEL DESEMPLEO
DECADA DE LOS 80:
En los años ochenta, el crecimiento económico se recuperó ligeramente en los principales países industriales, especialmente en la segunda mitad de la década. Sin embargo, el desempleo siguió siendo un problema grave. Las políticas monetarias restrictivas y el aumento de la presión fiscal ayudaron a reducir la inflación, pero no lograron disminuir significativamente el desempleo.
FACTORES QUE AGRAVARON EL DESEMPLEO:
El desempleo se agravó debido a la falta de adaptación de las políticas macroeconómicas a los nuevos problemas económicos y a la incapacidad de las estructuras industriales para ajustarse a las nuevas circunstancias. La inflación siguió aumentando sin que se lograra reducir el desempleo, lo que obligó a los gobiernos a adoptar políticas económicas más conservadoras y a priorizar el control de la inflación y del déficit público.
LA CAIDA DEL COMUNISMO:
REFORMAS EN LA URSS (Perestroika):
En 1985, Gorbachov introdujo la Perestroika para frenar el estancamiento económico de la URSS, buscando pasar de un modelo de crecimiento extensivo a uno intensivo. Sin embargo, las reformas económicas y políticas no lograron los resultados esperados, y para 1991, el sistema comunista colapsó debido a la creciente oposición y al deterioro del nivel de vida.
TRANSICIÓN AL LIBRE MERCADO:
La transición de una economía centralizada a una de libre mercado fue rápida, llevando a la privatización de empresas públicas, lo que aumentó la pobreza y las desigualdades económicas entre Europa Occidental y Europa del Este.
La segunda globalización.
GLOBALIZACIÓN ACTUAL:
Desde los años ochenta, se aceleró la liberalización e integración económica global, un proceso conocido como globalización, que integra los mercados de bienes, servicios, tecnología, trabajo y capitales. La liberalización comercial y los avances tecnológicos impulsaron el comercio y la deslocalización de procesos productivos.
IMPACTO DE GLOBALIZACIÓN:
La reducción de aranceles y barreras no arancelarias, junto con la mayor movilidad de capital y personas, tuvo efectos tanto positivos como negativos en las economías desarrolladas y en desarrollo. En los países desarrollados, el comercio internacional en relación al PIB aumentó significativamente, mientras que, en los países en desarrollo, esta relación creció aún más.
LOS RETOS DE LA GLOBALIZACIÓN:
ECONOMIAS EMERGENTES:
El crecimiento de las economías emergentes, como China, India, Brasil y México, se debe a factores como los bajos salarios, la falta de protección laboral y la estabilidad macroeconómica. Estas economías crecieron rápidamente, en contraste con la desindustrialización y el cambio estructural en los países desarrollados. GLOBALIZACIÓN FINANCIERA:
La globalización financiera permitió una asignación más eficiente de recursos y facilitó la entrada de flujos de capital en países en desarrollo, impulsando su crecimiento económico. Sin embargo, también aumentó el riesgo de crisis financieras, como la de 2007, causada por la expansión de la liquidez, la desregulación y la falta de supervisión adecuada.
PRESIÓN SOBRE LAS MMPP ́S
Desde principios del siglo XXI, la demanda de materias primas, especialmente por parte de los países asiáticos, ha aumentado significativamente, elevando los precios de productos como el petróleo, minerales y productos agrarios, beneficiando a América Latina y África.
La globalización plantea desafíos en la gestión ambiental y en la lucha contra la desigualdad económica, temas que siguen siendo objeto de debate y controversia.
LA EMPRESA ACTUAL: LOS NUEVOS MODELOS
NUEVOS MODELOS DE EMPRESA:
Las empresas han adoptado nuevos modelos, como las empresas en red y las redes de producción modular, externalizando parte de sus procesos productivos para ganar
flexibilidad y competitividad. Aun así, las grandes empresas integradas verticalmente siguen siendo predominantes en ciertos sectores.
NUEVOS PROCESOS PRODUCTIVOS:
La producción flexible y el lean manufacturing surgieron como respuesta a la necesidad de adaptabilidad. Toyota es un ejemplo notable con su Sistema de Producción Toyota, que se centra en reducir inventarios y defectos en los productos.
EXTERNALIZACIÓN:
Las empresas utilizan la externalización (outsourcing) y la externalización internacional (offshoring) para optimizar sus procesos productivos. Factores como los avances tecnológicos, la revolución en las comunicaciones y la liberalización del comercio han facilitado esta descentralización.
NUEVAS FORMAS EMPRESARIALES:
Los distritos industriales y los clústeres han emergido como formas efectivas de organización productiva. Ejemplos incluyen los distritos textiles en Italia y Cataluña, y Silicon Valley como clúster tecnológico, donde las empresas y las instituciones colaboran estrechamente para fomentar la innovación y la eficiencia.
Estos apuntes proporcionan un resumen detallado y claro del tema 6, abarcando los aspectos cruciales de la economía global y sus efectos en las estructuras económicas y empresariales.
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