El viaje del descubrimiento
Tras la guerra civil castellana, los partidos de Isabel la Católica y Juana la Beltraneja firmaron el Tratado de Alcaçovas, por el que se repartían las áreas de influencia en el Atlántico. Cuando Colón llegó a Portugal y ofreció al rey Juan II la posibilidad de llegar a las Indias, éste rechazó la propuesta.
Colón presentó su proyecto a los Reyes Católicos en 1486, que rechazaron su propuesta por varias razones: se encontraban inmersos en la guerra de Granada, las exigencias de Colón les parecían desmesuradas y reunieron una junta de expertos en Salamanca que mostró sus dudas sobre la legitimidad de la empresa colombina en relación con los términos establecidos en el Tratado de Alcaçovas. A pesar de estos problemas, los Reyes Católicos terminaron suscribiendo con Colón las Capitulaciones de Santa Fe.
El 3 de agosto de 1492, la nao Santa María, al mando de Colón, y las carabelas La Pinta y La Niña, capitaneadas por los hermanos Pinzón, salieron del puerto de Palos e hicieron escala en Canarias. Finalmente, el viaje se culminó con éxito y los barcos llegaron a la isla de San Salvador el 12 de octubre de 1492.
Gobierno y administración de la América española
Los virreinatos
Grandes jurisdicciones territoriales dirigidas por un representante del rey. Se crearon dos virreinatos: el de Nueva España, que comprendía América Central y Septentrional, y el virreinato del Perú, que comprendía América del Sur. Cada virreinato se dividía en gobernaciones y éstas en corregimientos, formados por un número variable de municipios. Los virreyes trataron de aprovecharse de su cargo para enriquecerse, se estableció el juicio de residencia para evitarlo, en el que se tenía que dar cuenta de la labor de gobierno.
Las audiencias
Órganos de justicia y gobierno. La primera se creó en Santo Domingo. Constituidas por un Presidente y varios oidores. Su función principal era defender la autoridad del monarca. En ocasiones, chocaba la autoridad del Presidente de la Audiencia y la del virrey.
La Casa de Contratación
Creada en Sevilla, donde se controlaba todo el comercio entre España y América y se recaudaban tributos reales. Los comerciantes sevillanos se unieron en la llamada Universidad de Cargadores y eran los que podían comerciar con América. Estaba dirigida por un tesorero, un contador y un factor encargado de preparar las expediciones. Los viajes a América se organizaban mediante un sistema de flotas; se realizaban dos expediciones al año. Este sistema permitía el control efectivo del comercio por parte de la Corona y dificultaba los ataques de los piratas. La Casa de Contratación se ocupaba de la preparación de los pilotos que iban a participar en la carrera de Indias y se encargaban de la elaboración de mapas y la fabricación de otros instrumentos de navegación.
El Consejo de Indias
Creado a partir del Consejo de Castilla, se ocupaba de los aspectos relacionados con el gobierno de los territorios americanos, así como de elaborar una legislación específica para el gobierno de América.
La Iglesia Católica en la América española
Tuvo un papel importante en la colonización de América. Se debe distinguir la labor del clero regular y del clero secular. El clero regular fueron misioneros evangelizadores, impulsores de la cultura occidental pero defensores de los indígenas, como Fray Bartolomé de las Casas. El franciscano Zumárraga fue el introductor de la imprenta en el Nuevo Mundo y después se fundaron las primeras universidades en México y Lima. La Compañía de Jesús fundó sus misiones en la región del Sacramento y del norte de Argentina, protegieron allí a los guaraníes, aunque se les ha acusado de controlar meticulosamente todos los aspectos de su vida.
La explotación de la población y los recursos
La llegada de los españoles a América supuso la explotación de la población indígena y el contagio de enfermedades. El sistema de explotación más utilizado fue la encomienda, que se convirtió en un sistema de explotación parecido a la esclavitud. Mediante las Leyes de Burgos y las Leyes Nuevas, la monarquía intentó acabar con los abusos. Otro sistema de trabajo fue el repartimiento, por el cual cada comunidad tenía la obligación de aportar un número de trabajadores y tenían la ventaja de recibir un pequeño salario. El servicio consistía en la obligación del indígena de realizar determinados trabajos para los españoles. Para facilitar el trabajo de los indígenas, se les solía agrupar en pueblos llamados»compleja».
Las mayores riquezas se extrajeron del oro y la plata. Los nativos fueron empleados en las minas a través de un trabajo forzoso de origen inca, llamado mita. Las minas eran propiedad real y el monarca concedió su explotación a particulares a cambio del quinto real.