El Español en América y el Mundo: Características y Norma Panhispánica


El Español de América y la Lengua Española en el Mundo: La Necesidad de una Norma Panhispánica

El Español de América

La implantación del español en América fue una lenta tarea de siglos y llegaría a su máxima extensión en el siglo XVIII, como lengua de la Administración, la cultura y la iglesia. Las variedades geográficas que adopta el español de América dependen de factores sociales, culturales, étnicos y de sustrato o superestrato de cada región donde se impuso el español. Concretamente, algunos de los factores que contribuyen a la aparición de tales variedades fueron los siguientes:

  1. La época de colonización, que posibilita la presencia de arcaísmos (ej. el voseo) y la procedencia mayoritariamente meridional de los colonizadores.
  2. La influencia del sustrato de las distintas lenguas precolombinas y el superestrato de las huellas lingüísticas que dejan las oleadas de inmigrantes de distintas zonas europeas y africanas.
  3. Los distintos modelos de lengua que tomaron los países de América una vez desvinculados de la metrópolis y conseguida su independencia en el siglo XIX.
  4. Finalmente, en los últimos decenios, la presencia económica, cultural y tecnológica de Estados Unidos ha influido en gran medida sobre la lengua y ha favorecido la entrada de numerosos anglicismos a los que el español de América se muestra muy permeable.
  5. La situación actual del castellano en América se puede describir así: la expansión del español a partir del siglo XVI lo ha convertido en lengua oficial de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay (junto con el guaraní), Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras, México, República Dominicana y Cuba. Asimismo, es el segundo idioma hablado en Estados Unidos, sobre todo en Nuevo México, Texas, Arizona, parte de California y Puerto Rico (es cooficial con el inglés), Florida y Nueva York.

Principales Rasgos del Español de América

Rasgos Fónicos

Muchos coinciden con los rasgos meridionales del español peninsular, sobre todo con los del andaluz:

  • El seseo: sason por sazón, senisa por ceniza
  • El yeísmo
  • La aspiración o pérdida de la /s/ final de sílaba o palabra: mohca por mosca
  • La aspiración de /j/: muher por mujer
  • La confusión de /l/ y /r/: arma por alma; pielna por pierna

Rasgos Morfosintácticos

  • El rasgo principal es el voseo, es decir, el uso de vos como segunda persona del singular en lugar de . Las formas verbales del voseo también difieren en las distintas zonas: vos cantás o vos cantas (tú cantas)
  • Uso de ustedes en lugar de vosotros: ustedes cantan (vosotros cantáis)
  • Preferencia por el pretérito perfecto simple en lugar del compuesto: María salió hace cinco minutos (ha salido)
  • Uso más frecuente del diminutivo que en el español peninsular: adiosito, ahorita
  • Adverbialización del adjetivo: canta lindo
  • Usos particulares de las preposiciones y locuciones adverbiales: más nada (nada más), a la mañana (por la mañana), arriba de la mesa (encima de)

Rasgos Léxicos

  • Empleo de arcaísmos: lindo (bonito), pollera (falda), prometer (asegurar)
  • Voces indígenas: cancha, papa, mate
  • Uso de neologismos por derivación: limpiada (limpieza), conversada (conversación)
  • Mayor presencia de extranjerismos, sobre todo anglicismos: carro (de car), usina (fábrica), chance (suerte), chequera (cartera)
  • Presencia de afronegrismos: chango (mono), gongoli (gusano), mango
  • Usos léxicos especiales: apurarse (darse prisa), pararse (ponerse de pie), tomar (beber), manejar (conducir), vidriera (escaparate), cuadra (manzana de casas)

El Español en el Mundo

Aunque la mayor área de extensión del español está en Hispanoamérica, también está y ha estado presente en otras zonas geográficas:

  • Filipinas: Hasta 1992 se hablaba como lengua oficial junto al inglés y a la lengua vernácula, el tagalo. A partir de ese año se suprime la cooficialidad y en la actualidad lo habla un pequeñísimo grupo de personas.
  • Guinea Ecuatorial: Fue colonia española desde 1778. En 1968 obtuvo la independencia y desde 1978 el español es la lengua oficial del país.
  • El español sefardí: Los judíos que vivían en España fueron expulsados por los Reyes Católicos en 1492. Se establecieron en Portugal, sur de Francia, norte de África y Noroeste de Europa. Pero especialmente se ubicaron en la ribera norte y sur del mar Mediterráneo. Estas comunidades sefardíes han seguido utilizando el castellano arcaizante del siglo XV que se llevaron y además han conservado el folclore y las tradiciones de sus antepasados.
  • Marruecos y Sahara Occidental: El Sahara Occidental fue colonia española y, por tanto, todavía hay pequeños grupos de población que conocen y utilizan el español. En Marruecos, debido a la cercanía y a las múltiples relaciones que existen entre España y dicho país, mucha gente conoce nuestro idioma.

La Necesidad de una Norma Panhispánica

Aunque los casi cuatrocientos millones de hablantes de español constituyen una comunidad lingüística, no todos usamos la lengua de la misma manera. A pesar de toda la diversidad, la unidad del idioma está garantizada sobre todo en el nivel culto, en el que no hay casi diferencias entre el español de ultramar y el peninsular. La literatura, los medios de comunicación social, las Reales Academias de la Lengua y la labor del Instituto Cervantes son los elementos de cohesión que dotan al idioma de uniformidad y homogeneidad. No obstante, en los registros familiares, populares o rústicos las diferencias son muy notables, sobre todo en el nivel léxico. Pero, por encima de todo ello, siempre existe una lengua común, una koiné que neutraliza las divergencias y asegura la pervivencia y la unidad de nuestra lengua.

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