El esplendor de la poesía española: Del Modernismo a la Generación del 27


El Modernismo: Rubén Darío y Delmira Agustini

El Modernismo, movimiento literario hispano de renovación estética, surge a finales del siglo XIX y se extiende hasta 1915. Influenciado por el Parnasianismo (culto a la perfección formal) y el Simbolismo (sugerencia y ritmos), este movimiento encuentra en Rubén Darío y Delmira Agustini dos figuras clave.

Rubén Darío

El nicaragüense Rubén Darío, líder del Modernismo, fusiona la influencia francesa con la tradición española. Su obra refleja la evolución del movimiento:

  1. Plasticidad, sonoridad y temas refinados (Azul, 1888).
  2. Modernismo exuberante con temas españoles (Prosas Profanas, 1896).
  3. Intimismo y meditación (Cantos de vida y esperanza, 1905).

Rasgos de su poesía:

  • Temas: misterio, fantasía, escapismo, amor, erotismo, temas indígenas e hispanos.
  • Musicalidad: aliteraciones, juegos fónicos, palabras esdrújulas.
  • Sensorialidad: sinestesias, adjetivación evocadora.
  • Sugestión: metáforas, adjetivos, léxico inusual.
  • Métrica: innovadora, recupera versos en desuso.

En España, destacan Francisco Villaespesa, Manuel Machado, y en sus inicios, Antonio Machado (Soledades) y Juan Ramón Jiménez (etapa sensitiva).

Delmira Agustini

Poetisa uruguaya (1886-1914), Delmira Agustini cultivó un modernismo con un erotismo intenso. Obras como El libro blanco (1907) y Cantos de la mañana (1910) la catapultaron a la escena literaria, donde fue elogiada por Rubén Darío. Su poesía, cargada de feminismo, simbolismo y sensualidad, alcanza su punto álgido en poemas como Explosión, Íntima y Los cálices vacíos (1913).

La Generación del 98: Baroja, Unamuno, Azorín

En el contexto de la crisis de fin de siglo, la Generación del 98 emerge con una mirada crítica a la España de la Restauración. Estos intelectuales, buscando reformar el país, se centran en la esencia de España a través de la historia.

Temas

Marcados por la crisis de la razón y el resurgimiento religioso, sus temas incluyen el rechazo al ambiente político, la denuncia de la apatía, la exaltación del paisaje y la búsqueda de la identidad española.

Miguel de Unamuno (1864-1936)

Unamuno, escritor y filósofo, exploró temas como la personalidad, la muerte y el conflicto existencial. Obras como Niebla y San Manuel Bueno, Mártir destacan por su innovación narrativa y la reflexión metaficcional.

Pío Baroja (1872-1956)

Baroja, con su estilo ágil y directo, defendió una novela abierta. Sus personajes, a menudo inadaptados, reflejan el pesimismo de la época. Obras como Camino de perfección y El árbol de la ciencia se encuentran entre sus más destacadas.

José Martínez Ruiz, Azorín (1873-1967)

Azorín, con su prosa melancólica y evocadora, se centró en la descripción del paisaje castellano. Sus novelas, con una trama tenue, se acercan al ensayo. La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo son ejemplos de su estilo.

La poesía de Machado y Juan Ramón Jiménez

Antonio Machado

Machado, figura clave de la Generación del 98, evoluciona desde el Modernismo (Soledades) hacia una poesía más realista (Campos de Castilla). Sus temas recurrentes son el tiempo, la muerte, Dios y el paisaje castellano.

Juan Ramón Jiménez

Juan Ramón Jiménez, figura central del Novecentismo, busca la pureza y la deshumanización del arte. Su obra se divide en tres etapas: sensitiva (Platero y yo), intelectual (Diario de un poeta recién casado) y suficiente (En el otro costado).

El Grupo Poético del 27

La Generación del 27, reunida en 1927 para conmemorar a Góngora, buscó renovar la poesía española. Influenciados por la tradición y la vanguardia, estos poetas buscaron el equilibrio entre hermetismo y claridad.

Evolución

  1. Síntesis de la poesía anterior.
  2. Humanización, influencia del surrealismo.
  3. Poesía social.
  4. Exilio y humanismo angustiado.

Innovaciones

  • Imagen y metáfora.
  • Versificación: romance, verso libre, versículo.

Las Sinsombrero

Grupo de mujeres artistas e intelectuales del 27, que reivindicaron su papel en la vida cultural. Introdujeron la figura femenina emancipada en sus obras.

Pedro Salinas (1891-1951)

Salinas, con su estilo sencillo y complejo a la vez, se centró en el amor. Obras como La voz a ti debida y Razón de amor son ejemplos de su poesía.

Luis Cernuda (1902-1963)

Cernuda, el más romántico del grupo, exploró temas como la pasión amorosa, la soledad y la nostalgia. Placeres prohibidos y Donde habite el olvido son obras clave.

Federico García Lorca (1898-1936)

Lorca, con su poesía llena de simbolismo y musicalidad, fusionó la tradición popular con la vanguardia. Romancero Gitano y Poeta en Nueva York son ejemplos de su versatilidad.

Rafael Alberti (1902-1999)

Alberti, con una trayectoria diversa, pasó por el neopopularismo (Marinero en tierra), el vanguardismo (Cal y canto), el surrealismo (Sobre los ángeles) y la poesía social (Poeta en la calle).

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