El Esplendor del Arte Gótico: Arquitectura, Escultura y Pintura Medieval


El Arte Gótico

1. Contexto histórico

El largo desarrollo temporal del estilo Gótico, desde mediados del siglo XII hasta mediados del siglo XVI, trajo consigo profundos cambios en Europa:

  • A mediados del siglo XII se produce un aumento de la producción agrícola gracias a los avances técnicos y a la extensión de las roturaciones, lo que conlleva un importante aumento demográfico.
  • Crecimiento económico en los países mediterráneos que se apoya en el auge del comercio.
  • La preponderancia de la actividad mercantil y el crecimiento de las ciudades propició el desarrollo de una nueva clase social: la burguesía. Esta clase social tendrá una organización jurídica y económica propia y surge así el gremio, que agrupa a profesionales de un mismo oficio y fue creado para defender sus derechos e intereses.
  • La Iglesia mantiene su preeminencia dentro de la sociedad. También se da la creación de nuevas órdenes religiosas (como franciscanos y dominicos) que adquieren gran influencia religiosa y se instalan en las ciudades.

El Gótico se desarrolla principalmente en las ciudades. La ciudad medieval adquiere entonces un enorme protagonismo social en diferentes aspectos:

  • La ciudad se convierte en sede del comercio y en el centro de las vías o rutas mercantiles. La ciudad va a tener riqueza suficiente para elevar sólidas murallas, grandes catedrales, ayuntamientos, lonjas, etc., como reflejo de su potencia económica.
  • La ciudad es protagonista y escenario de la vida política. El rey, con el apoyo de la ciudad, gana terreno a los señores feudales que hasta ahora habían sido los principales dueños del poder. Todo ello cambia la estructura política europea: comienzan a formarse las identidades nacionales y a configurarse los distintos estados modernos. Los edificios más representativos de este poder civil son los ayuntamientos, palacios, casas gremiales, etc.
  • La ciudad es el centro de la vida religiosa. Los obispos actuarán como mecenas e impulsores del arte, y el edificio más importante será la catedral.
  • La ciudad es el centro de la vida cultural e intelectual. Surgen las universidades, fundadas en las ciudades más importantes de Europa. Las Universidades estarán organizadas como gremios y gozarán de derechos. La enseñanza también se imparte a los laicos.

2. El papel de la catedral en la creación del Gótico. Características principales

El nacimiento del Gótico en la primera mitad del siglo XII en Francia y su posterior difusión por el resto de Europa fue fruto de la iniciativa del Abad Suger de reformar la cabecera de la iglesia de la Abadía de Saint Denis, en la Île-de-France. Para ello, toma elementos propios del Románico, como el arco apuntado y la bóveda de ojiva, que combinará con una serie de elementos novedosos que caracterizarán al estilo Gótico.

La catedral es la máxima aportación del estilo Gótico. Se convierte en el edificio más representativo de la nueva sociedad urbana al ser la iglesia de la ciudad. En su construcción intervienen todos los estamentos sociales.

La catedral gótica toma elementos utilizados en edificios románicos y aporta otros novedosos, creando una nueva concepción estética. Los rasgos más significativos de las catedrales góticas son los siguientes:

  • Predominio del vano sobre el macizo: Se desarrollan las vidrieras, la pintura sobre tabla y los tapices. El Gótico es la arquitectura de la luz y dota de gran luminosidad al interior de las catedrales. Las nuevas técnicas constructivas permiten rasgar los muros y sustituirlos por vidrieras de colores.
  • Verticalidad: El impulso ascensional de los edificios góticos es el resultado del ansia espiritual, de la búsqueda de Dios que sentía el hombre medieval.
  • Expresividad y naturalismo: La espiritualidad de la luz se traduce en la catedral gótica. Otra de sus grandes características es su inspiración en la naturaleza (naturalismo).

3. La arquitectura gótica. Principales elementos

La arquitectura gótica ofrece unos elementos constructivos más o menos similares en toda Europa:

Elementos sustentados:

  • Empleo del arco apuntado u ojival: Es más estable que el de medio punto, ya que sus dos segmentos se apoyan mutuamente, y su utilización proporciona mayor esbeltez y verticalidad al edificio.
  • Uso de arcos formeros (paralelos al eje de la nave) y fajones (transversales al eje) apuntados en las bóvedas para dirigir las cargas hacia los pilares.
  • La cubierta: Empleo de la bóveda de crucería o de ojiva, que deriva de la bóveda de arista del Románico y está formada por el cruce de dos arcos apuntados (nervios) que transmiten el peso a cuatro puntos concretos.

Elementos sustentantes o soportes:

  • Los pilares son necesarios para transmitir las fuerzas a los apoyos. Se emplean pilares compuestos o fasciculados, a los que se adosan columnillas (baquetones) que se corresponden con los nervios de la bóveda y los arcos. Los pilares adquieren un gran desarrollo vertical en el Gótico.
  • Empleo de arbotantes: Arcos exteriores que transmiten los empujes laterales de las bóvedas de la nave central a los contrafuertes exteriores, sobrevolando las naves laterales. Permiten elevar la altura de la nave central y abrir grandes vanos en los muros.
  • Empleo de contrafuertes: Refuerzos exteriores, ya usados en el Románico, que ahora se multiplican y estilizan para recibir los empujes de los arbotantes.
  • Los contrafuertes se coronan con terminaciones puntiagudas llamadas pináculos, los cuales añaden peso vertical para mejorar la estabilidad del contrafuerte y desviar los empujes oblicuos hacia la vertical, garantizando la unión estructural.

La utilización de estos elementos de transmisión de fuerzas y contrarrestos permitió aligerar el muro del edificio y que aparecieran de este modo las siguientes novedades:

  • La vidriera cumple así una doble función: por un lado, aísla el espacio interior del edificio, protegiéndolo de las inclemencias del tiempo, y por otro, cumple una función simbólica y estética al iluminar el edificio con luz coloreada y representar escenas religiosas. Permite el paso de la luz, creando un espacio trascendental.
  • Ventanales geminados, rosetones (grandes vanos circulares en las fachadas), claristorios (cuerpo de ventanas en la parte superior de la nave central), galerías, puertas, etc.: Estos vanos van decorados con compleja tracería calada de piedra.

Planta:

Se mantiene la planta de cruz latina románica, generalmente con tres o cinco naves longitudinales, y se observan las siguientes innovaciones arquitectónicas:

  • Desarrollo monumental de la cabecera. El deambulatorio, denominado girola en el Gótico, se hace doble en ocasiones y presenta capillas radiales, a menudo poligonales.
  • Nave central considerablemente más alta y ancha que las laterales para permitir un mayor tamaño de los vanos del claristorio y una mayor luminosidad.
  • Empleo del triforio, una galería estrecha sobre las naves laterales, abierta al interior de la nave central mediante arquerías, que permite el paso y aligera el muro.

Alzado:

Las fachadas adquieren un gran desarrollo en el Gótico, presentando los siguientes elementos:

  • La fachada principal o atrio suele aparecer flanqueada por dos torres campanario, a menudo rematadas por agujas o chapiteles. A veces, estas torres quedan inacabadas.
  • Sobre el crucero pueden sobresalir elementos verticales como torres linterna o cimborrios.
  • Las portadas multiplican el número de arquivoltas apuntadas y la decoración escultórica en tímpanos, jambas (con estatuas-columna) y doseles (pequeños baldaquinos protectores sobre las estatuas, llamados doseletes).

4. La escultura gótica. Características principales

  • Naturalismo y realismo gótico frente al simbolismo abstracto del Románico. El volumen, el movimiento y la expresividad de las actitudes y los gestos (pathos) suponen la conquista de un mayor naturalismo y humanización.
  • Las esculturas tienden a adoptar proporciones más naturales del cuerpo y a independizarse progresivamente del marco arquitectónico (bulto redondo), aunque inicialmente siguen adaptadas a él (ley del marco).
  • Aumento de la presencia de escultura en las portadas, que desde los tímpanos invade las arquivoltas, jambas, parteluces y muros.
  • Los temas religiosos siguen siendo los más usuales, con escenas del Nuevo Testamento, el Juicio Final, vidas de la Virgen y los santos, etc., tratados con una intención más didáctica y cercana.
  • Importancia de la decoración escultórica en sepulcros, retablos, púlpitos y sillerías de coro.
  • La escultura exenta alcanza una gran difusión con nuevos tipos iconográficos como el Cristo crucificado con tres clavos (Christus patiens), que expresa el dolor humano, y la Virgen con el Niño (Theotokos), que muestra una relación más humana, tierna y cercana entre madre e hijo.

5. La pintura gótica. Características principales

Las características principales de la pintura gótica son las siguientes:

  • Creciente realismo y naturalismo, en un intento de reflejar la realidad visible y la naturaleza que rodea al hombre, incluyendo detalles anecdóticos y fondos paisajísticos o arquitectónicos.
  • Desarrollo incipiente de la perspectiva y la profundidad, buscando transmitir la tridimensionalidad del espacio, aunque todavía de forma intuitiva en muchos casos.
  • Empleo de la gradación de color y el claroscuro para modelar las figuras y crear contrastes lumínicos. Riqueza cromática.
  • Importancia del retrato, reflejo del creciente antropocentrismo y del ascenso de la burguesía y la nobleza como comitentes.
  • Desarrollo de la pintura sobre tabla, especialmente en retablos, que se hacen monumentales y cuya superficie se divide en tablas o calles. Estos retablos solían disponerse tras el altar o en las capillas laterales. También se desarrolla la miniatura en libros (manuscritos iluminados). La pintura mural pierde importancia debido a la reducción del muro en la arquitectura.

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