El Estado Social
Origen y Transformación del Estado
El modo de producción capitalista, para su supervivencia, ha experimentado una autotransformación que implica el tránsito de un Estado abstencionista a uno intervencionista y asistencial. Este cambio elimina la inhibición pública en el ámbito económico y social, superando la separación tradicional entre Estado y sociedad civil, característica del liberalismo clásico.
El Mercado y la Intervención Estatal
Ante la ineficacia de la autorregulación del mercado para el progreso general, surge la necesidad de una nueva fórmula política que salvaguarde, estabilice e impulse las estructuras socioeconómicas. El resultado es el Estado Social o Estado de Bienestar, consolidado en el periodo de entreguerras. Esta versión modernizada del Estado liberal responde a la necesidad de reordenar la economía capitalista, interviniendo en el mercado. Se busca la transición de un mercado individualista autorregulado, propenso a las crisis, a una organización pública del mismo, con la asunción de cargas sociales y prestaciones públicas por parte del Estado.
Además de las necesidades internas del sistema, la presión popular impulsa el reconocimiento de reivindicaciones sociales compatibles con el sistema. Esto genera menor conflictividad, estancamiento del movimiento obrero tradicional, mayor aceptación e integración colectivas, y una mayor legitimación del sistema, logrando consenso social y estabilidad.
Características del Estado Social
El Estado Social revisa y reajusta el sistema capitalista, abandonando el abstencionismo público en el ámbito económico y social. Complementa el individualismo con una visión general, vigilando y controlando los mecanismos del mercado. Aunque el esquema clásico no ha sido sustituido, funciona de manera diferente. La corrección del capitalismo se basa en la asunción por parte del Estado de la responsabilidad del bienestar de sus ciudadanos, interviniendo en la economía de mercado. El Estado Social «corrige, atenua, pero no elimina las raíces de la desigualdad».
El Estado Social y la Desigualdad
Con este modelo de procura existencial subsidiaria, que asegura un mínimo vital para todos los ciudadanos, se corrige la extrema desigualdad generada por el automatismo del mercado, sin eliminar sus raíces ni las bases del sistema. También se eliminan situaciones extremas que generan tensión, desactivando la protesta social. Además, se amortiguan las crisis cíclicas del capitalismo, manteniendo un nivel adecuado de demanda y consumo para el funcionamiento de la economía y la generación de beneficios.
El Estado Social como Punto de Encuentro
El Estado Social surge de la necesidad de reconversión del capitalismo y de la presión popular y social. Es el punto de encuentro entre las necesidades de reorganización capitalista y la concesión integradora para desarticular la protesta social. Representa la flexibilización del sistema capitalista para su supervivencia frente al socialismo.
El Compromiso entre Clases Sociales
El Estado Social es resultado de una correlación de fuerzas sociales, un compromiso entre clases sociales, un «pacto interclasista» basado en el crecimiento económico. Las clases poseedoras aceptaron la redistribución del producto social vía Estado, mediante políticas fiscales, para obtener «paz social». A cambio, exigieron el reconocimiento de los fundamentos del capitalismo: la propiedad privada de los medios de producción, la iniciativa privada y la economía de mercado. Las clases subalternas aceptaron la política de rentas, que incrementó su consumo, y aplazaron la puesta en cuestión de los fundamentos del capitalismo, obteniendo el reconocimiento de sus instituciones (partidos y sindicatos), que se integraron en el sistema político del capitalismo.