Juan J. Linz, en 1964, definió la naturaleza del Franquismo como «un régimen autoritario, y no totalitario, con un pluralismo limitado, sin una ideología directora, pero sí con una mentalidad característica, dirigida por un líder único y un pequeño grupo que van a ejercer el poder, dentro de unos límites mal definidos». Una segunda, de 1957-69, que calificaría de dictadura empírico-conservadora, y una tercera, de 1969-75, que reflejaría un régimen tecnopragmático y en crisis. Para terminar, Fontana opinaría, que para comprender la verdadera naturaleza del franquismo, era preciso analizarlo en sus inicios, desde 1939-57, porque es cuando sus objetivos se muestran libres de disfraces posteriores, interesado Franco en atraer a las potencias vencedoras de la II Guerra Mundial, contra el nazismo, para evitar seguir el mismo camino y perder el poder, dando lugar en el régimen a un proceso de desfascistización, en palabras de S. Payne, hasta su desintegración total en 1975. Uno de los más firmes pilares de esta ideología que se va a llamar nacional-catolicismo, va a ser la defensa de la religión, frente al laicismo de la II República y de la izquierda, que había sido uno de los grandes frentes de batalla de la oposición a la República. En otros aspectos, se diferenció del fascismo, en tanto en cuanto la dictadura accedió al poder tras una guerra, y no por medio de las urnas, y además, a diferencia de estos fascismos, la dictadura no tuvo una política exterior expansiva, o de muy escaso desarrollo, siendo España, como era, una nación de tercera categoría en política exterior.
1.1.- El desarrollo del franquismo: Las Leyes Fundamentales
La creación y el desarrollo de la dictadura franquista se va a llevar a cabo por parte de Franco, quien tenía capacidad legislativa plena, por medio de lo que se van a llamar las Leyes Fundamentales, que eran una serie de decretos que controlaban toda la vida política, social y económica del país.
Único corporativista, de inspiración fascista, regulándose además los servicios sociales. Económicamente, estas leyes regían que el Estado intervendría empresarialmente en aquellos sectores donde no existiera la iniciativa privada. La siguiente ley, será la Ley Fundamental de Cortes, que pretendía mostrar una cara más amable, frente a las victorias aliadas en la II Guerra Mundial, para evitar que el régimen fuera el siguiente objetivo de los aliados. La Ley Fundamental de Sucesión de la Jefatura del Estado, regulaba la vuelta a la monarquía a la muerte de Franco, estableciéndose una continuidad legal entre dictadura y monarquía. La última ley será la Ley Orgánica de 1967, que separaba la jefatura del Estado, en manos de Franco, y la jefatura del gobierno, que recaerá en diversos políticos hasta la desintegración del régimen, causada por la enfermedad y debilidad de Franco.
3.- Evolución de los apoyos sociales a favor y en contra del franquismo
El ejército, tras la guerra, se había constituido en uno de los bloques monolíticos de apoyo al franquismo, monopolizando el control de las fuerzas de seguridad del Estado. En cuanto a la Iglesia, será el otro gran apoyo del régimen, participando en política, y sobre todo, gozando de un enorme poder social, a través de la enseñanza, y del control de la moral de la sociedad, formando a las élites sociales, y controlando el comportamiento de la sociedad española dentro de los límites que marcaba el régimen, como limitador de las libertades y derechos individuales. Los terratenientes, contrarios a la Reforma Agraria, serán otro apoyo al régimen, ya que la política económica del mismo, con la regulación de precios agrícolas, los enriqueció, así como también serán un apoyo la élite financiera e industrial que fueron vitales con su apoyo económico para llevar a cabo las medidas de mejora de infraestructuras e industrialización de España.
3.1.- La oposición al franquismo
Pese al autoritarismo del régimen, Franco tuvo oposición desde diversos ámbitos del espectro ideológico y político, con mayor o menor grado de importancia. Entre los primeros descontentos, tenemos a los falangistas, que no van a encontrar acomodo en el régimen que se crea, ya que su idea era la de crear un régimen fascista siguiendo el modelo italiano, pero el control de Falange por parte del franquismo era tan absoluto, tras la muerte de Primo de Rivera, que esta oposición va a ser insignificante. Los monárquicos también van a crear algunas tensiones en el régimen, al buscar la restauración monárquica en la persona de D. Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, que se va a solucionar con la ley de sucesión por la que, a la muerte de Franco, le sucedería Don Juan Carlos, como rey, debiéndose, en teoría, continuar con la ideología del régimen con esta monarquía.
La auténtica oposición al régimen durante las primeras etapas del franquismo, vendrán del Partido Comunista, que mantuvo grupos guerrilleros, junto a los maquis republicanos, para llevar a cabo una oposición armada al régimen.
Movimiento Europeo, que reunía políticos democráticos de toda Europa, con la intención de crear una mayor unión europea, y donde los políticos españoles pidieron que se dejase fuera a España hasta que el régimen llevara a cabo las reformas necesarias para establecer una democracia, considerándolo el régimen como una especie de traición a España, por lo que supondría económicamente la integración española en esos mercados europeos.