El Humanismo, Renacimiento, Romanticismo y Realismo: Un Recorrido por la Historia Literaria


El Humanismo

Surgido en Italia y extendido por Europa, el humanismo estaba integrado por amantes del saber y admiradores de los clásicos griegos y romanos. Eran poetas, filósofos, artistas y eruditos, todo al mismo tiempo. Se interesaron por todas las manifestaciones de la actividad humana y centraron en el ser humano todas sus reflexiones filosóficas y acciones, pensando en él cuando diseñaban nuevas ciudades, construían edificios públicos, etc. De esa manera, trataban de forjar su identidad en contraposición al hombre medieval, religioso y extranjero en la tierra. Humanistas reconocidos fueron Francesco Petrarca, Erasmo de Rotterdam, Antonio de Nebrija y Juan Luis Vives.

Renacimiento y Clasicismo

La Edad Moderna se inicia con el Renacimiento en Italia en el siglo XIV. Se caracteriza por:

  • El resurgir de los clásicos.
  • El interés por el ser humano. Se separan lo religioso y lo profano.
  • La atracción por la naturaleza.
  • El auge de las lenguas nacionales.

En España e Inglaterra surge el Barroco, caracterizado por el pesimismo, el resurgimiento de la religión, el retorcimiento de la expresión y una gran riqueza ornamental (Shakespeare, Góngora, Quevedo y Calderón).

En Francia surge el Clasicismo, caracterizado por:

  • El culto a la razón y al buen gusto. Se rechaza lo fantástico, lo misterioso, lo exagerado y poco natural, y se reprime la expresión del sentimiento.
  • La utilidad: la literatura debe educar.
  • El carácter aristocrático y refinado.

La Poesía en el Renacimiento: Petrarca

Es un hombre de la Edad Moderna, un gran humanista y un gran poeta. Con 23 años se enamoró de Laura de Noves, en la que se inspiró para crear los poemas del Cancionero, que fue el primer libro sobre el amor no correspondido.

El libro consta de dos partes: las rimas compuestas en vida de Laura, porque la desea y la venera a la vez, y las compuestas tras su muerte, donde él supera su lucha interior y alcanza paz y serenidad.

La Narración en el Renacimiento: Boccaccio

Hijo de un comerciante florentino, recibió una esmerada educación. Fue amigo de Petrarca y creó un arte narrativo adecuado a una nueva sociedad que disfruta con los placeres de la vida. En Fiammetta relata su aventura amorosa juvenil, aunque invirtiendo los papeles: es la joven la abandonada por su amante. En el Corbaccio, desahoga su resentimiento por otro desengaño. La mujer es contemplada por Boccaccio con absoluto realismo y humanidad. Su obra más destacada es el Decamerón. Con ella, la literatura da un paso decisivo hacia el realismo y laicismo del Renacimiento. El francés Rabelais fue un hombre de sólida formación que se hizo bohemio. En Gargantúa y Pantagruel cuenta la disparatada historia de una familia de gigantes, en la que satiriza el pensamiento medieval como supuestos logros del Renacimiento.

La obra de Rabelais persigue la risa con la deformación, el contraste, el disparate, etc. Su estilo es rico en toda clase de recursos: epítetos, formas dialectales, frases hechas, groserías, voces inventadas, etc.

El Teatro Renacentista y Barroco: William Shakespeare

William Shakespeare es el dramaturgo inglés más importante y una de las cumbres de la literatura universal, que ha ejercido mayor influencia en todos los países y épocas. Él logró un teatro que agradaba por igual a la minoría erudita y al público mayoritario. Logró profundizar en el alma humana, en sus más íntimas pasiones y contradicciones, en un lenguaje bello y profundo. Cultivó los tres grandes subgéneros dramáticos: dramas, comedias y tragedias.

Dramas Históricos

El sangriento pasado, plagado de asesinatos, guerras civiles y conspiraciones, le da pie para exaltar el presente y para meditar sobre el incierto futuro.

En Ricardo III, el protagonista pretende compensar su deformidad física buscando el poder por cualquier medio.

En Enrique IV aparece Falstaff, una especie de Sancho Panza inglés, vividor, cobarde y charlatán, que más tarde protagonizará una comedia.

Comedias

La fierecilla domada trata sobre la mujer brava amaestrada por el marido.

El mercader de Venecia, en la que el derecho al cobro, llevado a las últimas consecuencias, puede transformarse en injusticia.

Las alegres comadres de Windsor: Falstaff corteja a dos ricas burguesas que le gastan todo tipo de burlas.

La transición viene dada por El sueño de una noche de verano, su comedia más alegre, delicada y fascinante.

Tragedias

La mayoría pertenece al llamado periodo trágico. Para Shakespeare no hay más salida que la muerte. En sus tragedias humanas convierte a los protagonistas en símbolos.

  • El amor: Romeo y Julieta.
  • La duda: Hamlet.
  • Los celos: Otelo.
  • La ambición y el remordimiento: Macbeth.
  • El amor filial: El rey Lear.

Escribió también tragedias de tema clásico, como Julio César.

El Teatro Clásico Francés

El teatro en Francia se vio afectado por el mismo afán de verosimilitud y racionalismo que el resto de los géneros. Las obras se sujetarán a la regla de las tres unidades:

  • Unidad de acción: un solo tema, ajustado a la realidad contemporánea o a la historia y la leyenda.
  • Unidad de lugar: un solo escenario, con decorados sencillos.
  • Unidad de tiempo: la acción no puede durar más de un día.

Debía separarse lo trágico de lo cómico, perseguir una finalidad moral y observar el decoro poético. Molière, el creador de la comedia francesa, abandonó sus estudios de derecho para enrolarse en una compañía de la que fue actor, director y autor. Se instaló en París, donde gozó de la protección real. Las comedias son de caracteres; en la mayoría de ellas, el protagonista se opone al casamiento de dos jóvenes, quienes acaban logrando su propósito con la ayuda de los criados. Todas encierran un propósito moral: ridiculizar y denunciar los vicios y comportamientos de su tiempo: la pedantería, las pretensiones intelectuales de los nuevos ricos, la ignorancia de los médicos, la hipocresía religiosa. Molière suele preferir los finales felices, aunque a veces el desenlace, alegre en apariencia, encierra una amarga realidad.

El Ensayo: Los Humanistas: Montaigne

Nace el humanismo, corriente cultural interesada en todo lo que tiene que ver con el hombre. El francés Montaigne fue abogado hasta que, al morir su padre, se dedicó al estudio. Él acuñó el término «ensayo» (escrito breve y ameno que versa sobre cualquier tema de interés). Llamó Ensayos a sus reflexiones sobre política, filosofía, etc. En ellos manifiesta su carácter y conocimiento. Su estilo es natural, claro y sobrio, salpicado de ironía.

El Siglo de las Luces

El siglo XVIII fue denominado Siglo de las Luces por alusión a la luz de la razón, con la cual se intenta acabar con las supersticiones, la ignorancia y el oscurantismo de los siglos anteriores.

La razón da como resultado un progreso científico: se descubren vacunas, se mide el meridiano terrestre, se clasifican los seres vivos, etc.

Los numerosos inventos y adelantos técnicos preparan el camino a la moderna era industrial. Las mayores conmociones se produjeron en las ideas y las creencias. Este movimiento ideológico, literario y crítico recibió el nombre de Ilustración.

La Ilustración

La Ilustración adquirió su forma en Francia. Escritores, pensadores y científicos defienden nuevas ideas y valores como la tolerancia, la igualdad, la libertad, etc., y cuestionan la política, la ciencia, etc.

En política se pasa al parlamentarismo y a la subordinación del poder religioso al político. Rousseau proclama que todos los hombres nacen con idénticos derechos y que es el pueblo el que debe gobernar.

La religión es atacada por filósofos y escritores. El pensamiento de los ilustrados influirá en la Revolución Francesa y la independencia de Estados Unidos.

Los Géneros Literarios

Los ilustrados no gustan de la poesía. De la novela critican su propensión a caer en lo inverosímil. Abundaron las novelas de educación y las libertinas.

Más digno les pareció el teatro por su capacidad para representar la realidad y para educar.

El género literario preferido fue el ensayo. La palabra «crítica» se convierte en una de las palabras del siglo, después de la palabra «libertad». Los ilustrados someten a la sociedad de su época a un análisis y una crítica corrosiva. El siglo XVIII fue pobre en literatura de creación y en arte; en España destacó Goya.

El Prerromanticismo

A algunos escritores se les ha calificado de prerrománticos:

  • Valoran más los sentimientos que la razón.
  • Se entusiasman con lo auténtico, sencillo y natural.
  • Rechazan lo que coarta la libertad de la persona. De ahí su indiferencia hacia las normas y su rebeldía ante las leyes, las costumbres sociales y el gusto de las generaciones anteriores.

Los Enciclopedistas

Para ilustrar al pueblo, los ilustrados crearon la Enciclopedia. Consta de veintiocho volúmenes que recogen la historia del progreso humano, las artes y el pensamiento. La obra fue planeada por Jean D’Alembert y Denis Diderot. Sus revolucionarios juicios sobre política, economía y sociedad dieron lugar a numerosas controversias y fueron el fermento de la Revolución Francesa.

Romanticismo

El Romanticismo es el primer movimiento literario que rompe radicalmente con los modelos precedentes y representa la primera formulación válida de la mentalidad contemporánea. Estos son los rasgos que lo caracterizan:

  • Individualismo: se exalta ahora al individuo y su derecho a la libertad.
  • Sentimentalismo: culto a los sentimientos, que arrastran al individuo a un entusiasmo y otras a la desesperación. Esos cambiantes estados de ánimo se proyectan sobre el paisaje. El Romanticismo gusta de las parejas agrestes y de los ambientes ruinosos y nocturnos. La mujer a veces es una criatura angelical y otras un ser destructivo y malvado.
  • Idealismo: la aspiración a unos ideales provoca en los románticos un choque con la prosaica realidad, que les arrastra al desengaño y a un deseo de huida. Solo caben dos actitudes: la angustia metafísica, que a veces lleva al abandono, la droga o el suicidio; o la evasión a lugares exóticos o totalmente imaginarios.
  • Preocupaciones filosóficas y políticas: Dios, el alma, la vida, etc., son el tema central de muchas obras. Heredan las ideas políticas y sociales de los enciclopedistas.

Sturm und Drang

En el último tercio del siglo XVIII, los escritores alemanes comienzan a cuestionar los principios del neoclasicismo: anteponen los sentimientos a la razón, rechazan las reglas y ensalzan al hombre de acción, rebelde e irreflexivo. Goethe y Schiller siguieron al principio las pautas del llamado Sturm und Drang, pero ambos volvieron hacia los ideales clásicos de moderación y equilibrio.

Goethe

Es la máxima figura de la literatura alemana. Comenzó militando en el Sturm und Drang, hasta que un viaje a Italia lo convirtió al clasicismo. Cultivó todos los géneros literarios y en todos dejó una obra maestra. Recrea la Alemania medieval, renacentista y contemporánea, la antigua Grecia, etc.

Novela y Poesía

Las cuitas del joven Werther convirtió a Goethe en guía del Sturm und Drang. A su etapa pertenecen las Elegías romanas, libro de poemas en que lo clásico sirve de envoltorio a la emoción del poeta. De la misma época es Hermann y Dorotea, que es una historia de amor, en plena naturaleza, entre el hijo de un rico y una bella fugitiva de guerra.

Teatro

Goethe escribió teatro histórico (Egmont, Torcuato Tasso), mitológico (Ifigenia) y legendario: Fausto, su obra cumbre. El pacto del hombre con el diablo aparece ya en una leyenda alemana del siglo VI. En Fausto se fusionan diversos géneros y técnicas (teatro, poesía, filosofía, etc.), lo que hace imposible su representación.

Poesía Inglesa: Lord Byron, Shelley y Keats

Lord Byron da vida a personajes rebeldes con un estilo elocuente y apasionado, manifestando su desprecio por la sociedad. En Peregrinación del Childe Harold relata las experiencias de sus viajes. Caín es una interpretación anticristiana de la creación y de la aparición del mal en la tierra, y Don Juan, una recreación del mito del seductor que dejó inacabada.

Shelley es un poeta idealista que fue expulsado de la universidad por ateo y agitador político. Tras el suicidio de su primera esposa, se casó con la autora de Frankenstein y se fue a Italia. En Mont Blanc se fusionó con la cima más elevada de los Alpes. En Oda al viento del oeste desea ser arrebatado como las hojas secas para lanzar al mundo sus ideas. Adonais es una elegía a la muerte de Keats.

John Keats, de origen humilde, murió en Roma. Es el poeta más puro del Romanticismo, el que más busca la belleza. En sus odas proyecta su mirada melancólica sobre el amor, el paso del tiempo…

Realismo y Naturalismo

Surge un nuevo movimiento llamado Realismo. Sus características son:

  • La sustitución de los temas intimistas, legendarios y fantásticos por la descripción del mundo real y exterior al escritor: lo actual, lo cotidiano, lo fácilmente observable.
  • El intento de abarcar toda la realidad. Esto explica la minuciosidad con que se describe su pasado, el entorno en que se mueven, su evolución, sus ideas políticas, religiosas… La literatura girará en torno a los ejes de lo social y psicológico.
  • La tendencia a la omnisciencia del narrador. Para poder ofrecernos lo que piensan y sienten los personajes, sus secretos, etc., el narrador debe convertirse en omnisciente y omnipresente.
  • El afán de objetividad del escritor. Para hacernos creíbles sus historias, intenta evitar el punto de vista personal. Toma partido ante los graves problemas de su tiempo.

Durante el último tercio del siglo, algunos evolucionan hacia posturas más radicales. No se conforman con describir el comportamiento de sus personajes, sino que intentan demostrar su carácter. Este movimiento se llama Naturalismo.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *