Introducción al Idealismo Platónico
El idealismo, primer sistema filosófico, se centra en la primacía de las ideas como base del conocimiento. Según Platón, una idea no es una simple imagen mental, sino una entidad inmaterial, eterna e inmutable que existe en un reino separado de nuestro mundo sensible: el mundo de las ideas o mundo inteligible. Estas ideas, que poseen las características de unidad, inmovilidad y eternidad, son el verdadero objeto del conocimiento y se acceden a través de la razón.
El Mundo Sensible como Copia Imperfecta
Nuestro mundo, el mundo sensible, es una copia imperfecta del mundo de las ideas. Los objetos que percibimos a través de los sentidos son múltiples, cambiantes y perecederos, a diferencia de las ideas únicas y eternas. Por ejemplo, la idea de belleza es única y perfecta, mientras que las cosas bellas en nuestro mundo son solo copias imperfectas y sujetas a la imperfección: cambio, transformación, nacimiento y muerte. En el mundo sensible encontramos objetos materiales y cuerpos, mientras que en el mundo de las ideas encontramos ideas, incluyendo ideas matemáticas.
La Dialéctica y el Conocimiento de las Ideas
La dialéctica es el camino que nos lleva desde la percepción sensible hasta el conocimiento de las ideas. Este camino es recorrido por aquellos que aman el conocimiento. El mito de la caverna ilustra este proceso dialéctico. Entre las ideas, la idea del bien es superior a todas las demás.
El Destino del Alma
Platón utiliza el mito de Er para explicar el destino del alma después de la muerte. Las almas se purifican en el cielo durante un tiempo que depende de sus acciones en la vida. Aquellas que cometieron atrocidades no se purifican y van al inframundo. Las almas purificadas de los placeres materiales se dirigen a una llanura donde, listas para transmigrar y reencarnar, beben del agua del olvido. Posteriormente, eligen una nueva vida, aunque Platón enfatiza que la importancia radica no en elegir primero, sino en saber elegir.
El Diálogo «El Parménides» y las Críticas a la Teoría de las Ideas
En el diálogo El Parménides, Platón explora las implicaciones de su teoría de las ideas. Se plantean tres preguntas cruciales: ¿Cuántas ideas hay? ¿Qué significa que las cosas sean copias de las ideas? ¿Cómo podemos conocer las ideas si están en otro mundo? Parménides cuestiona la perfección de las ideas si en nuestro mundo existen cosas imperfectas. La discusión llega a contradicciones y la conclusión de que, al menos en ese momento, no hay una solución clara. Un discípulo de Parménides señala que la teoría de pensar=ser se ve cuestionada.
El Demiurgo y la Creación del Mundo Sensible
El Demiurgo, un artesano divino o fuerza espiritual, crea el mundo sensible a partir del modelo perfecto del mundo de las ideas. La creación del mundo es un acto de voluntad, no de necesidad. Nuestro mundo, aunque copia, es bello y esférico, una mezcla de los cuatro elementos: fuego, aire, tierra y agua. El Demiurgo se basó en las ideas de planetas, estrellas, seres voladores, acuáticos y terrestres para crear las diferentes especies. El mundo tiene un comienzo en el tiempo, pero no un final. Los individuos perecen, pero las especies continúan a través de nuevas copias. La música celestial es producida por el movimiento de los astros y la armonía del cosmos.