LA GLOBALIZACIÓN Y LAS CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA INTERNACIONAL DE LA INFORMACIÓN
IMPERIALISMO DE LA COMUNICACIÓN (imperialismo cultural de EEUU): LA DOCTRINA DEL LIBRE FLUJO DE LA INFORMACIÓN
En el siglo XX, Estados Unidos ha construido una hegemonía que, según algunos autores, prevalece en el siglo XXI debida principalmente a su poder tecnológico, cultural e informativo.
IMPERIALISMO (definición)
IMPERIALISMO CULTURAL (Definición según H. I. Schiller)
«El conjunto de procesos por los que una sociedad es introducida en el seno del sistema moderno mundial y la manera en que su capa dirigente es llevada, por la fascinación, la presión, la fuerza o la corrupción, a moldear las instituciones sociales para que correspondan con los valores y estructuras del centro dominante del sistema o para hacerse su promotor»
Schiller habla de cómo en el siglo XX la información y la comunicación se convierten en la nueva dimensión estadounidense, otorgándole el poder necesario para expandir su dominio.
A través de la comunicación se extiende la ideología capitalista de Estados Unidos, dando lugar a ese imperialismo cultural del que goza el país.
EL LIBRE FLUJO DE INFORMACIÓN según Schiller
En el siglo XX, antes de la Segunda Guerra Mundial, nos encontramos con unos medios de comunicación muy desarrollados a la vez que con un “monopolio” informativo ejercido por tres agencias europeas: Havas, Wolff y Reuters, que se dividieron la información mundial entre ellas. Se habla así de un cártel informativo. (Cártel: acuerdo formal entre empresas del mismo sector, cuyo fin es reducir o eliminar la competencia en un determinado mercado).
En esta situación, los medios de comunicación estadounidenses, deseosos de hacerse un hueco en el mundo informativo a nivel global, comienzan a cuestionar este modus operandi.
Destaca la intervención de Cooper, director de la Associated Press, una de las agencias de noticias más importantes en EEUU, que manifiesta su desacuerdo con el monopolio informativo europeo argumentando que la imagen de su país en el exterior depende únicamente de estas empresas y reivindica la participación estadounidense en el mercado.
Con esto, las empresas norteamericanas son las que van a captar la idea del libre flujo de información. Idea que va a tener un gran éxito.
En teoría, esta doctrina es una ofensiva diplomática y propagandística a favor de la libre circulación de las ideas, la información y la cultura, como garantía para evitar la vuelta de los regímenes fascistas. Sin embargo, en la práctica, consiste en la expansión de los medios estadounidenses y, como consecuencia, del capitalismo, por lo que la libertad de expresión va unida a la libertad de comercio.
Esta doctrina del libre flujo de información se va a implantar en tres escalones:
- Las grandes empresas de información americanas presionan sobre el poder legislativo y el poder ejecutivo para lograr que el libre flujo sea parte de la política exterior de los Estados Unidos.
- El poder político reconoce la importancia de liberalizar las comunicaciones como un estímulo para intercambiar productos e ideas, y los partidos políticos líderes lo introducen dentro de su plan electoral.
- El sistema político copa la ONU y sus organismos especializados e impone el principio del libre flujo: Tras la Segunda Guerra Mundial, EEUU es uno de los países menos afectados por la acción bélica mundial, lo que le facilita el control no solo de las Naciones Unidas, sino sobre diferentes organizaciones internacionales (destaca la UNESCO). Esto le permitió exteriorizar la idea del libre flujo de información.
En los años 70, se comienza a plantear esa idea de imperialismo cultural y surge una corriente muy crítica respecto a ese dominio estadounidense. Destacan:
- Schiller: Comunicación de masas e imperialismo yanqui (1969); Communication and Cultural Domination (1976).
- Dorfman y Mattelart: Para leer al Pato Donald (1971).
LA HEGEMONÍA CULTURAL ESTADOUNIDENSE (explicada a través de la industria cinematográfica)
Hollywood y su hegemonía planetaria se deben, por un lado, a una perspectiva multidisciplinar en la que intervienen factores históricos, económicos, sociales, políticos, culturales, institucionales, etc.; por otro, el control de la tecnología desde principio del siglo XX con la creación de la MPPC (Motion Pictures Patents Company) formada por las grandes empresas cinematográficas y cuya finalidad era la del control de las patentes americanas. Esta compañía fue disuelta en 1914. Entonces, el 85% de las películas proyectadas en el mundo eran estadounidenses.
La producción ininterrumpida de películas estadounidenses se situó en Hollywood, California. Allí, las “majors” (majors: grandes empresas cinematográficas que componen la MPAA, asociación explicada más adelante) establecieron el sistema de estudio como principal estrategia de expansión. Este sistema, basado en la creación de estudios de producción, contaba con:
- Una fuerte alianza con los bancos que les facilitó apostar por las nuevas tecnologías.
- El control oligopolístico de la producción, distribución y exhibición.
- El apoyo del gobierno estadounidense ayudó a dicha expansión. Destaca la ley Webb-Pomerene, que permite crear cárteles de cara al exterior, por lo que se creó con esto la MPAA para poder actuar de forma conjunta en mercados extranjeros. Estaba formada por Walt Disney Pictures, Sony Pictures, Paramount Pictures, 20th Century Fox, Universal Studios y Warner Bros.
ESTRATEGIAS DE SALIDA DE LA CRISIS
En la década de los 60, con la llegada de la televisión, las empresas cinematográficas se ven sumergidas en una gran crisis que provoca, en ocasiones, el cambio de propietario de las majors. Sin embargo, esta crisis dura poco tiempo, ya que en los 70, se produce la industria cinematográfica vuelve a elevarse en el mercado gracias a las estrategias de marketing. Un gran ejemplo es la película “Tiburón”, que inició el cambio hacia la mentalidad actual apostando muy fuerte por la saturación publicitaria, la exhibición masiva y todo lo relacionado con el merchandising.
Además, en esta época la televisión comienza a verse como un aliado y se realizan producciones para televisión.
Y así, entre los 80 y los 90 se produce la consolidación de los grandes conglomerados y la integración en las networks.
(ejemplos de merchandising: Toy Story 3, Avatar).
CONFIGURACIÓN DEL SISTEMA INTERNACIONAL DE LA INFORMACIÓN
En el sistema internacional de la información se pueden observar los mismos desequilibrios, divisiones y asimetrías que se encuentran en el sistema en general. La información cada vez tiene más valor. El flujo de bienes culturales (el entretenimiento, la información, etc.) aumentó a partir de los 70, pero únicamente en los países desarrollados, pues los países en desarrollo están muy por debajo en la producción de información.
Las características del sistema internacional de la información se centran en:
- Diferencias de recursos entre el centro y la periferia del sistema: un claro ejemplo es que Estados Unidos posee más de la mitad de los satélites.
- Reducido número de países emisores (concentración): No solo por parte de grupos globales, sino también por grupos regionales.
- Flujos de la información: son básicamente unidireccionales, del centro a la periferia del sistema. En ello intervienen las agencias, tanto globales (Reuters, AP, France Press) como regionales (EFE, ANSA). Estas últimas son generalmente públicas; y los flujos audiovisuales, caracterizados por EEUU como principal exportador.
Nos encontramos con una tecnología desarrollada y comercializada en los países centrales dominada por el sector privado. Como ejemplo claro: estándar técnico de la TDT.
GLOBALIZACIÓN Y DEPENDENCIA
Globalización (Definición): Proceso de crecimiento sustancial de la integración entre las varias regiones, sociedades y culturas del planeta, el aumento de las interdependencias, de los intercambios y de las comunicaciones que tiende a involucrar al mundo entero.
Globalización como continuación del imperialismo.
- Porque los productos culturales vienen de Occidente (EEUU sobre todo).
- Porque la globalización es en sí misma una perspectiva de los países dominantes de Occidente.
- Porque se puede entender la influencia cultural como resultado del capitalismo y sus necesidades de expansión.