El Juicio Cristiano y la Vida Conforme a la Palabra de Dios


Notas del Hermano David Cárdenas

1 Corintios 6:2

Aquí vemos:

  1. El «mundo» (kosmos): la multitud impía, todo pecador fuera de Cristo. Debe ser juzgado (krinousi – futuro) en la vida cristiana de los santos.
  2. Los santos tienen parte en este juicio.
  3. Como los santos están involucrados en juzgar al mundo, podemos juzgar «cosas más pequeñas».

La palabra «juzgar» a veces significa «pronunciar juicio», sujeto a censura. El juzgar aquí se lleva a cabo en la vida de los santos (Daniel 7:22; Mateo 19:28; Hebreos 11:7). Los cristianos juzgaremos con referencia a cosas de esta vida al poder. Indicar lo que está mal con referencia a la norma divina.

  • ¿Cuándo? Hoy.
  • ¿Dónde? En todas partes.
  • ¿Cómo? A la luz y por la autoridad de la Palabra de Dios.

«Juzgarán cosas muy pequeñas»: Se refiere a toda disputa ordinaria entre cristianos, además de asuntos de tribunales; asuntos sin importancia. Asuntos diarios, desde Pentecostés (Hechos 2). Cuando el Reino inicia, al reinar el Señor, los apóstoles también (Mateo 19:28) en 12 tronos para juzgar a las 12 tribus de Israel. Todo el que se somete a la autoridad apostólica y a la autoridad del Rey de los apóstoles, se une en el reino y dominio del Rey.

Como Cristianos (Santos) lo puntualizamos por la vida, obra y palabra, y afirmamos lo correcto y lo incorrecto. Así participamos en el reino de Cristo y el juicio apostólico. Así, el cristiano está constantemente «juzgando» al mundo (Efesios 5:11). El cristiano juzga a través de una vida justa.

Juzgando a los «Gays» y a Otros

Algunos nos dicen: «Aunque yo no apruebo el estilo de vida del homosexual, creo que no tengo el derecho de juzgarlo». El mismo Señor que dijo: «No juzguéis, para no ser juzgados» (Mateo 7:1) también dijo: «Juzgad con justo juicio» (Juan 7:24). Es sorprendente que las personas insistan en que obedezcamos el primero, pero no el segundo.

Ambos son ciertos, y cuando se estudian en su contexto, ambos están enseñando la misma cosa. En Mateo 7:1-5, Jesús está diciendo que seremos juzgados de la misma manera en que juzgamos a los demás, así que primero debemos examinar nuestra propia vida. En Juan 7:24, el Señor enseña que no debemos juzgar de acuerdo a «las apariencias», sino que «juzguemos con justo juicio». Noten que el «Juzgar» es imperativo (orden, prerrogativa del Señor). Bajo ciertas circunstancias, tenemos que juzgar, y debemos tener cuidado de hacerlo como Él nos dijo: «con justo juicio».

¿Y qué acerca de «juzgar» a aquellos que se comprometen en pecado? En Hechos 2:36, el apóstol Pedro dijo a los judíos: «A este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo». Pedro no se detuvo en «poner la culpa». Esto es juzgar. El apóstol Pablo, en Atenas, «juzgó» a los idólatras al decir: «Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan» (Hechos 17:30). De hecho, cuando el evangelio se predica a cualquier pecador, como requisito en los hechos, se les dice que son pecadores en necesidad de un Salvador. ¿Si esto no es juzgar, qué es entonces?

Cuando uno está viviendo una vida que obviamente es contraria a la voluntad de Dios, ellos deben saber, por la Palabra del Señor, que están pecando. Si esto significa decirle a una persona «gay» que el homosexualismo es una actividad pecaminosa, entonces debemos hacerlo. Esto no es «juzgar» a la persona; es sencillamente revelar el juicio de Dios sobre esa actividad. El homosexualismo no es un problema de enfermedad, es un problema 100% moral. Es como cualquier otro pecado.

La división es pecado (Salmos 133:1; 1 Corintios 1:10; Efesios 4:4-6). Se debe proteger la vida, la obra y la propiedad de la congregación. Cualquier asunto legal hay que hacerlo.

El Matrimonio y la Aprobación Divina (1 Corintios 6:16-20)

Hay matrimonios que son legales ante el hombre, pero no aceptables ante Dios. Ejemplo: Salomón y sus esposas (Nehemías 13:26; 13:24; 13:27; Mateo 14:3-4; Marcos 6:17; 1 Corintios 5:1 – «la mujer» es ilegal). Estar casado no indica estar en aceptación divina cuando es ilegal.

El matrimonio en el Nuevo Testamento enseña tres clases de personas que están escrituralmente casadas:

A) Soltero, nunca casado, se casa con alguien en la misma condición (Génesis 1:18-24; Mateo 19:5-6).

B) Cuando ha muerto el compañero (Romanos 7:1-4; 1 Corintios 7:39) y se casa con alguien elegible.

C) Las personas que se divorcian por infidelidad del compañero (fornicación/adulterio) (Mateo 19:9).

Concordancia entre Pablo y Jesús (1 Corintios 7:15 y Mateo 19:9)

Pablo y Jesús están de acuerdo en:

  1. Que hay una ley matrimonial.
  2. Que el matrimonio es monógamo.
  3. Que los matrimonios están bajo el cargo divino del Señor.
  4. Que todo el mundo está sujeto a la ley matrimonial.
  5. Todo matrimonio está sujeto a esta ley divina.
  6. Solo hay una razón para el divorcio.
  7. El desertar o separarse no es razón para el divorcio y segundas nupcias.
  8. El matrimonio es permanente.
  9. Ningún hombre tiene el derecho de separar lo que Dios juntó.
  10. El repudio no era así al principio, como el que sea permanente.

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