1. El Método Cartesiano
1.1 Las 4 Reglas del Método
Las reglas del método cartesiano, tal y como aparecen en el Discurso del método son las siguientes:
- Regla de la evidencia: “No admitir jamás como verdadero cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención.”
- Regla del análisis: “Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posible, y cuantas requiriese mejor solución”
- Regla de la síntesis: “Conducir ordenadamente mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles, ascendiendo poco a poco, como por grados hasta el conocimiento de los más compuestos”
- Regla de las comprobaciones: “Hacer en todo enumeraciones tan completas, y revisiones tan generales, que estuviera seguro de no olvidar nada”
La primera regla establece la evidencia como el último criterio para separar lo verdadero de lo falso. La verdad debe ser evidente, y para acceder a ella necesitamos de la intuición. La evidencia sería la propiedad de aquella idea que le hace aparecer ante la mente con claridad y distinción. Descartes también explica que es clara la idea que es “presente y manifiesta un espíritu atento” mientras que es distinta “la que es de tal modo precisa y diferente de todas las demás que no comprende en sí misma más que lo que aparece manifiestamente a quien la considera como es debido”
Por tanto, la realidad pierde objetividad y queda convertida en un contenido más del pensamiento, así la verdad pierde su dimensión ontológica. Verdad es, para Descartes, igual a evidencia, y el mundo se subjetiviza.
Si la primera regla pretende alcanzar las primeras verdades, la segunda y la tercera nos explican cómo podemos deducir nuevas verdades a partir de las ideas claras y distintas ya conseguidas. En la regla del análisis se descompone el problema hasta sus partes más sencillas. En la regla de la síntesis, se recompone el problema original, conociendo sus partes más elementales y sus relaciones. Aquí interviene la deducción para relacionar las ideas.
En la última regla Descartes exige distintas comprobaciones de todo el proceso recorrido, especialmente en el del análisis y la síntesis. Como resultado se tendrá un sistema de conocimiento con garantías de certeza.
2. La Duda Metódica y el Cogito
2.1 La Duda Metódica
Debido a la primera regla del método, Descartes adopta la duda como método, como camino para alcanzar una verdad evidente e indudable. Su estrategia es partir del escepticismo, dudar de todo, para así alcanzar una primera verdad evidente por sí misma; Si aun dudando de todos nuestros conocimientos queda algo que siga presentándose como evidente, esta es la primera verdad. (Propuesta cartesiana: poner a prueba todas las verdades y ver cual resiste)
La duda cartesiana no es una duda escéptica. No es una estrategia destructiva, Descartes no pretende destruir todas las verdades, sino que, por el contrario, es constructiva, pues busca solo la verdad evidente.
Descartes extiende la duda de un modo gradual:
- Comienza dudando de nuestros sentidos: si estos nos engañan a veces, nada impide que nos engañen siempre y que todos los datos sean en realidad falsos
- También duda de nuestra razón, aplicando la misma lógica que con nuestros sentidos.
- Puede ser exagerado dudar siempre de los sentidos o la razón por fallar alguna vez. Sin embargo si se plantea una hipótesis teórica. Descartes argumenta que no somos capaces de distinguir la vigilia y el sueño. Ni siquiera tenemos la certeza de que el mundo real exista realmente.
- Descartes se plantea otro motivo para dudar. Pero ¿Y si existiera un genio maligno que nos hace percibir el mundo de un modo erróneo?
Primer Principio Evidente de la Filosofía
Si cualquiera sigue este camino de la duda, vamos perdiendo contacto con la realidad (escepticismo: ya no podemos estar seguros de ninguna verdad) Descartes encuentra una primera verdad indubitable: de la duda surge un “resto indubitable”, una verdad que resiste a toda duda. En el acto de dudar puedo eliminar todo el contenido, pero no puedo dudar que estoy dudando. Dado que la duda es una forma de pensamiento, Descartes concluye el primer principio evidente de la filosofía “Pienso, luego existo” Sobre el que debemos de tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Llama la atención que Descartes no diga “Dudo, luego existo” El pensamiento (cogitatio) es para él todo lo que ocurre en nosotros, todo acto consciente del espíritu. Por tanto se trata de la conciencia. En la filosofía cartesiana queda encerrado dentro la conciencia. El mundo termina subjetivizado, y esto implica que la evidencia se da sólo en el interior del sujeto. Ortega solía decir que Descartes encierra el mundo en la garita del pensamiento: Para el sujeto es evidente su experiencia pero no puede salir de ahí. Es el acto de pensar lo que resulta evidente a la consciencia, pero no el contenido. Esto estará presente toda la modernidad
- La verdad del cogito no deriva de ningún tipo de deducción, sino que es intuición. Se trata de una idea clara y distinta de la conciencia.
- La formulación del cogito es la primera verdad sobre la que se fundan las demás, y sin la cual el resto carecerían de sentido. La evidencia del cogito nos orienta hacia otro concepto: la sustancia. Nos obliga a intuir un “yo”, una sustancia que existe y cuya esencia es el pensar.
2.2 La Sustancia
Para Descartes sustancia es sinónimo de “cosa”, así será sustancia todo lo concreto existente. De modo que la definición cartesiana es la siguiente : “Una cosa que existe de tal manera que no tiene necesidad sino de sí misma para existir”
Si tomamos esta definición en sentido estricto, solo Dios sería sustancia, puesto que el resto de criaturas necesitan a Dios para existir. Por ello el concepto de sustancia no se refiere a estos del mismo modo, y establece dos tipos de sustancias.
- Sustancia infinita (Dios): la sustancia por excelencia
- Sustancia finita: tan solo necesitan de Dios para existir, no necesitan de ninguna otra sustancia finita.
A este concepto Descartes le añade el atributo y modo. El atributo es la esencia de la sustancia, y hay dos atributos principales: la extensión (mundo material) y el pensamiento (mundo inmaterial). El modo sería la forma en la que se da el atributo: tamaño, volumen … Mientras que el pensamiento tendría modos como por ejemplo la duda. Con estos tres conceptos trata de explicar Descartes toda la realidad.
2.2.1 La Sustancia Infinita
Descartes ofrece las siguientes demostraciones:
- Descartes entendía que la duda era una de las formas del pensamiento. “Hay más perfección en conocer que en dudar”, cuando conocemos somos más perfectos que cuando dudamos. Con esto encontramos la idea de la perfección. Para Descartes hay 3 tipos de ideas :
- Innatas: Aquellas con las que nacemos, que no dependen de la experiencia
- Adventicias: Ideas que proceden de fuera y que formamos a partir de la experiencia.
- Facticias: Las ideas que construimos nosotros, combinando aspectos de las dos anteriores.
Descartes aseguraba que la perfección no podía provenir de la experiencia, pues no percibimos nada perfecto. Tampoco sería posible que haya sido construido por una naturaleza imperfecta, como la del humano. La idea de la perfección debe ser una idea innata, y ha tenido que ser puesta por un ser perfecto (Dios)
- Esto aparece relacionado con la infinitud. Se tratan de argumentaciones racionalistas. La idea de ser perfecto no puede ser concebida sin pensar inmediatamente en la existencia del mismo, con lo que sería “Al menos tan cierto que Dios, que es un ser perfecto, es o existe, como lo pueda ser cualquier demostración de la geometría” (Idea del triángulo)
- También aparecen otras ideas más cercanas a la experiencia. Si el yo existe, entonces existe necesariamente otro que da la existencia a ese yo. Dios sería el origen y el conservador, y también todas las perfecciones derivan directamente de Dios, un creador, ser perfecto y dueño de la existencia que “ha cerrado el cielo y la tierra, y todo cuanto en ellos se contiene, y, además, puede hacer todo lo que concebimos claramente, a la manera en que lo concebimos”. En los pasos dados hasta ahora nos encontramos con un yo seguro de su existencia, pero aislado del mundo. Sin embargo, un ser perfecto no permite que el yo viva en el engaño permanente. Así, Dios neutraliza cualquier tipo de duda o desconfianza respecto a la realidad, y elimina la posibilidad de un ser maligno. Dios desempeña tres funciones esenciales:
- Garantía última del conocimiento verdadero. Dios no ha creado al hombre para que esté viva en el engaño y la falsedad, y si conocemos con certeza su existencia, eso debe servirnos como garantía última del resto de evidencias
- Dios conserva en la existencia al mundo y al propio sujeto. Está creando permanentemente y se encarga de mantener en la existencia todo lo creado.
- Origen del movimiento. Dios impulsa el mundo, y conserva su cantidad de movimiento y reposo