Modelo Agroexportador
1870-1930
El modelo agroexportador se basó en las ventajas comparativas de David Ricardo, donde cada país se especializaba en un producto en el que destacaba. En el caso de América Latina, se centró en la venta de alimentos y materias primas al mercado mundial.
Este modelo, conocido como «economía hacia afuera», buscaba producir eficazmente para vender al resto del mundo. Sin embargo, la dependencia de las exportaciones hizo que la región fuera vulnerable a las crisis externas, como la depresión de 1873.
Hasta la Primera Guerra Mundial, el modelo agroexportador pareció enriquecer a la región, pero la falta de reinversión lo hizo insostenible.
La participación de América Latina en el comercio mundial aumentó un 40% en las cuatro décadas posteriores a la depresión de 1873, y los precios de las materias primas se mantuvieron favorables hasta 1905.
Cada país vendía su producto principal, lo que sustentaba su economía. Brasil, por ejemplo, era un gran demandante de café, especialmente de Estados Unidos.
Las ciudades portuarias, como São Paulo y Río de Janeiro, se convirtieron en grandes centros urbanos.
En este modelo, las potencias industriales eran el centro, vendiendo productos industriales e invirtiendo capital en la periferia (América Latina), que a su vez les vendía materias primas y alimentos.
Los kilómetros de ferrocarril fueron cruciales para transportar las materias primas y los productos a otras ciudades.
El monocultivo, un producto de exportación que superaba el 50% de las exportaciones, hizo que varios países se especializaran en su comercialización.
La balanza comercial no siempre fue favorable, ya que América Latina importaba muchos productos manufacturados.
La Crisis Económica-Social
La crisis política tuvo consecuencias económicas y sociales. Varios sucesos políticos tuvieron explicaciones económicas y viceversa.
Hubo estabilidad monetaria, pero el Estado enfrentó dificultades financieras. Los bancos aparentemente fuertes quebraron.
Desde 1866, los saldos anuales en el Banco Central fueron cada vez más desfavorables, con un saldo negativo de 17 millones. Se compraba mucho, se vendía menos y a precios más bajos.
Causas del Aumento de las Importaciones
- El aumento de la población incrementó el consumo.
- Las clases altas adquirieron hábitos que el Estado no podía pagar.
Causas de la Disminución de las Exportaciones
- Descenso de los precios internacionales: la economía mundial fue desfavorable para los productores latinoamericanos. El sur de Estados Unidos comenzó a producir algodón rápidamente después de la Guerra de Secesión, creando competencia.
- Descenso de los volúmenes exportados: el país no pudo compensar la caída de los precios con un aumento de los volúmenes exportables, sino que hubo una disminución en la producción.
La crisis fue motivada por la caída de los precios, que a su vez fue causada por la disminución de las exportaciones, reflejo de la caída del ganado lanar.
El ganado lanar, que había alcanzado los 16 o 17 millones de cabezas en 1888, cayó a 10 u 11 millones, aumentó y luego volvió a bajar a 8 o 9 millones. Una de las principales razones de esta disminución fue la catastrófica situación política en el país durante 1868-1869.
El consumo de los ejércitos durante la Revolución de las Lanzas fue inmenso. Los ejércitos confiscaban caballos, lo que dificultaba el cuidado y la vigilancia de los rebaños. El gobierno central no pudo mantener el orden.
Gran Bretaña y Uruguay rompieron relaciones en 1871, lo que perjudicó a Uruguay, ya que Gran Bretaña era la primera potencia mundial.
Revolución del Lanar
Para desarrollar el ganado lanar, era necesario mestizarlo para mejorar su calidad. Antes de la Guerra Grande, la calidad de los lanares era deficiente, pero entre 1860 y 1868 se produjo una revolución económica que mejoró la calidad mediante la importación de «Cameros» de Francia y Alemania, mestizándolos con la oveja criolla.
La principal causa fue la demanda europea, especialmente de lana, que aumentó su precio considerablemente. El ganado lanar se impuso en el país durante ocho años, explotándose junto con el ganado vacuno.
La explotación lanar diversificó las clases sociales en el campo. Uruguay pasó de la edad del cuero al desarrollo del ganado lanar, lo que lo hizo independiente del cuero y su precio. Comenzó a comerciar y exportar tres productos fundamentales: lana, cuero y tasajo.
Con el ganado lanar, Uruguay salió de la edad del cuero, y la lana se convirtió en el producto más exportado. Romper con la dependencia del cuero significó avanzar en la independencia económica.
Con la introducción de la lana, Uruguay comenzó a vivir de: 1) Lana (Francia, Bélgica). 2) Cuero (Gran Bretaña, Estados Unidos). 3) Tasajo (Brasil y Cuba): países caracterizados por la explotación de esclavos, para quienes el tasajo era un producto ideal por su bajo costo y alto valor nutritivo.
Uruguay no dependía de un único producto ni comprador, lo que era un lujo para un país latinoamericano.
Alambramiento
El alambrado en las estancias fue esencial para el ganado ovino, ya que permitía la cruza controlada. Fue el segundo elemento transformador de la economía rural, permitiendo dividir las estancias.
El alambre redujo la necesidad de mano de obra, expulsando a los peones y formando «pueblos de ratas». También determinó claramente la propiedad de la tierra.
Favoreció la cría de ganado ovino, ya que el mestizaje controlado y seguro requería potreros, que solo podían hacerse con alambre. También permitió una mejor alimentación del ganado y la creación de la invernada, que consistía en engordar animales para vender y costear el alambramiento de las estancias.
Medidas para Reducir el Costo del Alambramiento
Inicialmente caro, el Estado eliminó los impuestos para reducir su precio. El costo también disminuyó con la medianería forzosa, que obligaba a los vecinos a compartir los costos.
Era más fácil y barato cercar a los hacendados más cercanos a Montevideo, ya que estaban más cerca del puerto y de los mercados de materias primas. Los materiales eran caros, no la mano de obra.
En conclusión, el alambramiento perjudicó a los pequeños estancieros, obligándolos a vender sus tierras a los latifundistas. Solo los grandes propietarios podían hacer inversiones importantes.