El Modernismo
Es un movimiento cultural y literario que nació en Hispanoamérica en torno a 1880, impulsado por José Martí, que alcanza su plenitud con la obra poética de Rubén Darío. Este periodo estará condicionado por la pérdida de las últimas colonias españolas (Cuba, Filipinas y Puerto Rico) en 1898; y estará influido por tres movimientos:
Simbolismo
Se centra en la búsqueda de la musicalidad mediante nuevas combinaciones métricas y el empleo del verso libre, utiliza símbolos que nacen de la intuición del poeta y destaca la importancia del ritmo. Sus autores más destacados son Charles Baudelaine, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud.
Parnasianismo
Busca la belleza formal, utiliza la adjetivación exuberante (complejidad retórica) y está ambientado en entornos exóticos y suntuosos.
Decadentismo
Utiliza una expresión sofisticada y esteticista, a menudo usa temas sórdidos y su visión de la realidad es sensual y nihilista.
Esta corriente se caracteriza por su sincretismo, es decir, por la fusión de diferentes lenguajes o influencias y cuyos rasgos principales son:
- La evasión en el espacio y en el tiempo, apoyándose en el exotismo y en lugares lejanos.
- La sensorialidad, la sensualidad, para combinar el amor y el erotismo utilizando tópicos como ‘femme fatale’.
- La búsqueda de una expresión rica y compleja con el uso de arcaísmos, extranjerismos y neologismos.
- La sinestesia, que combina determinadas sensaciones con sentidos con los que no guardan relación lógica.
- El interés por las raíces culturales hispanoamericanas.
La Obra Poética de Rubén Darío
La obra poética de Rubén Darío incluye tres grandes títulos:
Azul… (1888)
En este libro predominó la sensorialidad, prevalecen los poemas esteticistas de influencia parnasiana en los que abundan recursos como las aliteraciones, sinestesias, epítetos, exclamaciones e interrogaciones retóricas. Emplea símbolos recurrentes como el azul del título o el cisne, que representan la pureza, la elegancia y la soledad del poeta y cuyos temas son propios del «torremarfilismo» y la necesidad de evasión modernistas.
Prosas Profanas (1896)
Impera la libertad creadora y el esteticismo. Darío reivindica su voz creadora, la importancia del ritmo y la necesidad de buscar mundos y voces propias; el lenguaje se vuelve más complejo y recargado, se aprecia el exotismo y los entornos refinados; el verso se despega de la tradición y se busca la novedad; también se combinan los temas superficiales con temas más profundos, e incluso existenciales, y por último el amor y el erotismo son el gran eje temático del poemario.
Cantos de Vida y Esperanza (1905)
Aparecen los temas históricos, motivados por el desastre del 98, también se aprecia un tono mucho más angustiado y humanizado, el yo poético intenta ofrecer consuelo y esperanza a través de sus versos, por lo tanto, la expresión más sobria y sencilla, alejada del recargamiento parnasiano y, por consiguiente, reflexiona sobre cuestiones como el paso del tiempo o el cansancio vital.
El Modernismo en España
Su llegada a España como escritor cosmopolita y de una esmerada educación, en 1899, le permitió conocer a escritores como Juan Ramón Jiménez y Valle-Inclán. Su estancia en Madrid sería, además, fundamental para el desarrollo de la poesía modernista en la península. Junto con Antonio Machado y Manuel Machado, fueron en sus primeras obras, los principales representantes del modernismo en España.
Antonio Machado
Fue estudiante de la Institución Libre de Enseñanza, Machado realizó diversos viajes a París, dónde conoció a Rubén Darío que influiría notablemente en él. Además de la poesía también cultivó el teatro junto a su hermano Manuel. La obra de Machado es un claro ejemplo de las íntimas conexiones existentes entre el modernismo y la generación del 98.
Manuel Machado
Entre las obras modernistas de Manuel Machado destacan dos: Alma y El mal poema, en las que combina la herencia de la lírica popular andaluza con las imágenes y los motivos característicos del «Modernismo».
Juan Ramón Jiménez
La poesía de Juan Ramón Jiménez, en su etapa sensitiva, está íntimamente vinculada con el modernismo y se caracteriza por el empleo de símbolos típicamente modernistas, la expresión de sentimientos de melancolía y angustia, la búsqueda de una expresión musical y evocadora, el predominio de los temas sentimentales expresados con cierta vaguedad, la presencia de imágenes y temas de gusto decadentista y el tema descriptivo de muchos poemas que dibujan escenas simbólicas.
El Posmodernismo Hispanoamericano
Es un movimiento que nace en las postrimerías del «Modernismo», del que se diferencia estéticamente por una visión más sencilla y subjetiva de la realidad cotidiana, sus autoras más destacadas son: Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral.