El movimiento obrero y el nacionalismo en el pais vasco xuleta


Tema 3.Los nacionalismos periféricos y el mov. obrero

El sistema político liberal en España estaba controlado por grupos militares y políticos que representaban a los sectores más conservadores del liberalismo, estas élites crearon en provecho propio, un modelo de estado uniforme que daba por supuesta la unidad nacional. La organización centralista del Estado pretendió desconocer las realidades comunitarias existentes y disolverlas en un proceso de integración común. España era en el siglo XIX un país de “centralismo legal”, pero de “localismo y conmarcalismo real”. Los regionalismos periféricos fueron manifestaciones de las medianas y pequeñas burguesías que intentaban recuperar su identidad nacional a través de la defensa de sus fueros frente al estado unificador a medida de que el fenómeno fue ampliando sus bases, se unieron los grandes burgueses que lo supieron utilizar como un arma política frente a Madrid para obtener sobre todo ventajas económicas. Por otro lado la oposición al sistema estuvo representada a nivel político por los republicanos y a nivel social, por el mov. Obrero, que fue cobrando importancia, organización y madurez destacando los anarquistas y socialistas.

 

A lo largo del siglo XIX el nacionalismo español enmarcado en sus primeras etapas fue incapaz de elaborar un proyecto nacional sólido y unitario, lo que explica la pervivencia de los localismos y regionalismos destacando el catalán y el vasco. Después de 1898, el nuevo nacionalismo español empieza a recobrar importancia sin reconocimiento en la nación española.

El nacionalismo catalán se sitúan sobre los años 30 del siglo XIX (1830), con la convivencia de un doble sentimiento colectivo: español y catalán. El carácter centralizador de la política liberal chocó con la cultura y la lengua tradicionales de Cataluña, que dio lugar al movimiento de la Renaixenca (Renaixença), que empezó a mediados del siglo teniendo un carácter literario y cultural. Fue con la Restauración cuando éste adquirió nuevos rasgos, como reacción a la concepción de nación española de Cánovas de base uniforme y esencialista, se desarrolló dos modelos de nacionalismos:

  • Procedencia del republicanismo federal catalán que reclamaba la soberanía para Cataluña, su principal defensor fue Valentí Almirall.
  • Procedencia conservadora y corporativa, que defendía desde posiciones regionalistas hasta un catalanismo católico de base rural, pasando por los defensores de una Cataluña singular dentro de una España plural (Unión Catalanista, 1891)

El nacionalismo catalán se impuso en los años noventa del siglo XIX con las bases de Manresa, el catalanismo adquirió un carácter cultural y político con clara tendencia tradicionalista, con intelectuales como Prat de la Riba en su presidencia y la creación de la Lliga Nacionalista 1901, primer gran partido del nacionalismo catalán que supuso la consolidación de la Mancomunidad de Cataluña (Asociación de las 4 provincias catalanes que podían gestionar aspectos como las obras públicas, estuvo vigente hasta 1925).

 

El nacionalismo vasco, tuvo sus orígenes en 1850 y surge a través de una corriente de la literatura fuerista que pretendía recuperar la cultura vasca. Se basó en tres elementos:

  • El fuerismo, que fueron abolidos tras la derrota del Carlismo.
  • El proceso industrializador, que provocó la llegada de inmigrantes de otras provincias españolas.
  • La rápida transformación de la sociedad vasca tradicional.

El nacionalismo vasco era apoyado por sectores conservadores (carlistas, campesinos, clero, etc.) y era rechazado por la burguesía industrial-comercial y la clase obrera. Los principales líderes del nacionalismo vasco procedieron del carlismo; Sabino Arana, representaba el máximo líder e ideólogo del nacionalismo vasco. En 1895 fundó el Partido Nacional Vasco (PNV) como el primer partido nacionalista donde apoya una ideología tradicionalista, reivindicación  de la raza, lengua, y costumbres tradicionales con un carácter xenófobo y racista. Fue moderando sus ideas al ser elegido en 1898 diputado provincial por Bilbao y pasó del independentismo radical a postulados moderados y de carácter autonomista.

Los otros nacionalismos tuvieron menos peso, como el gallego, el valenciano y el andaluz. El nacionalismo gallego se mantuvo en un tono literario y cultural. En el caso valenciano, se dedicó a la recuperación de la lengua propia de los valencianos. Y por último, el primer signo de un regionalismo andaluz llegó a redactar un proyecto de constitución federal para Andalucía sin mayores efectos.



Tras el fracaso de la 1º República (1873-1874), el republicanismo español dejó de ser un proyecto único, se abrió a otras influencias europeas y tras la crisis de 1898 surgieron nuevos partidos republicanos. La base social en la que se encuentra integrada son los grupos urbanos y algunos grupos de zonas rurales. Su representación de el Parlamento fue escasa pero fue la seña de identidad de amplias capas populares. Tuvo que enfrentar a una fuerte represión por parte de las autoridades políticas de la restauración y por último, el medio en el que propagaba sus mensajes son en casinos, escuelas y prensa. La oposición republicana contó con 3 opciones que intentaron fusionarse sin éxitos durante 1893-1903:

  • Partido posibilista o republicado histórico, fue el más moderado. Dirigido por Emilio Castelar, su base social estaba formada por las clases medias y la burguesía que apoyaron la revolución. Se integró en el sistema de la Restauración cuando se aprobó el sufragio universal, pero su papel fue meramente testimonial.
  • El partido institucionista, tenía una tendencia radical. A los mandos estaba Ruiz Zorrilla y Salmerón. Se opuso al sistema de Restauración y apoyaron el triunfo de la república mediante el motín popular o levantamiento militar. A aparte, tenían una inspiración en el Institución de Libre Enseñanza y el krausismo como filosofía. Posteriormente se divide el partido por disparidad de criterios, pero a principios del siglo XX se unieron en la Unión Republicana.
  • El Partido Federal, liderado por Pi i Margall, era el mejor definido de los partidos republicanos. De base urbana que defendían el federalismo y además eran partidarios de la descentralización, lo que los alejó del sistema de la Restauración y los acercó a algunos movimientos nacionalistas.

*El papel social del republicanismo fue mayor que su representación parlamentaria. Estaba presente en pueblos y ciudades lo que hizo ser la seña de identidad de amplias casas populares junto con la continua competencia frente al ascenso del socialismo y el anarquismo.

El movimiento obrero fue otra de las corrientes sociales más destacadas que empieza a recobrar importancia a finales del siglo XIX y principios del XX. Con la llegada de la Restauración, las organizaciones obreras conocieron una dura represión y se vieron situadas en la clandestinidad (oculto). A partir de 1881 el gobierno fue más permisivo y las asociaciones obreras pudieron legalizarse y expandirse. En el movimiento obrero podemos distinguir:

  • Partido socialista obrero español (PSOE), fue creado en 1879 pero legalizado en 1881. Su líder fue Pablo Iglesias y formaba un partido que defendía los derechos del proletariado. Combinó el ideario revolucionario marxista que constituía su base con medidas más realistas, como la participación en la vida política o la creación de las sociedades de producción y consumo, aunque no tuvo representación en el congreso hasta 1910. El periódico El Socialista daba a conocer sus ideas y propuestas.
  • Unión General de trabajadores (UGT), se estableció en 1888 en Barcelona, estaba formado por sindicato de orientación socialista. A pesar de que era independiente al parido Socialista, compartía mucha vinculación entre sus dirigentes. Entre sus hechos destacó por la elaboración de un programa reivindicativo de mejoras laborales para los obreros y la defensa de la negociación entre obreros y patrones.
  • El anarquismo, fue la ideología más influyente en la Restauración. Su fundador fue Bakunin, sin embargo fue introducido por el italiano Giuseppe Fanelli. Se caracterizó por sus actividades terroristas con lo cual los anarquistas fueron clandestinos y perseguidos. Las zonas con mayores influencias fueron Andalucía y Cataluña. Destacaba por la oposición de toda forma de poder establecido y tuvieron una organización conocida como la Mano Negra caracterizada por sus atentados y asesinatos. A finales del siglo XIX se dividieron en dos tendencias:
          • Anarquismo violento, cuyo medio de acción era el atentado terrorista contra el clero, burguesía, ejército o asesinatos (Cánovas del Castillo fue asesinado por un anarquista).
          • Acción de masas, que propugnaba la creación de organizaciones de carácter sindical como la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), así como la educación racional y la prensa.

El nacionalismo fue uno de los fenómenos más relevantes de la Restauración, estos nacionalismos fueron una respuesta a las pretensiones uniformadoras del sistema político y administrativo adoptado por el liberalismo y a su pretensión de imponer una cultura oficial castellanizada que ignoraba la existencia de otras lenguas y culturas, tanto el nacionalismo catalán como el vasco y gallego lo que pretendían con más o menos intensidad era el reconocimiento de su lengua, costumbres, historia y cultura, es decir su particularismo entre otras nacionalidades del Estado. Por otro lado, los republicanos junto con anarquistas y socialistas representaban la oposición total al sistema y encausaron a través de sus partidos o de sus sindicatos las reivindicaciones de los menos favorecidos de la sociedad y con dificultades consiguieron poco a poco hacerse oír.

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