El Nacimiento de la Europa Comunitaria: Desde la Posguerra hasta la CECA (1945-1954)


Europa Tras la Segunda Guerra Mundial

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, más del 80% del tejido industrial europeo estaba destruido y se contabilizaban más de 40 millones de personas muertas. Polonia había perdido el 17% de su población, mientras que Alemania, Yugoslavia y la URSS perdieron el 11%. El antiguo imperio alemán fue ocupado por las potencias vencedoras, que procedieron a su reparto en Viena y Berlín.

Según los pactos de Yalta y Potsdam, Alemania fue dividida y ocupada hasta que las potencias decidieran su destino. Austria se separó de Alemania para crear un estado neutral. A cambio, Polonia, Rumania y Bulgaria entraron en la órbita soviética, mientras que Checoslovaquia y Hungría obtuvieron su independencia con regímenes políticos propios bajo tutela de los aliados. En 1945, se celebraron procesos electorales en Europa occidental que llevaron al gobierno a los laboristas en el Reino Unido, a los democristianos en los estados del Benelux e Italia, y a una coalición de democristianos, socialistas y radicales en Francia. En Hungría, el partido de los pequeños propietarios ganó las elecciones, mientras que en Checoslovaquia lo hizo el partido comunista. Sin embargo, en 1947, un golpe estalinista en Hungría y Checoslovaquia vulneró los acuerdos entre las potencias. Las fuerzas soviéticas bloquearon Berlín occidental, que tuvo que ser abastecido por vía aérea. Tres meses antes, el presidente del consejo de ministros francés, Schuman, había comunicado al secretario de Estado estadounidense que Francia tenía reservas de carbón para solo cuatro semanas. Como respuesta, Estados Unidos puso en marcha el Programa de Recuperación Europea, cuya gestión se encargó al general Marshall. Entre 1948 y 1952, este programa proporcionó ayudas a los estados de Europa occidental, Grecia y Turquía por un valor superior a 13 mil millones de dólares.

En 1948 se creó la OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) y, un año después, en 1949, la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). La URSS respondió con la creación del Tratado de Varsovia.

El Auge del Europeísmo y la Cuestión Alemana

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el europeísmo estaba dividido entre funcionalistas y federalistas. Estos últimos eran mayoritarios entre las resistencias europeas y, al finalizar la guerra, se incorporaron a la vida pública, siendo especialmente fuertes en el Benelux, Francia e Italia. Figuras representativas del funcionalismo, como Churchill, quedaron fuera del gobierno británico tras las elecciones de julio de 1945. Durante 1946, Churchill recorrió el mundo dictando conferencias, en las que afirmaba que «un telón de hierro ha caído sobre Europa» y que los países democráticos de Europa debían caminar hacia la creación de unos «Estados Unidos de Europa».

En 1947, el Benelux, Francia e Italia iniciaron conversaciones para la creación de una unión aduanera. La cuestión alemana era crucial: Alemania había perdido mucho territorio oriental y estaba fraccionada en cuatro zonas, una por cada potencia vencedora. Las zonas británica y estadounidense crearon una administración conjunta, la «Bizona». En 1949, se celebraron elecciones en el territorio ocupado por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, y se redactó un texto con validez constitucional que regulaba la República Federal de Alemania, creada el 3 de octubre de 1949. La URSS, por su parte, creó la República Democrática Alemana.

El Congreso de La Haya y el Consejo de Europa

Entre el 7 y el 10 de mayo de 1948, se celebró en el Palacio Real de La Haya el congreso del movimiento europeo. Tras tres días de debates, federalistas y funcionalistas no alcanzaron un acuerdo. Al año siguiente, se creó el Consejo de Europa, donde estaban representados los estados y cuya misión era velar por el respeto a los derechos de las personas y de las minorías.

Los Padres Fundadores de la Europa Comunitaria

El 26 de julio de 1948, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, y el 10 de diciembre de 1945, el primer ministro del gobierno provisional italiano, Alcide De Gasperi, emergieron como figuras clave. Junto con Konrad Adenauer, estos tres juristas compartían una historia de resistencia al nazismo y/o de persecución por el nazifascismo. Los tres eran cristianos y provenían de la periferia territorial de los grandes centros de poder europeos, ubicándose en espacios de conexión entre las grandes culturas y espacios de civilización de Europa. De Gasperi era un italiano del Trentino que nació como ciudadano del imperio de Austria-Hungría y debutó en política en 1913 como diputado representante de la minoría italiana en el parlamento de Viena. Schuman era un luxemburgués de nacimiento que estudió en la universidad de Estrasburgo mientras Alsacia pertenecía al imperio alemán, pero cuya carrera política se desarrolló en Francia, comenzando como diputado de la minoría alsaciana en la asamblea francesa a partir de 1919. Adenauer era de Colonia, de una Alemania cuya dominante histórica había sido prusiana, y defendió durante toda su vida política que el único horizonte para Alemania era la amistad con Francia. Curiosamente, los tres se comunicaban entre sí en alemán, el idioma del nazismo y de la ocupación de Europa en los años inmediatamente anteriores.

Tras la aprobación de la Cuarta República Francesa en 1946, Charles De Gaulle abandonó la vida política. En Bélgica, surgió la figura de Paul-Henri Spaak, quien representaba la unión de la socialdemocracia con la cristianodemocracia en el impulso político a un proyecto que, de ser meramente partidario, fracasaría. La gran figura que representaba el liberalismo dentro de los fundadores de Europa era Jean Monnet.

Tras la inesperada reelección de Truman en 1948, el apoyo de los demócratas al proyecto europeo se consolidó. El problema entonces residía en cómo dar forma jurídica a la nueva Europa. Ernst Reuter elaboró una solución.

El Nacimiento de la CECA

Schuman convocó una rueda de prensa en el Ministerio de Asuntos Exteriores y leyó una declaración que contaba con el respaldo de la República Federal Alemana. Alemania y Francia anunciaron su decisión de crear una alta autoridad encargada de la gestión de la producción de acero y carbón, contando con sus propias instituciones de gobierno. Comenzó entonces la redacción formal del proyecto, que adoptó la forma de tratado internacional, contando con la gran identidad política entre los primeros ministros de los seis países involucrados: Adenauer, De Gasperi, Joseph Bech (Luxemburgo), Paul Van Zeeland (Bélgica), Joseph Luns (Países Bajos) y Georges Bidault (Francia).

El 18 de abril de 1951, se firmó el Tratado de París, que instituyó la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero). La CECA estaba integrada por:

  • Alta Autoridad: a modo de órgano ejecutivo.
  • Consejo de Ministros: integrado por los seis responsables.
  • Asamblea Parlamentaria: integrada por 18 representantes de cada uno de los tres grandes estados.
  • Tribunal de Justicia: integrado por siete jueces, para un mandato de seis años.

Se designó como primer presidente a Jean Monnet, con sede en Luxemburgo.

La Comunidad Europea de Defensa y la Primera Crisis

En 1952, los seis estados integrantes de la CECA firmaron el Tratado de París con el objeto de crear la Comunidad Europea de Defensa (CED). El proyecto fue ratificado por todos los parlamentos excepto el francés. La CED contaba con el respaldo del nuevo presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower. Para Eisenhower, una CED integrada dentro de la OTAN representaba un logro político y estratégico extraordinario.

La estructura institucional de la CED seguía el modelo de la CECA. Al igual que la CECA, la CED dispondría de un consejo de ministros, y ambas instituciones compartirían el tribunal de justicia y la asamblea parlamentaria, si bien cada uno de los tres estados sumaría tres diputados más.

El primer ministro italiano, De Gasperi, sostuvo que las comunidades no tenían futuro si, al ámbito económico y defensivo, no se sumaba el ámbito político, y propuso la creación de la llamada Cooperación Política Europea. La intensidad que cobró el proyecto comunitario se cobró también sus primeras víctimas: en enero de 1953, Robert Schuman dimitió como ministro de Asuntos Exteriores de Francia; unos meses después, también dimitió De Gasperi como primer ministro italiano. Tan solo Adenauer, Spaak y Monnet subsistieron de entre los fundadores de las Comunidades.

Cuando, al año siguiente, la asamblea francesa decidió finalmente que se debatiera el tratado CED en el pleno, la oposición propuso que se suspendiera el debate sine die. La propuesta se sometió a votación. Al conocer el resultado de la votación, Monnet dimitió como presidente de la Alta Autoridad, mientras la integración europea se enfrentaba a la primera gran crisis de su historia.

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