El Naturalismo de Zola: Un Enfoque Científico en la Literatura
Este fragmento nos transmite las principales ideas básicas del Naturalismo. El movimiento en cuestión se formó durante la segunda mitad del siglo XIX, se fundamenta en la intención de trasladar a la literatura y a las artes la metodología científica que triunfó en la época. De esta forma, vemos una continua referencia en el texto al método experimental propuesto por Bernard. También vemos otras alusiones al determinismo para, finalmente, mencionar las ideas de Mendel y la adaptación del individuo de Darwin.
Influencias del Naturalismo
El principal influjo que esta corriente sufrió fue el positivismo, centrado en el estudio científico del ser humano y de la naturaleza que lo rodea. Para Zola, el novelista tiene que basarse en el método experimental de Claude Bernard; intentar ser una especie de médico literario e intentar tratar a los personajes como pacientes. La novela tiene que ser fruto de la observación del entorno y de la observación de sus personajes en diferentes situaciones. Otro punto de gran importancia es el influjo de la teoría determinista que nos plantea la idea de que el hombre no puede actuar en total libertad; siempre hay algún condicionante que determina o marca su comportamiento. El novelista podrá dejar constancia de sus comportamientos y situaciones según esos influjos que los condicionan y son motivo de observación.
Objetivo Literario de Zola
El principal motivo literario que persigue Zola es la observación de la realidad y, a través de ella, la búsqueda del conocimiento. Este camino llegará a su final cuando el autor considere que ha llegado a la realidad pura, aquella regida únicamente por las leyes naturales. Este mismo regir le permitirá lograr la auténtica experiencia de la realidad.
La Novela Naturalista
Para la definición de la “novela naturalista”, Zola opta por establecer un cierto paralelismo con las bases de la teoría de Bernard, que se estableció unos años antes en el campo de la medicina. Para Zola es muy importante trazar una diferencia clara entre la observación y la experimentación y, posteriormente, trasladarla al campo de la literatura, que conducirá a la diferenciación entre “novela realista” y “novela naturalista”. La principal diferencia radicará en el campo de la herencia transmitida y la relación de los personajes con su medio social. Por esta razón, la novela naturalista puede alcanzar un fin ciertamente moral.
El Naturalismo como Método
Para finalizar con el análisis de este gran fragmento, Zola nos traslada la idea de que el Naturalismo no es una escuela teórica, sino más bien un método experimental que producirá un cultivo idóneo y óptimo de la novela bajo la aplicación estricta de estos principios científicos.
Thérèse Raquin: Un Ejemplo de Naturalismo
Para poder observar los rasgos definitorios del Naturalismo, a continuación, vamos a centrarnos en la cuarta novela de Zola, Thérèse Raquin. En ella se plasman por primera vez estos rasgos tan prototípicos del naturalismo. En su argumentación, a partir de un trágico suceso ampliamente comentado en la prensa de la época, esta historia de pasión, adulterio, asesinato y remordimiento cambiará la visión del mundo que rodea a sus personajes. Cambia por completo en el momento en que empieza la apasionada relación entre la protagonista y Laurent, el mejor amigo de su marido, Camille. Thérèse y Laurent deciden asesinarle para amarse con libertad. Pero, a partir de ese momento, ambos viven atormentados, creen ver a Camille por todas partes, recordándoles el crimen que cometieron. La culpa, disfrazada de espectro, los perseguirá para siempre.
El Autor como Observador
Zola, basándose en el método de la observación y la experimentación, hace que sus personajes tengan un cierto libre albedrío con el que van a tomar decisiones propias con sus consecuentes errores. En este momento, el autor queda libre de la obra, desaparece totalmente, es un simple narrador que no toma decisiones ni influencia en la historia, dejando que los dos protagonistas actúen por voluntad propia y después sufran un continuo tormento por los actos que han cometido. Zola se limita a observar lo que les acontece, esto es un hecho paradigmático, ya que el autor es consciente de todo lo que va a suceder, puesto que es el creador de la obra, pero realmente desaparece y se queda en un segundo plano, dotando a la obra de cierto impersonalismo en el que las verdaderas voces son la de los personajes.
Obras de Zola
- 1864 Contes à Ninon (Cuento)
- 1865 La Confession de Claude (Cuento)
- 1867 Les Mystères de Marseille (Novela)
- 1868 Thérèse Raquin (Novela)
- 1871 La Fortune des Rougon (La fortuna de los Rougon) (Novela)
- 1871 La Curée (Novela)