Pensamiento de Kant sobre la Ilustración
1. Según Kant, el uso público de la razón tiene que ser siempre libre; en cambio muy a menudo cabe restringir el uso privado de la razón, sin que por ello quede particularmente obstaculizado el progreso de la Ilustración, cuyo lema es atreverse a pensar.
2. Kant reconoce que resulta difícil para cualquier individuo zafarse de la minoría de edad que se ha convertido en algo natural. Sin embargo, hay más posibilidades de que un público alcance la Ilustración, con tal de que se le conceda libertad y solo se restrinja el uso privado de la razón.
3. Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Pereza y cobardía son las causas merced a las cuales tantos hombres continúan siendo con gusto menores de edad durante toda su vida, pese a que la Naturaleza los haya liberado hace ya tiempo de una conducción ajena.
4. Para Kant, un príncipe que considera indigno de sí reconocer como un deber suyo el no prescribir a los hombres nada en cuestiones de religión, sino que les deja plena libertad para ello e incluso rehúsa el altivo nombre de tolerancia, es un príncipe ilustrado.
5. Según Kant, un príncipe que considera adecuado no prescribir a los hombres nada en materia de religión, sino que les deja plena libertad es un príncipe ilustrado, ya que deja a cada cual servirse de su propia razón.
6. Según Kant, el uso público de la razón tiene que ser siempre libre; en cambio muy a menudo cabe restringir el uso privado de la razón, sin que por ello quede particularmente obstaculizado el progreso de la Ilustración, cuyo lema es atreverse a pensar.
7. Según Kant, el lema de la Ilustración es Sapere aude. El hombre debe ser capaz de abandonar su minoría de edad para pensar por sí mismo. El oficio del libre pensar repercute poco a poco en el sentir del pueblo con lo cual éste se va haciendo cada vez más capaz de la libertad de obrar.
8. Según Kant, la ilustración significa el abandono por parte del hombre de la minoría de edad. Para ejercerla solo se requiere libertad. Por lo cual no se puede restringir el uso público de la razón, pero sí el uso privado.
9. El lema de la Ilustración según Kant es “ten valor para servirte de tu propio entendimiento”. Pero la pereza y la cobardía son las causas merced a las cuales tantos hombres continúan siendo con gusto menores de edad durante toda su vida; por eso les ha resultado tan fácil a otros erigirse en tutores suyos.
10. Para Kant, la minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento (o razón) sin verse guiado por algún otro. La pereza y la cobardía son las causas por las que tantos hombres continúan siendo menores de edad toda su vida. Pero hay más posibilidades de que el público se ilustre a sí mismo si se le concede libertad.
11. Según Kant, el lema de la Ilustración es Sapere aude (atrévete a pensar). El hombre debe ser capaz de abandonar su minoría de edad para pensar por sí mismo. Además, este autor distingue entre un uso público de la razón y un uso privado.
12. Según Kant, un príncipe que considera adecuado no prescribir a los hombres nada en materia de religión, sino que les deja plena libertad es un príncipe ilustrado, ya que deja a cada cual servirse de su propia razón.
13. Para Kant, pereza y cobardía son las causas merced a las cuales tantos hombres continúan siendo con gusto menores de edad durante toda su vida. Y por eso, les ha resultado tan fácil a otros erigirse en tutores suyos. El uso público de su razón tiene que ser siempre libre y es el único que puede procurar ilustración entre los hombres.
14. Para Kant, la Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. Uno mismo es el culpable de dicha minoría de edad cuando su causa no reside en la falta de entendimiento sino en la falta de resolución y valor.
15. Según Kant, la Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad que consiste en la incapacidad, de la que uno mismo es culpable, por falta de resolución y de valor, para servirse del propio entendimiento sin la guía de algún otro. Sapere aude (Atrévete a saber) es, por tanto, el lema de la Ilustración.