Nietzsche ha desmantelado profundamente las certezas del mundo del siglo XIX. La diana de sus ataques, son:la idea de que la realidad es enteramente racional, el materialismo marxista, el cientismo positivista, filosofías que tienen en común una confianza exasperada en el progreso y a partir de esas críticas pone en discusión los puntosaparentemente más estables de la civilización occidental.Nietzsche empieza como profesor de filología clásicay lo utiliza como una manera de excavar en el significado más intimo de la civilización occidental, para meter en evidencia sus aspectos más obscuros y estridentes.No quiere estudiar la antigüedad exclusivamente para conocerla sino para adueñarse de los conocimientos que le permitan hacerse profeta de una trasformación de la civildad occidental. Trasformación:consiste en encontrarse fuera de su tiempo, o demasiado atrás o demasiado adelante, entre los fundamentos del pensamiento occidental y lo que llegará y para lo cual él indica el camino.Nietzsche es un vitalista, dedito a la exaltación de la vida y del irracionalismo. Pero busca una forma de ampliar la razón. No se trata de negarla, sino de acrecer su vitalidad (la vitalidad de la razón).Toda la investigación antes de Nietzsche había concentrado su atención sobre la búsqueda de lo verdadero, sin nunca poner en duda el concepto de verdad.El concepto de verdad es el más importante de los conceptos que han constituido la civilización occidental.Nietzsche se propone de sustituir el concepto de verdad con el de utilidad: la verdadera filosofía no se debe preguntar por lo que es verdadero, sino por lo que es más útil a la vida. De aquí, el criterio para juzgar un saber no consiste ya en preguntarse si es verdadero, sino si sirve o no a la vida, es decir, ¿puede estimular las fuerzas vitales del hombre?Su primera obra, El nacimiento de la tragedia,en esta obra Nietzsche no investiga el mundo griego en su tradicional optimismo sino que busca los aspectos más sombríos, el pesimismo de fondo que se esconde detrás del mundo griego. En particular, es el nacimiento de la tragedia ,lo que revela el pesimismo latente del mundo griego. Entonces, el estudio de la civilización griega arcaica le abre las puertas para encontrar otra Grecia hacia la cual siempre hubo desinterés.Toda civilización griega parece dominada por dos principios que el identifica con el dios Apolo y con el dios Dionisio.Dionisio representa el caos, el desorden, las fuerzas irracionales e instintivas del hombre y Apolo el equilibrio, de la armonía, de la racionalidad y del orden.Es como si, en el mundo griego se hubiera preferido Apolo a Dionisio pero abos se necesitan el uno al otro. Todo hombre tiene ambos aspectos: el caos y el orden, el abandono y el control,pero para Nietzsche el orden surge a partir del caos: se erige como una barrera para defendernos del excesivo desorden.La tragedia griega constituye un equilibrio entre el espíritu dionisiaco y el apolíneo. En las escenas,se representan hechos terribles que, sin embargo, resultan placenteros a los espectadores.Para Nietzsche, también en la vida humana, en la existencia ,hay un sentido dionisiaco y uno apolíneo, el intento de poner orden en una situación que de vez en cuando aparece demasiado caótica, pero también el placer de dejarse ir y perder el control, desinhibirse.Para Nietzsche la vida hay que vivirla hasta el fundo, aceptándola en todos sus matices, los buenos y los malos,es lo mas importante qe tenemos,es el valor supremo,lo que más vale.Para vivir realmente no podemos quedarnos anclados al pasado. El pasado es la historia, la memoria.La vida no es solamente pasado sino también el futuro, el proyecto. Para actuar, para vivir es necesario un margen de olvido, y de ignorancia. Saberlo todo no ayuda. Esta es una paradoja que claramente niega la primacía de la razón.Para vivir el hombre debe recurrir al arte.El arte impulsa creatividad y para Nietzsche, es fundamental. La vida misma debe ser interpretada como una obra de arte, es decir, hay que vivir artísticamente, llegando a ser creadores de valores.Crear valores es abrir el horizonte de la vida, encontrar nuevas formas vitales de existir.[La religión también para Nietzsche es importante. A pesar de sus constantes ataques contra la religión dogmática,a pesar de ser el autor de El Anticristo cree que con sus mitos, con sus imágenes fantásticas, con sus rituales puede empujar el hombre a la acción.] La genealogía de la moral critica la moral vigente a partir del estudio del origen de los principios morales que rigen Occidente desde Sócrates.Nietzsche es contrario a todo tipo de razón lógica y científica, y por ello lleva a cabo una crítica feroz a la razón especulativa y a toda la cultura occidental en todas sus manifestaciones: religión, moral, filosofía… La genealogía de la moral pretende responder a las preguntas que él mismo se plantea.En ella distingue dos clases: la de los señores y la de los esclavos. La clase de los señores a su vez está compuesta de dos castas: la guerrera y la sacerdotal, las cuales valoran aristocrática o sacerdotalmente y ambas parten de presupuestos distintos.Ambas castas son rivales. De esa rivalidad se da el salto de una moral de señores a una moral de esclavos, ya que los sacerdotes movilizan a los esclavos contra los guerreros. Esa movilización es posible invirtiendo los valores aristocráticos, creando una moral de esclavos heredada y asumida por el cristianismo. Solo así el sacerdote triunfa sobre el guerrero.Como Nietzsche es un negador de la moral tradicional, parece que va a negar el valor de cualquier valor. Entonces parece que es nihilista, es decir, que quita valor a todo, no cree en nada.Nietzsche es consciente de que antes de crear nuevos valores habrá que dejar pasar un tiempo, una fase en la que existieran unos pocos superhombres que sepan lanzarse hacia el futuro, siendo llamados por los demás como enfermos, locos, inactuales. A estos hombres, pertenece la tarea de inventar, crear los nuevos valores. El hombre-del-más-allá no tiene vergüenza de vivir sus impulsos, sus sentidos, y quiere la alegría y la felicidad. Tiene “fidelidad a la tierra”, exalta la salud, es una voluntad creadora. No vive según“tu debes”, sino según el YO QUIERO. Nietzsche definía a Kant como “espíritu de gravedad”.Antes que los ultra-hombres puedan dar luz a la fase nihilista, el hombre vivirá un periodo de angustia debido al tema nietzschano de la muerte de Dios. Este acontecimiento, obviamente metafórico, es sintomático del estado de la sociedad en el siglo XIX que, después de haber fundado todos sus valores en el mundo divino del más allá, se da cuenta de que este mundo divino es una mera proyección del ser humano, por lo que los valores ya carecen de sentido.A la fase del nihilismo pasivo seguirá una época en la que ya habrá otros valores y estos deberán tener las siguientes características: – no aceptarán la vergüenza de las pulsiones, de los sentidos, ni vergüenza del cuerpo ni humillación del mismo- todos estos valores serán fieles a la afirmación YO QUIERO y no fruto del YO DEBO, es decir, no serán valores frutos de la seriedad y del deber- no serán valores del resentimiento, de la venganza, de la re-acción. Sino valores de la afirmación de la vida, de la acción.El tiempo del ultra hombre, el tiempo del hombre que llegará, será el del eterno retorno, es decir, de una época en la que cada momento tiene un valor infinito y, por esto, el tiempo en el que alcanzar la inmortalidad