El Plan de Estabilización de 1959
Desde mediados de la década de 1950, se hizo evidente que el modelo autárquico de desarrollo económico español de posguerra no era viable. El crecimiento económico de España necesitaba del exterior.
- España necesitaba importar productos energéticos y bienes de equipo. La industrialización era imposible sin una creciente importación de estos productos.
- Como consecuencia de estas importaciones, la balanza comercial española tuvo un saldo cada vez más negativo, al tiempo que la inflación se situaba en niveles muy elevados y los recursos financieros eran cada vez más escasos.
Para resolver esta situación, se planificó terminar con la autarquía:
- Liberalizando la economía española, reduciendo o eliminando la intervención del Estado en la misma.
En 1957 se empezaron a tomar las primeras medidas con el objetivo de resolver los problemas económicos existentes.
En 1959 se formuló un Plan de Estabilización que, en síntesis, preveía:
- La fijación de un cambio estable de la peseta con las otras divisas (el cambio en relación con el dólar se fijó en 60 pesetas, lo que en la práctica significó una devaluación de la peseta).
- La reducción del gasto público y la congelación del sueldo de los funcionarios.
- La moderación salarial para luchar contra la inflación.
- La reducción del intervencionismo del Estado en la economía.
- La liberalización de las importaciones y el fomento de las exportaciones.
- La estimulación de las inversiones extranjeras en España, excepto en industrias de guerra, de servicios públicos y de actividades relacionadas con la información.
Estas medidas se complementaron en 1960 con la aprobación de un arancel muy proteccionista.
Consecuencias del Plan de Estabilización
El Plan de Estabilización permitió, tras una breve recesión de dos años, un crecimiento espectacular de la economía española. Entre 1960 y 1973, la economía española registró un nivel de crecimiento que sólo fue superado por Japón. Los efectos se dejaron notar a muy corto plazo:
- En 1959 se produjo un superávit de la balanza de pagos de 81 millones de dólares.
- Las reservas de divisas del Banco de España se incrementaron.
- La inflación se redujo desde el 12,6 por ciento en 1958 hasta el 2,4 por ciento en 1960.
- Incremento de la inversión exterior en España y del turismo.
- Mejora de las condiciones de competencia en el país y la incorporación de tecnologías.