El poema ‘Un día habrá una isla’ de Pedro García Cabrera


El poema ‘Un día habrá una isla’ de Pedro García Cabrera

El poema “Un día habrá una isla” (1964) de Pedro García Cabrera se incluyó en el libro ‘Las islas en que vivo’ (1971). Dicho autor, una de las voces fundamentales de la poesía canaria de todos los tiempos, nació en Valle Hermoso en 1905. Se trasladó a La Laguna para estudiar el bachillerato y cursar Magisterio y en Tenerife se sumó a las nuevas corrientes literarias y artísticas de las vanguardias en los años veinte, periodo al que pertenece su primer libro, ‘Líquenes’ (1928). Su compromiso político lo llevó a ingresar en el PSOE, siendo elegido concejal del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 1931. Tras el golpe militar de 1936, fue detenido, encarcelado y enviado a un campo de concentración en África del que se fugó, consiguiendo regresar a España y participar en la contienda, pero resultó gravemente herido y encarcelado de nuevo; finalmente, fue puesto en libertad vigilada en 1945. A partir de entonces, su producción poética continuó creciendo y volvió a publicar a partir de los años cincuenta. En sus últimos libros, ‘Entre cuatro paredes’ y ‘Vuelta a la Isla’ (1968), ‘Las islas en que vivo’ (1971), ‘Elegías muertas de hambre’ (1975) y ‘Hacia la Libertad’ (1978), su poesía opta decididamente por la denuncia social y la solidaridad, de ahí que se le incluya dentro de la poesía social de posguerra. El poeta falleció en 1981 en Santa Cruz de Tenerife, convertido en un clásico de la literatura canaria.



Tema del poema: Deseo y ansias de libertad junto con la necesidad de esperanza

El tema de este poema es el deseo y las ansias de libertad junto con la necesidad de esperanza. Este núcleo temático conforma el poema circular de Pedro García Cabrera.



Estructura del poema

La estructura del poema se caracteriza por su disposición circular, es decir, el poeta empieza el poema (verso 1 y 2) de modo similar a como acaba (verso 17 y 18), reconociendo, anhelando y necesitando la existencia de un futuro mejor más justo y solidario con el fin de poder disfrutarlo. En los versos centrales del poema (6-13), el autor habla sobre los grupos sociales desfavorecidos que luchan, sufren y son perseguidos, a todos estos el poeta considera que van de sus manos. Por lo tanto, en el poema relata el perfecto y equilibrado círculo con el que Pedro García Cabrera traza su isla, ya que comienza con el anhelo y constatación de la existencia de la isla (verso 1 y 2), continúa con el deseo de yacer en ella con todos (versos 3 y 5), en los versos intermedios (6-13) habla de las personas que conforman ese todo, para más adelante reiterar su deseo (versos 14-17) y finalizar con el anhelo y constatación de la existencia de esa isla como al principio (versos 17-18).



Modelo métrico y recursos literarios

El autor elige el modelo métrico de la Silva combinando a voluntad heptasílabos con endecasílabos. La rima es asonante en los versos impares, de esta manera focaliza así la atención sobre la isla.



Rasgos lingüísticos y recursos literarios

En cuanto a los rasgos lingüísticos, predomina la función expresiva, propia de los textos poéticos (‘me entierren’) aunque como incluye a los demás (‘a todos…’) también se aprecia la función apelativa y también la poética. Además, como texto literario que es, en él abundan los recursos literarios como: ‘donde mi libertad de sus rumores’ (metáfora, hace alusión a la libertad de expresión); ‘a todos los que pisan sus orillas’ (hipérbole, alude a todos los grupos sociales); encabalgamiento en los versos 8 y 9 (‘y cuando mis palabras se liberen’, personificación, ya que el que se libera es la persona); ‘Del combate en que vivo y muero’ (antítesis, refleja la lucha mental del poeta entre la situación que vive y el deseo de que acabe). Otros rasgos lingüísticos que conviene destacar son, en primer lugar, el campo semántico de la libertad (‘orilla, rumores, esperanza, alegría’) y, en segundo lugar, el de la ausencia de la libertad (‘herida, silencio, combate, rabia…’). En cuanto a los verbos, predomina el presente de subjuntivo para manifestar el deseo de un posible cambio en un futuro libre (‘entierren, pierden, liberen’), aunque llama la atención el futuro que se utiliza en el primer verso ‘habrá’, para reflejar la manifestación de que un espacio libre será una realidad y no solo una posibilidad. Por último, cabe destacar el uso de la modalidad oracional desinteresada acorde con la intención del poema, como se observa en ‘Que no sea silencio amordazado’, además del uso de varias anáforas que se reiteran en las partes del poema ‘y, que’.



Solidaridad colectiva

La solidaridad colectiva es una herramienta para poder seguir avanzando como sociedad. Vemos cómo para García Cabrera es esencial, hemos de vivir en constante solidaridad día a día y luchar para y por ello:

Hasta antes de la pandemia, la vida era vivida a toda prisa, parecía que nada ni nadie nos iba a detener, pero de repente, en cuestión de horas, todo se detuvo. Es ahí cuando, en mayor o menor medida, todos reflexionamos y la solidaridad despierta en la mayoría de los corazones confinados. Hemos ayudado a los demás en la manera de lo posible, nos hemos solidarizado.

Está claro que esta nueva situación nos ha hecho cambiar y valorar todo aquello que tuvimos y que ahora hemos perdido o lo tenemos restringido por el momento. Pero, ¿hemos sido todos iguales de solidarios?

Mientras unos no salíamos de casa sino para comprar lo esencial una vez a la semana o cada quince días, otros se saltaban las normas del confinamiento saliendo sin necesidad, burlando a las autoridades o incluso haciendo reuniones clandestinas para beber, bailar… Y lo triste es que esto continúa aunque las restricciones están siendo cada vez menores. Siempre hay quien se encarga de no cumplir la norma y poner en peligro no solo a sí mismo sino a toda una comunidad. Y entonces nos preguntamos, ¿realmente estamos siendo solidarios?

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