El proceso de hominización y la historia de la Península Ibérica hasta los visigodos


El proceso de hominización en la Península Ibérica: nuevos hallazgos

El proceso de hominización es el proceso mediante el cual el ser humano evoluciona al hombre.

El primer homínido que aparece en Europa y, por tanto, en España es el Homo Erectus, que llega hace 1 millón y medio de años; el siguiente en aparecer, según la teoría clásica, es el Homo Heidelbergensis, a continuación, el Homo Neandertal y, finalmente, el Homo Sapiens.

Existe otra teoría defendida por Juan Luis Arsuaga tras encontrar en el yacimiento de Atapuerca (Burgos) restos de un homínido del 800.000 a. C. que se situaría entre el Homo Erectus y el Heidelbergensis, al que llamaron Homo Antecessor. Esta teoría no es compartida por todos los estudiosos.

En el año 2008 se descubrió en Atapuerca parte de una mandíbula de un homínido de hace 1,2 millones de años, mucho anterior al Antecessor, que se conoce como Homo sp (sin clasificar).

Tanto el Homo Erectus como el Antecessor y el Heidelbergensis eran cazadores-recolectores que vivían en pequeños grupos al aire libre. De todos ellos, el de mayor fortaleza física era el Heidelbergensis. El Homo Neandertal era más bajo de estatura y de huesos más anchos para soportar mejor el frío y, además, dominaba el fuego y utilizaba algún tipo de lenguaje.

El Homo Sapiens sale de África y llega a Europa hacia el 40.000 a. C., donde convive y combate con los Neandertales hasta acabar con ellos hacia el 35.000 a. C. Los Neandertales desaparecen por extinción, por exterminio o por fusión con el Homo Sapiens. Estudios recientes han demostrado que en el ADN del hombre actual existe un 0,01% de ADN Neandertal.

Por lo tanto, el Homo Sapiens se convierte en el único representante del género Homo, finalizando así el proceso de hominización.

Pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: fenicios, griegos y cartagineses

Los pueblos prerromanos se sitúan entre el 800 a. C. y el 218 a. C., y aparecen como consecuencia de la mezcla de pueblos peninsulares con influencias griegas y fenicias.

Los celtas

Los celtas son un conjunto de pueblos de origen oscuro que se situaron en la zona norte y centro de la península. Eran sociedades guerreras que vivían en castros y se dedicaban a la agricultura, la ganadería y la metalurgia del hierro. Destacaban los cántabros, los astures y los lusitanos.

Los iberos

Los iberos se encontraban en la zona del Levante y en los valles del Ebro y el Guadalquivir. Se dedicaban a la agricultura, la ganadería y el comercio, y vivían en ciudades independientes. Gracias a su contacto con los griegos conocieron la escritura, aunque aún no se han podido traducir sus textos.

Los tartessos

Los tartessos son la primera sociedad urbana autóctona de la Península Ibérica. Se situaban en el sur oeste de la península, es decir, en Huelva, y se dedicaban principalmente a la explotación de minas. Poco más se sabe de ellos y se supone que formaban varios reinos independientes, destacando el rey Argantonio. Tartessos desaparecería por el agotamiento de las minas.

Las colonias comerciales

Otros pueblos extranjeros fundaron colonias en la península con un interés comercial:

  • Los fenicios, que vinieron del Próximo Oriente y fundaron ciudades como Gadir (Cádiz) y Malaca (Málaga). Comerciaban con iberos y tartessos, y desaparecen con la llegada de los cartagineses.
  • Los griegos también comerciaban con iberos y tartessos, a los que vendían cerámica a cambio de sal y esparto. Fundaron ciudades en el noreste de la península como Ampurias, y también desaparecen por la llegada de los cartagineses.
  • Los cartagineses se adueñaron de las ciudades griegas y fenicias, y fundaron nuevas como Ebussus y Cartago Nova.

El jefe cartaginés Aníbal decide atacar Sagunto, que era una ciudad ibera aliada de Roma, lo que sirvió de excusa para que Roma decidiera invadir la península.

Conquista y romanización: la pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica

Los cartagineses y los romanos luchaban por el dominio del Mediterráneo y tuvieron un primer enfrentamiento en la Primera Guerra Púnica. Aníbal decide atacar Roma desde la península, atravesando los Pirineos y los Alpes, y por el camino ataca la ciudad de Sagunto, aliada de Roma. En el 218 a. C., los romanos llegan a la península, produciéndose la Segunda Guerra Púnica, en la que vencen los romanos, expulsan a los cartagineses y deciden conquistar la península. La conquista se realiza en tres etapas:

  • En la primera etapa conquistan la zona noreste y el levante.
  • En la segunda etapa conquistan la zona interior, donde se enfrentan a los pueblos indígenas, destacando el pueblo de Numancia, que resistió durante más de 20 años.
  • En la tercera etapa se conquista la zona norte tras las llamadas Guerras Cántabras.

La conquista finaliza en el 27 a. C. y, a partir de entonces, comienza la romanización, es decir, el proceso por el que los pueblos de la península ibérica se integraron en la cultura romana. La península pasó a denominarse Hispania y se dividió en tres provincias:

  • Bética
  • Lusitania
  • Tarraconensis

La sociedad hispana era muy parecida a la romana, donde la clase social dominante era la aristocracia. El latín se generalizó por todo el territorio y se mezcló con las lenguas indígenas; la religión también era la romana, aunque se permitió el culto a las divinidades indígenas y, a partir del siglo III d. C., la religión oficial será el cristianismo.

Finalmente, los romanos dejaron en la península huellas de su cultura en forma de teatros, anfiteatros, circos…

Las invasiones bárbaras. El reino visigodo, instituciones y cultura

A partir del siglo V d. C., varios pueblos bárbaros llegaron a la península: suevos, vándalos y alanos, que arrasaron con todo a su paso. Los romanos, para evitar nuevas invasiones, deciden pactar con los visigodos, que se sitúan en la Galia. En el año 507, los visigodos son derrotados por los francos y deciden instalarse definitivamente en Hispania, creando un reino con capital en Toledo. El encargado de unificar todo el territorio fue Leovigildo; su hijo Recaredo, mediante el III Concilio de Toledo, se convierte al catolicismo. Con Recesvinto, hispanorromanos y visigodos serán iguales ante la ley al unificar las leyes en el llamado «Código de Recesvinto».

El sistema de gobierno era la monarquía electiva, que se apoyaba en las siguientes instituciones:

  • Aula Regia, que era una asamblea de consejeros del rey.
  • Los Concilios, que eran asambleas de eclesiásticos que también opinaban sobre el gobierno.
  • Los Duques provinciales, que eran jefes militares que controlaban las provincias.
  • Los Jueces de las ciudades, que se dedicaban a juzgar.

En cuanto a la cultura, los visigodos adoptaron el latín como lengua, fundaron ciudades como Recopolis y también monasterios, donde destacó un monje, Isidoro de Sevilla, que realizó estudios sobre la Biblia y creó la primera enciclopedia de la historia, llamada «Etimologías».

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