El Progreso Ético de la Mujer: Un Recorrido Histórico


La Situación de la Mujer como Ejemplo de Progreso Ético

Las Raíces de la Discriminación: Los Perjuicios

Las mujeres han sido tratadas injustamente a lo largo de la historia. En el siglo XX, después de siglos de movilizaciones, su situación jurídica, social, educativa y política cambió radicalmente en algunos países. El reconocimiento de la igualdad de derechos de todos los seres humanos, la liberación de la mujer de parte de las discriminaciones que sufría y su acceso a la educación y al trabajo ha sido el cambio social más importante sucedido en el pasado siglo.

¿Cuáles son las Raíces de la Discriminación Femenina?

La ciencia nos dice que la inteligencia del hombre y de la mujer son iguales. La discriminación se basa en una invención cultural. Desde tiempos remotos, y en casi todas las sociedades, han existido perjuicios o falsas creencias que, a la fuerza de repetirse, se consideraron verdaderos. Los dos principales son:

  • El perjuicio que consideraba a la mujer intelectualmente inferior al hombre, incapaz de controlar sus emociones, y que por ello necesitaba ser tutelada por una figura masculina: el padre o el marido.
  • El perjuicio que atribuía a la mujer un peligroso poder de seducción que podía despertar en el hombre el deseo. Para evitarlo, convenía esconder a la mujer en el hogar, bajo velos o en los monasterios.

Durante siglos, la mujer ha sido recluida en los hogares con la función social de ocuparse de la casa, de la alimentación y el cuidado de la familia. Los perjuicios citados la obligaron a estar siempre bajo la tutela de un hombre, en una eterna minoría de edad. Se le negó históricamente a la mujer el derecho de decidir por sí misma, porque no estaba capacitada para hacerlo.

Los Orígenes del Movimiento Feminista

La fuerza que hizo cambiar la consideración social y jurídica de la mujer fue la de los movimientos feministas. El movimiento feminista nació a finales del siglo XVIII a la sombra de la Revolución Francesa. En la Revolución no se reconoció la igualdad de la mujer, lo que llevó a que algunas de sus protagonistas protestasen contra esa injusticia: Olympe de Gouges redactó una Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, pero sus reivindicaciones no fueron admitidas. En la misma época, Mary Wollstonecraft publicó su Vindicación de los Derechos de la Mujer, en la cual argumentaba que las mujeres no eran por naturaleza inferiores al hombre, sino que la aparente inferioridad se debía a que no habían tenido acceso a una educación apropiada.

Nada consiguieron en ese periodo, pero sí marcaron una línea de actuación sobre cuál debía ser el primer objetivo de las organizaciones feministas: el reconocimiento de sus derechos.

Las Reivindicaciones Femeninas

Pedir el reconocimiento de los derechos de la mujer significa reivindicar:

  • La participación política, que se concreta en un primer momento en el derecho al voto (movimientos sufragistas).
  • El acceso a la educación como paso previo a la incorporación de la mujer al mundo laboral, de vital importancia si no se quiere depender económicamente del hombre.
  • La equiparación de sexos dentro de la familia con el fin de evitar la subordinación de la mujer.
  • El reconocimiento de la sexualidad femenina en igualdad con la masculina. De hecho, la aparición de los métodos anticonceptivos ha dado lugar a que las mujeres enfoquen de otra manera su sexualidad, y no solo desde el punto de vista de la maternidad.

La Situación en España

El Feminismo Histórico en España

El feminismo español surgió mucho más tarde que en el resto de los países occidentales. En primer lugar, es necesario referirse a mujeres concretas que fueron las primeras impulsoras de la emancipación de la mujer en España: Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán, fueron las pioneras en luchar por la dignidad de las mujeres.

El feminismo español tuvo unas señas de identidad distintas al resto de los países europeos: no se centraron en cuestiones políticas, sino en alcanzar el reconocimiento social del rol tradicional femenino y también enfocaron sus reivindicaciones en la exigencia de los derechos civiles que protegieran a las mujeres ante los abusos a los que eran sometidas.

Los mayores éxitos del primer feminismo español se produjeron en la educación. A finales del siglo XX, la tasa de analfabetismo femenino era del 71%. El acceso de las niñas a la escuela primaria donde pudieran obtener una educación básica fue un gran avance. A partir de 1918, se hizo presente en España la reivindicación del derecho al voto. Para ello se creó la Asociación Nacional de Mujeres Españolas. El voto femenino se logró en 1931.

Las mujeres más relevantes de estos años pertenecieron a alguna de estas organizaciones: Federica Montseny, Margarita Nelken, María de Maeztu, Clara Campoamor, etc. Todas ellas merecen nuestro reconocimiento, al igual que todos los luchadores y luchadoras por los derechos humanos.

La Situación Actual

La Constitución española de 1978 recoge la igualdad efectiva ante la ley de todos los españoles. La inclusión del principio de igualdad fue un hecho muy importante para avanzar y mejorar la situación de la mujer en España.

En 1983 se creó el Instituto de la Mujer con el fin de promover y fomentar las condiciones que posibiliten la igualdad social de ambos sexos y la participación de la mujer en la vida política, cultural y económica.

En los últimos años se han promulgado leyes que afectan a las mujeres y que intentan corregir situaciones discriminatorias. La Ley integral contra la violencia de género contempla aspectos educativos y legales. La Ley para la igualdad efectiva de hombres y mujeres establece un marco de medidas positivas económicas, laborales y fiscales que incentivan la contratación de mujeres. Otras leyes, acciones y normas positivas tratan de mejorar la situación de la mujer en España.

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