El Reinado de Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Canovista


La crisis del sistema canovista

El 17 de mayo de 1902, inicia Alfonso XIII su reinado, lo hace bajo el impacto sufrido en el desastre del 98. A principios del siglo, el sistema de la Restauración había entrado en crisis. Se consideraba la necesidad de regenerar la sociedad, la economía, la educación y el propio sistema político. El sistema canovista entró en un proceso de deterioro progresivo, que alcanzaría sus momentos más álgidos en los sucesos de los años 1917 y 1923, es más, la crisis se hizo irreversible al afectar al propio turnismo de los partidos liberal y conservador. El principal factor de la crisis fue su carencia de contenidos doctrinales, lo que les llevó a romperse en tendencias de carácter personalista. En efecto, la alternancia bipartidista conservadora-liberal pudo hacerse realidad durante un tiempo gracias a Antonio Maura y José Canalejas, pero lo impediría la muerte política del primero tras los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, en 1909, y el asesinato del segundo por un anarquista en 1912. Roto el consenso para continuar el turnismo, a partir de 1910 se ha de recurrir en demasiadas ocasiones a los gobiernos de gestión, y a los gobiernos de concentración.

Alfonso XIII, un rey político

El monarca pondrá de manifiesto dos de los rasgos de su reinado: el gusto por la política activa; y, la tendencia a afirmarse como jefe supremo del ejército. El monarca pasó a desempeñar un papel relevante en la escena política.

La guerra de Marruecos y sus implicaciones sociopolíticas

A finales del siglo XIX el sultanato de Marruecos, estaba enfermo, y vivía envuelto en la anarquía y en la inestabilidad política. Es lógico que Europa pusiera sus ojos en él, en el contexto del segundo reparto colonial que se estaba operando. España, tras la pérdida de sus posesiones americanas, comenzó a insinuar una expansión en África, en la que Marruecos sería su principal objetivo. Los intereses de España en la zona eran varios:

  • Estratégicos: se trataba de estar presente en la otra orilla del Mediterráneo.
  • Económicos: explotar los recursos mineros de las montañas del Rif y construcción de ferrocarriles, puertos…
  • Política de prestigio y desarrollo de las corrientes africanistas: la expansión de Marruecos podría ayudar a recuperar el prestigio perdido en 1898.

Otras potencias europeas tenían intereses en la zona. España salió en cierto modo favorecida por la rivalidad existente entre Francia, Inglaterra y Alemania. En la búsqueda de soluciones, la Conferencia de Algeciras de 1906 y el Tratado Hispano-francés de 1912 dieron como resultado la división de Marruecos en dos protectorados: uno al sur, de mayor extensión y riqueza, adjudicado a Francia; y otro al norte, en las montañas del Rif, más pobre y reducido, adjudicado a España. Para legitimar su mandato, España creó la figura del jalifa, y nombró un alto comisario, sin embargo, el dominio de España en su protectorado no fue nada fácil. Muy pronto, las insumisas cabilas del Rif se sublevaron e involucraron al ejército español en una difícil guerra de guerrillas, que se apoyaba en la intrincada orografía de la zona. Los enfrentamientos dieron lugar al surgimiento de caudillos indígenas, los más importantes fueron Mohamed Ben Mizziam, al-Raisuni y Abd-el-Krim. La ocupación de su zona fue para España larga.

Entre 1903 y 1910 se realizaron operaciones en torno a Melilla, con el objetivo de afianzar la seguridad de la plaza de soberanía. Entre 1911 y 1912 toman Larache y Alcazarquivir. Entre 1912 y 1927 se produce la ocupación sistemática del protectorado. Para conseguirla, mediante la creación de los regulares indígenas (1914) y de la creación de la Legión Española (1920). La larga guerra sostenida por España tuvo importantes consecuencias:

  • La muerte y el dinero que ocasionó la contienda la convirtieron en una guerra impopular y minó el prestigio del ejército.
  • Las expectativas económicas tampoco se cumplieron.
  • Desde el punto de vista político los fracasos, como el desastre de Annual, afectaron a los gobiernos, al general Berenguer y al propio rey Alfonso XIII.

La evolución del reinado de Alfonso XIII

1.- Principales problemas del reinado

La cuestión constitucional

Con el fin de adecuar la constitución, se consideraba necesario reformarla profundamente. Debía eliminarse todo lo falso y anacrónico (caciquismo, farsa electoral) e introducir otras fuerzas políticas como los regionalismos o nacionalismos, el socialismo… El más serio intento se haría en 1917, pero su fracaso sería el principio del final del régimen.

La cuestión religiosa

El problema religioso se planteó como consecuencia del anticlericalismo y el clericalismo. El partido liberal, era anticlericalista. El choque se hizo especialmente porque esta descristianización encontró una gran resistencia en la Iglesia. La polémica terminó centrándose en la libertad de culto, en la cuestión de las asociaciones religiosas, en la reducción de cargos eclesiásticos, y en la polémica suscitada en torno a la enseñanza religiosa en los institutos.

La cuestión militar

Necesitaba una reforma profunda que lo hiciera más operativo. Además tuvo un deslizamiento hacia posiciones políticas más conservadoras. Se resquebrajaba el equilibrio conseguido entre el poder civil y el militar.

La cuestión social

El movimiento obrero representó un problema permanente, que fue hasta desembocar en la huelga general de 1917. El sindicato UGT fue ganando posiciones y la CNT alcanzó gran extensión en Andalucía y Cataluña, pero no hay una integración de fuerzas en el sistema. Como consecuencia de la Revolución rusa de 1917, se planteó el PSOE la posibilidad de adherirse o no a la III Internacional. Para resolver los problemas los gobiernos adoptaron medidas, como el descanso dominical en 1903 o la regulación del derecho de huelga en 1908, a las que hay que sumar la labor del Instituto Nacional de Previsión.

2.- Los intentos de reforma

La labor de Silvela y Maura (1902-1909)

Los intentos de regeneración y de modernización del gobierno de Silvela se ven abortados por la incompatibilidad entre dos de sus ministros. El programa de Polavieja, resultó imposible de realizar y presentó su dimisión, entonces Silvela se retiró de la política. Surge entonces la figura del partido conservador, Antonio Maura. Su idea fundamental consistía en resolver el problema político realizando una reforma del Estado. Como presidente afrontó los dos problemas fundamentales del Estado: la práctica inmoral del caciquismo y el regionalismo. El estallido de la Semana Trágica de Barcelona, en 1909, provocó la caída de Maura. La protesta por la movilización de reservistas catalanes para la guerra de Marruecos desembocó en una insurrección social.

El reformismo de Canalejas (1910-1912)

Canalejas, político liberal con gran talento como estadista hizo:

  • Estableció un impuesto progresivo sobre las rentas urbanas.
  • Afrontó el problema clerical, promulgando la llamada Ley del Candado.
  • Su actuación resultó decisiva en el problema de Marruecos.
  • Atajó con dureza la huelga general ferroviaria de 1912.
  • Dio pasos importantes para la solución del problema regionalista y catalán con el Proyecto de Mancomunidad.

La crisis de 1917

El año 1917 la crisis del sistema canovista. En 1917 estalló una crisis militar, política y social que incidió decisivamente en la descomposición del sistema de la Restauración. Fue la consecuencia de una situación inestable que se venía gestando desde 1913, provocada por los desprestigios de los partidos dinásticos, y que se intensificó con el impacto de la Primera Guerra Mundial.

El tema a desarrollar lo vamos a centrar en la triple crisis de 1917, pero también vamos a analizar brevemente los antecedentes y los acontecimientos posteriores. Fracasado el regeneracionismo de los partidos políticos dinásticos y su revolución desde arriba, al entrar en crisis el turnismo y al producirse numerosas crisis internas, era la hora de los otros regeneracionismos. A ello se quiso unir el movimiento obrero que representaba el regeneracionismo obrero. Pero tanto las Juntas Militares como la Asamblea de Parlamentarios dieron un paso atrás ante el miedo a una revolución social, a modo de la rusa, los tres querían cambios en el sistema político, pero no los mismos cambios. La crisis del 17 se inscribe en un ciclo mayor de nueve años, la crisis final del sistema de la Restauración, que finaliza con el colapso del sistema en 1923, cuando el golpe de Estado de Primo de Rivera certificó su fin.

1.- El contexto histórico 1898-1917

La crisis del 98 fue un punto de inflexión, desde ahí arranca la crisis de la Restauración. Esta crisis de la Restauración va a empezar en 1898 y termina en 1923, teniendo su máxima tensión en la triple crisis de 1917.

2.- El regeneracionismo político 1902-1912

Dos elementos: el continuismo en el turnismo y el intento de regeneracionismo político. No obstante, los dos elementos presentan dificultades. En el turnismo desaparecidos los grandes líderes Cánovas y Sagasta hay dificultades para su continuidad. Los intentos de regeneracionismo político de los partidos van a chocar con la resistencia de las fuerzas tradicionales del sistema y la de las fuerzas extraparlamentarias.

3.- La crisis de 1909. La Semana Trágica

La colonia del norte de Marruecos presentó muchas dificultades. El gobierno decide enviar más tropas convocando a los reservistas, que se concentran en Barcelona dispuestos a embarcar. Los republicanos, socialistas y anarquistas se oponen a esta campaña militar. Consideran que se trata de una guerra imperialista y que el sistema de quintas perjudica a los pobres. Se convoca una huelga general. Esta huelga general supone un momento de inflexión en las movilizaciones del movimiento obrero español. Durante la Semana Trágica se produce un incontrolado brote de violencia con graves enfrentamientos con las fuerzas de orden público.

4.- El fracaso del turnismo 1913-1917

La desaparición de Canalejas abre un periodo de fragmentación, de crisis de los dos partidos. Los conservadores se escinden en varios grupos: Maura, Dato y de la Cierva, al igual que los liberales: Prieto y Romanones. Esta situación contribuyó cada vez más al desprestigio del sistema, un sistema que las fuerzas políticas de la oposición exigían reformar.

5.- El impacto de la Primera Guerra Mundial

La guerra de 1914 divide a los españoles. La decisión del gobierno de Dato es la neutralidad. Esta neutralidad va a traer importantes consecuencias económicas y sociales. Se produce un gran aumento de las exportaciones y, por tanto, se produce un gran desarrollo en la economía española. Consecuentemente se produce una subida general de precios. En 1920 se producirá un reajuste económico. Para las clases bajas esta situación fue negativa, ya que tuvieron que soportar el alza de precios y la carencia de algunos productos desviados a la exportación.

1.- La triple crisis de 1917

El aumento de la conflictividad social y el deterioro de la vida política española desde 1913 desembocaron, en una crisis militar, política y social.

1.1.- Las Juntas Militares

La creación de las Juntas de Defensa supuso la primera vertiente de la triple crisis del 17. Son una especie de sindicatos para defender los intereses económicos y profesionales. Estas habían ido surgiendo durante 1916 y 1917, su creación respondía al malestar y descontento existente entre una parte del ejército. Sus reivindicaciones eran laborales, protestando por la pérdida de poder adquisitivo y los ascensos. Se fueron uniendo otras de carácter político como el presupuesto del ejército, la situación de la guerra de Marruecos, la intervención directa del rey en asuntos militares y por el actual sistema político, pidiendo reformas. Estas reivindicaciones fueron muy bien vistas por los partidos no dinásticos que llegaron a establecer contactos políticos con los junteros. En mayo el ministro de Defensa las declara ilegales y encarcela a sus dirigentes. El gobierno concede las reivindicaciones laborales, acallando las políticas.

1.2.- La Asamblea Parlamentaria

El amotinamiento de los militares abrió la puerta para la acción política. Los socialistas y los republicanos reformistas pactan para imponer un gobierno que convoque Cortes Constituyentes (nueva constitución, nuevo sistema político). Ante el descrédito de los partidos dinásticos, Cambó convoca a los parlamentarios y reforma un sistema de gobierno. Cuentan con el apoyo de la Liga, PNV, UGT, CNT, las Juntas Militares… están de acuerdo con un cambio de gobierno. El 19 de julio se reúne la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona. Exigen la Convocatoria a Cortes Constituyentes y la aplicación de un programa reformista que contemplara las reivindicaciones de los partidos nacionalistas. Y este es el tercer conflicto del verano de 1917, la huelga general obrera. La UGT y CNT habían firmado en 1916 un acuerdo de colaboración. Ante la creación de las Juntas militares y la Asamblea Parlamentaria convocan una huelga general. Entre las causas de esta convocatoria hay que señalar la subida de los precios que afectó especialmente a la clase trabajadora, la inestabilidad política y la influencia de los acontecimientos en Rusia. La huelga general tiene como último fin el cambio de sistema de gobierno. Los dos sindicatos van a protagonizar conjuntamente la huelga general indefinida. La carestía y escasez de los productos provocadas por la neutralidad de la Primera Guerra Mundial, el clima de inestabilidad política provocada por la descomposición del sistema canovista y la influencia de la revolución comunista en Rusia les hicieron albergar la esperanza de la posibilidad de un cambio de sistema y ello pasaba por la convocatoria común de una huelga general. La huelga, iniciada en Barcelona, el 13 de agosto se extiende durante una semana por Andalucía, Madrid, Asturias, País Vasco… paralizando los núcleos industriales. La convocatoria era indefinida, pero no fue apoyada ni por la Asamblea Parlamentaria, que defendía los intereses de la burguesía, ni por las Juntas de Defensa, ni del resto de los militares. La intervención del ejército fue rápida y dura (aceptada por las Juntas de Defensa). Hubo muchos muertos, exiliados y muertos.

1.3.- El balance de la crisis

La huelga general fracasó porque no se incorporaron a ella los campesinos, el miedo de la burguesía y el apoyo del ejército. La ficción del turnismo había terminado para siempre. El gobierno se vio en la obligación de acceder a las peticiones de los junteros: dar paso a un gobierno de concentración o unidad nacional, con la inclusión de Cambó y los catalanistas, que consintieron su participación ante el peligro de revolución social.

Hacia la dictadura

La triple crisis del 17, aunque aparentemente había sido superada por el sistema canovista, lo dejó herido de muerte. Ante la inestabilidad y la radicalización progresiva se recurre a los gobiernos de concentración. En 1918 al llegar las noticias del éxito de la revolución comunista en Rusia las huelgas y el enfrentamiento con el gobierno, las fuerzas de orden público y los patronos aumentan sensiblemente, produciéndose lo que se ha denominado el trienio bolchevique. En 1920, al terminar la Primera Guerra Mundial, aparece la recesión económica. En el campo andaluz las revueltas son continuas y en Barcelona la situación es extrema. Después de la huelga de la canadiense, aparecen el Lock out y el pistolerismo. El desastre de Annual y sus consecuencias posteriores van a actuar de detonante. La conmoción de la derrota de las tropas españolas en Annual fue muy importante para España. El rey y el ejército son atacados como culpables. El informe Picasso que adjudica la responsabilidad del desastre al rey y al ejército va a ser debatido en el Congreso, no dio tiempo. El general Primo de Rivera, capitán general da un golpe de estado, enviando simplemente un telegrama. Es la dictadura de Primo de Rivera.

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