En España se gesta el Humanismo, que alcanza su esplendor a finales del siglo XV. La arquitectura del Renacimiento español está unida a los Reyes Católicos, a los nobles y a los mecenas. Debemos distinguir tres periodos: el plateresco, el romanismo y el purismo.
Arquitectura Renacentista Española
El plateresco recuerda a la decoración que recubre fachadas y recuerda a labores de orfebrería. Los Reyes Católicos impulsan este arte. Características:
- Pervivencia de elementos góticos (bóvedas de crucería).
- Pervivencia de elementos mudéjares, yeserías y techumbres.
- Empleo de elementos decorativos renacentistas en fachadas y soportes.
- Aparición de la fachada-retablo.
En el romanismo, hay una asimilación de proporciones clásicas y cristianización de grutescos. El introductor fue Diego de Siloé.
El purismo consiste en aplicar la perspectiva clásica y despojar de adornos. Es el resultado de trasplantar a España el diseño de Bramante. El Palacio de Carlos V es obra de Pedro Machuca, y el Monasterio de El Escorial es obra de Juan de Herrera.
Escultura Renacentista Española
Durante el siglo XVI asistimos al abandono de las formas góticas y al desarrollo de las formas renacentistas. Se desarrolla un estilo renacentista peculiar. La imaginería religiosa tiene un gran desarrollo por el trabajo en madera policromada y la producción de retablos y sillerías de coro. Mármol, piedra y bronce se utilizan en monumentos funerarios. La escultura pasa por diferentes etapas, adaptando formas desde el estilo renacentista hasta el clasicista al final de la centuria.
La elaboración de retablos requiere la participación de un plantel de artistas: arquitectos, ensambladores, orfebres, pintores y escultores. En el trabajo de madera policromada se usan dorado, estofado y encarnado. El retablo tiene una estructura arquitectónica donde está el programa escultórico. Las esculturas de bulto están en hornacinas y los relieves en planchas lisas.
Dos maestros educados en Italia, Berruguete y Juni, conducen la escultura española del siglo XVI hacia el expresionismo. Son generaciones distintas y con un canon de belleza diferente. Berruguete usa figuras alargadas e imágenes estilizadas. Juni es del manierismo, con figuras cuadradas, personajes anchos y musculosos. Las diferencias se unifican al animar la pasión interior de los santos, ambos crean piezas desgarradas y doloridas, con violentas contorsiones e inestables posturas. Hacen retablos, pasos, sillerías de coro y sepulcros; dominan el mármol, la piedra y el barro, pero sobre todo la madera, encarnada y estofada.
Alonso Berruguete hace obras que expresan el dramatismo y la emoción de sus creaciones, como el Sacrificio de Isaac y San Cristóbal. Juan de Juni es un ejemplo de escultor renacentista, con un estilo lleno de fervor y sentimiento, y figuras que presentan una intensa pasión, dolor y angustia. El Santo Entierro muestra las características típicas de su obra, al igual que la Virgen de los Cuchillos.
Pintura Renacentista Española
La pintura renacentista se caracteriza por los temas religiosos. Llegan pintores flamencos, y más tarde se incorpora el ideal del renacimiento italiano. Llegan tablas flamencas que influyen en las escuelas, dando lugar a la corriente pictórica hispanoflamenca. En el segundo tercio del siglo se asimilan los modos y elementos italianos, y en el tercer tercio se nota la influencia de Miguel Ángel y la pintura veneciana, con una clara tendencia al manierismo.
El Greco es el pintor manierista más importante. En su primera etapa, crea figuras monumentales como Miguel Ángel, con el color veneciano de Tintoretto y una paleta cálida. En su etapa final, crea figuras alargadas, paisajes oníricos de visiones místicas y una paleta fría. El Greco pinta obras religiosas y retratos, como El caballero de la mano en el pecho. Sus primeras obras españolas incluyen El Expolio. Después, El entierro del Conde de Orgaz impresiona por el alargamiento de las figuras y el color veneciano, vinculado al manierismo.