El Renacimiento
El Renacimiento es un conjunto de fenómenos políticos, religiosos y culturales que sustituyeron el marco medieval. Este movimiento antropocéntrico coloca al ser humano en el centro de la vida, la literatura y el arte. La principal finalidad del arte renacentista es plasmar la belleza, inspirándose en los modelos grecorromanos de la cultura clásica.
Cambios en el Siglo XVI
El cambio comenzó en la Baja Edad Media (siglos XIII-XV) con la creación de universidades y una nueva estética italiana impulsada por Dante, Petrarca y Boccaccio. El siglo XVI consolidó el poder de los monarcas, inició el capitalismo, desarrolló la burguesía, presenció una crisis religiosa y el nacimiento de una cultura laica. La sociedad teocéntrica medieval dio paso a una antropocéntrica, donde el hombre es el centro del mundo y dueño de su destino, reflejándose en la literatura.
El Poder de la Monarquía
Con el surgimiento del Estado moderno, los estados evolucionaron hacia la unidad nacional y la monarquía absoluta de derecho divino. El monarca absoluto ejercía pleno poder, centralizando la política. El poder real se convirtió en la única fuente de poder legislativo y ejecutivo. Los nobles cedieron parte de sus derechos al monarca a cambio de cargos públicos, pensiones, etc.
La Burguesía en la Política
El monarca absoluto se benefició del ascenso de la burguesía comercial, obteniendo ingresos fiscales y préstamos. Esto le permitió aumentar su poder y controlar a los señores feudales. Algunos burgueses recibieron privilegios, monopolios, títulos de nobleza y cargos administrativos.
La Crisis Religiosa
A partir del siglo XVI, la Iglesia entró en crisis con nuevas corrientes de pensamiento como el Humanismo. El redescubrimiento de los clásicos griegos y latinos llevó a considerar al hombre como el centro del universo y a confiar en la razón humana. Esta tendencia humanística generó críticas hacia la Iglesia. Martín Lutero, en El papado de Roma, estableció que la verdadera iglesia reside en cada hombre. Este principio de la Reforma protestante originó diferentes interpretaciones de la Biblia. Simultáneamente, el rey Enrique VIII de Inglaterra, buscando la anulación matrimonial con Catalina de Aragón, negó la autoridad papal y formó la Iglesia Anglicana. La Iglesia también se enfrentó al calvinismo de Juan Calvino, que proponía la dependencia directa de Dios y el perdón divino sin intermediación de la Iglesia.
En el siglo XVI, las posturas protestantes y católicas se radicalizaron, generando luchas religiosas con implicaciones políticas y sociales. Todo ataque al feudalismo se convertía en un ataque a la Iglesia.
Erasmo de Rotterdam
Erasmo de Rotterdam, figura importante en la cultura europea y española, defendía la oración íntima, la lectura personal de los Evangelios y la traducción de la Biblia a lenguas romances. Estas ideas, interpretadas como un ataque a la religión, le enfrentaron al poder eclesiástico. La Contrarreforma, desde la segunda mitad del siglo XVI, buscó defender la ortodoxia católica, frenando la difusión del erasmismo.
Cambios en la Monarquía
La monarquía feudal medieval evolucionó a la monarquía absoluta en el siglo XVI. El monarca absoluto representaba todos los poderes y a la nación.